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El país|Sábado, 11 de abril de 2009
El Tribunal de Etica de la UCR dejó sin efecto la expulsión “de por vida” de Julio Cobos

Cleto también tiene sus Felices Pascuas

El radicalismo le reabrió las puertas del partido al vicepresidente. Su afiliación se mantendrá en suspenso mientras permanezca en su cargo. Los radicales apuestan a su figura con la esperanza de volver al gobierno en 2011.

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Julio Cobos había sido expulsado cuando se lanzó como compañero de fórmula de CFK.

“De por vida” es una definición categórica y más aún en un escenario político tan dinámico como el argentino. Lo prueba el caso del vicepresidente Julio Cobos, quien hace menos de dos años fue expulsado para siempre de la UCR y acaba de ser reincorporado a esa fuerza. El mismo Tribunal de Etica radical que en su momento lo castigó por plegarse al kirchnerismo y acompañar a Cristina Fernández en la fórmula presidencial valorizó ahora su “deseo de sumar sus esfuerzos a favor de la unidad partidaria, tal como se lo pidiera en su lecho de enfermo el ex presidente Raúl Alfonsín”. Con las puertas del partido abiertas de par en par, Cobos irá el próximo fin de semana a la Convención Nacional del radicalismo, que se ilusiona con volver de su mano al poder en las presidenciales de 2011.

El retorno de Cobos al radicalismo no será inmediato. Aunque el vicepresidente está definitivamente parado en la vereda opositora, el Tribunal de Etica radical dispuso que su “afiliación a la UCR se reanudará cuando finalice el ejercicio de su mandato de vicepresidente de la Nación”.

La ex vicegobernadora bonaerense y presidenta de ese cuerpo partidario, Elva Roulet, explicó que “Cobos recién podrá volver al partido cuando concluya su cargo en el Gobierno, porque de lo contrario se daría una situación de incompatibilidad” entre su función pública y su pertenencia como afiliado. El vicepresidente tendrá una suerte de “licencia” a su afiliación partidaria hasta 2011. Si Cobos cumple con su palabra de mantenerse en funciones hasta el término de su mandato y decide –como todo indica que hará– postularse a la Presidencia con el sello de la UCR, se planteará un caso curioso: hará campaña por el radicalismo con su afiliación en suspenso.

La revisión de la sanción aplicada a Cobos fue solicitada por el presidente de la Convención Nacional del radicalismo, Hipólito Solari Yrigoyen. El dirigente fundamentó su pedido en la “declaración pública que salió en todos los diarios donde el vicepresidente manifestó su anhelo de integrar el radicalismo e invocó el llamado a la unidad partidaria que le hizo en su lecho de enfermo el ex presidente Raúl Alfonsín”.

El Tribunal de Etica del radicalismo, que además de Roulet integran Guillermo Moreno Huego y Enrique Pereira, adhirió a los argumentos de Solari Yrigoyen a favor del indulto de Cobos: en los considerandos de su resolución enfatizó que las manifestaciones del vicepresidente “han sido recibidas como un aporte a la búsqueda de la unificación de la UCR puesta en marcha por autoridades y dirigentes políticos”.

Cobos había sido expulsado del radicalismo el 20 de septiembre de 2007. Entonces, el Tribunal de Etica de ese partido era presidido por el mismo Solari Yrigoyen que ahora pidió y obtuvo su perdón. En aquel momento, Cobos no era vicepresidente, sino gobernador de Mendoza, y ya estaba en campaña con los K como compañero de fórmula de Cristina Fernández. Fue acusado de “inconducta y falta de ética” por no acatar la decisión de la Convención Nacional de encolumnarse detrás de la candidatura de Roberto Lavagna.

El fundamento para castigarlo fue que su postulación “como integrante de una fórmula que enfrentará a la UCR en las elecciones del 28 de octubre de 2007 es incompatible, además, con el sistema democrático basado en la coexistencia y diferenciación de mayorías y minorías representadas por partidos políticos que establece la Constitución nacional”. La sanción que le aplicaron incluyó la accesoria de “la inhabilitación de por vida para ocupar funciones o candidaturas de cualquier índole en nombre de la UCR”.

Roulet ya integraba el Tribunal de Etica y, como ayer su indulto, entonces justificó la expulsión de Cobos: afirmó que las resoluciones de la Convención Nacional “son de cumplimiento obligatorio para todos los afiliados, que deben asumir las obligaciones que eso implica”.

“Estoy totalmente de acuerdo porque la de Cobos es una posición bastante indigna, ya que se hizo kirchnerista por dinero, porque lo compraron”, se sumó ese día el titular del partido, Gerardo Morales, quien la semana pasada caminó hasta el cementerio de Recoleta del brazo del vicepresidente durante los funerales de Alfonsín.

Ni Morales ni Cobos imaginaban a esa altura que la “historia” pondría después al vicepresidente en la posición de desempatar la votación de la resolución 125 en el Senado. El voto “no positivo” marcó un punto de inflexión en la relación de Cobos con los K y también con los radicales, que al verlo decido a posicionarse en la vereda opositora empezaron a darle señales de que tarde o temprano le reabrirían las puertas del partido.

El retorno de Cobos a la UCR empezó a negociarse formalmente el pasado 4 de febrero. Ese día el vicepresidente se reunió con Morales –que hasta no mucho antes seguía diciendo de Cobos cosas similares a las que manifestó en el momento de su expulsión del partido– y el jefe del bloque radical en el Senado, Ernesto Sanz. Durante el encuentro cobró forma la idea de que donde fuera posible los radicales irían a las urnas junto con ConFe, la fuerza que Cobos armó como expresión electoral de su espacio político. “Fue un primer paso para encarar la unidad”, se entusiasmaron en el Comité Nacional del radicalismo.

La muerte de Alfonsín le imprimió mayor velocidad al proceso de reunificación del radicalismo. En el mismo velorio del ex presidente Morales “sondeó” a los principales dirigentes radicales y obtuvo el aval para invitar a Cobos a participar de la Convención Nacional partidaria que se realizará el viernes y sábado próximos en Mar del Plata.

Cobos aceptó la invitación y confirmó su presencia en el día de apertura de la Convención Nacional. Los radicales lo recibirán con los brazos abiertos. La plana mayor del radicalismo sabe que el partido carece desde hace años de un “liderazgo nacional” y apuestan a la figura del vicepresidente y a la popularidad de la que goza desde su rechazo a las retenciones en el Senado para volver a reunir a la tropa que quedó dispersa tras el desastre de la Alianza.

Esta misma semana Cobos admitió por primera vez en forma explícita que piensa en 2011. Los guardianes de la ética radical ya le levantaron la restricción para postularse en nombre de la UCR.

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