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El país|Sábado, 11 de abril de 2009
El PRO vuelve a discutir la candidatura a diputada de la vicejefa

El ser o no ser de Michetti

Mauricio Macri está evaluando prescindir de la postulación de Gabriela Michetti por temor a pagar costos por el incumplimiento del mandato. Felipe Solá se quejó porque están demasiado preocupados por el qué dirán. La CC festeja.

Por Werner Pertot
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La vicejefa de Gobierno porteño, Gabriela Michetti, encontró otra oportunidad para no ser diputada.

“Este es un pequeño sismo.” Así definieron en PRO la posibilidad de que Gabriela Michetti se baje de su candidatura a diputada –con la que descontaban ganar la elección en Capital– para evitar quedar pegada a la iniciativa kirchnerista de presentar candidatos que ejercen cargos ejecutivos. “Todo es volátil. No sabemos cómo termina esto”, comentó a este diario un ministro de consulta constante de la vicejefa. Los socios peronistas se mostraron molestos por el nuevo giro. “Me parece que hay un exceso de miedo al qué dirán”, objetó Felipe Solá.

Esta semana Michetti se vio reflejada en el espejo de circo de los medios: allí su nombre aparecía asociado al de Daniel Scioli y los barones del conurbano. La vicejefa sintió que el daño que estaba sufriendo, incluso antes de anunciarse como candidata, era alto. Muy intranquila, tuvo una reunión con el secretario general Marcos Peña; el ministro de Justicia, Guillermo Montenegro, y el asesor de medios del gobierno porteño, Miguel de Godoy, entre otros. “Me preocupa mucho que me ensucien con lo de Scioli y nos comparen con eso”, les planteó ella, que dejó abierta la posibilidad de bajarse de la candidatura. Los funcionarios intentaron calmarla y le plantearon que todavía había tiempo para analizar cuál era la mejor decisión. Más tarde, la llamó Macri desde Punta del Este. “Gaby, falta un mes. Son 30 días. Falta mucho. No nos apuremos”, la tranquilizó Macri, palabras más, palabras menos.

Michetti nunca quiso ser candidata, dado que la alejaba de la gestión y de un posible lugar de sucesión en 2011. Se resistió todo lo que pudo. Le planteó a Macri que prefería ser candidata a legisladora en elecciones desdobladas. El jefe de Gobierno anunció, entonces, el adelantamiento de las elecciones porteñas, pero el Gobierno respondió adelantando las nacionales a la misma fecha. Macri le pidió, entonces, que fuera candidata a diputada, para enfrentar una elección nacionalizada. El líder de PRO ya tenía definido un enroque entre ella y el jefe del bloque de Diputados de PRO, Federico Pinedo, quien iría a la cabeza de la lista de legisladores y pasaría a ser el virtual número dos de la ciudad, como vicepresidente primero de la Legislatura. Toda esa estrategia será revisada, como mínimo.

De momento, el macrismo seguirá intentando separar la virtual candidatura de Michetti de las del oficialismo. “¿Cuánto la daña dejar su lugar institucional? Hay que ver qué interpreta la gente y si la terminan metiendo en la misma bolsa que a los payasos éstos que se presentan, pero no asumen”, auscultaban en las filas de PRO. Ayer Macri dio la orden de no hablar en público a sus dirigentes y dejó que fuera Marcos Peña quien expusiera con prolijidad la nueva postura de PRO. “No estaba lanzada. Siempre planteamos que la volatilidad del país nos permitía volver a discutirlo y ahora nos permitimos volver a discutirlo”, sostuvo Peña, que insistió en que la postulación de Michetti es distinta a la oficialista. “Creemos que cualitativamente no es lo mismo. No se puede comparar las responsabilidades de un gobernador con las de una vicejefa”, aseguró, aunque se mostró atento a que exista “otra lectura de la sociedad”.

Si finalmente Macri decide archivar la candidatura de su vicejefa, vuelve al viejo problema: ¿a quién postula en su lugar? “No tenemos idea”, respondieron al unísono diversas fuentes de PRO. Se habían barajado los nombres de Marcos Peña o Hernán Lombardi, pero los macristas advierten que no miden en las encuestas ni la mitad de lo que mide la vicejefa. Haciendo de crisis oportunidad, en el michettismo ya volvieron sobre la idea de que el candidato tendría que ser Horacio Rodríguez Larreta, lo que alejaría al adversario interno de Michetti de postularse para jefe de Gobierno. “El no tiene un cargo electivo, se puede postular sin vulnerar ninguna voluntad popular. Horacio no quiere saber nada, pero Gaby tampoco quería. Ese no es un argumento”, razonaba uno de los contertulios de la vicejefa.

Los socios bonaerenses, en tanto, se mostraron intranquilos con la eventual salida de Michetti, a la que quieren traccionando votos en el primer cordón del conurbano. “Creo que hay una gran resistencia de Michetti a recibir críticas. Por supuesto que el caso de ella no es igual, porque ella asumiría su función, pero me parece que hay un exceso de miedo al qué dirán”, insistió Solá. En cambio, en la Coalición Cívica, la noticia generó cierta euforia. “Me parecería bien que se baje. Ella le dio una excusa que el oficialismo ha profundizado, pero que no es buena”, analizó Patricia Bullrich. De todas formas, aun en un nuevo escenario sin Michetti, Elisa Carrió no estaría pensando en encabezar la lista. Eso la llevaría a volver a renunciar a su banca para ser candidata a presidenta y la expondría a críticas de diversos sectores. En el macrismo, por caso, ya tienen preparadas las declaraciones que hizo Lilita cuando renunció a su banca y en las que dijo que nunca iba a volver al Congreso. Por si las moscas.

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