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El país|Viernes, 8 de noviembre de 2002
EL APARATO DUHALDISTA HOY APUESTA A DE LA SOTA

La resurrección del Gallego

Puesta a realizar alquimias electorales, el ala más dura del duhaldismo vuelve a apostar a De la Sota. Kirchner, que conserva sólo algunos apoyos en el Gobierno, se despegó y castigó muy duro al gobernador de Córdoba. Cómo juegan los intendentes.

Por Martín Piqué
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Néstor Kirchner transitó ayer la provincia de Buenos Aires y se reunió con Balestrini.
Los bonaerenses, a fuerza de ser muchos, han terminado por creer que el viejo sistema del Colegio Electoral sigue vigente. Como aquellos electores que elegían al Presidente en representación de las provincias, los bonaerenses del PJ, y especialmente los incondicionales conocidos como “paladar negro”, jugaron todas sus fichas en la disputa interna entre José Manuel de la Sota y Néstor Kirchner. Ellos intercedieron por el cordobés, y ayer, luego de unas semanas de indefinición, festejaron lo que consideraron una victoria propia: por ahora, De la Sota quedó mejor parado que Kirchner para captar el apoyo del “aparato” duhaldista.
Varias declaraciones, entrevistas en la TV y reuniones privadas confirmaron la sensación de que el clima era propicio a De la Sota. Tanto, que anoche, en la reunión semanal del peronismo bonaerense, los dirigentes que optaron por el cordobés –Aníbal Fernández, Baldomero “Cacho” Alvarez, Osvaldo Mércuri– se mostraron “eufóricos”. Lo reconoció otro miembro del PJ que no tiene, precisamente, una buena relación con el sector más duro del duhaldismo. “Cambió la situación”, confirmó el bonaerense a Página/12 mientras seguía la reunión en las oficinas de Avenida de Mayo al 800.
El entusiasmo de los “paladares negros” se hizo indisimulable cuando Chiche Duhalde admitió en una entrevista televisiva que, si le pedían ser candidata, ella “lo pensaría”. Habían pedido que acompañara a De la Sota en la fórmula presidencial, y entendieron su respuesta como una elíptica forma de decir “sí”. Además, como recordó un dirigente del PJ bonaerense, hasta hace dos meses Chiche negaba que quisiera ser candidata a algo. Algo parece haber cambiado, y la oportuna difusión de varias encuestas va en ese sentido. En el entorno de Kirchner, la cuestión fue tomada como un hecho consumado.
El propio Kirchner pareció recoger el guante. El miércoles, durante un acto por San Juan, descartó que vaya a armar una fórmula con la Coordinadora de Políticas Sociales. También dijo que no conformará un binomio con De la Sota. Esa señal se interpretó como una resolución definitiva, casi como una “quema de naves”, y el archivo final del intento de seducir al duhaldismo. Ayer, asimismo, un operador del santacruceño deslizó esa posibilidad. “Existen posiciones de algunos intendentes, frente a la definición-indefinición de Duhalde por el Gallego”, dijo a Página/12.
Seguramente por eso, el santacruceño cargó fuertemente contra su rival, a quien recordó su buena relación con Carlos Menem. “De la Sota es un hombre que estuvo ligado al menemismo permanentemente y ahora se quiere despegar”, aseguró, en términos inusualmente duros. Luego, Kirchner aprovechó para recorrer el distrito más populoso del conurbano, La Matanza, donde participó de un encuentro que organizó el ex frepasista Aldo San Pedro. Allí se encontró con el intendente Alberto Balestrini, quien le contó algunos pormenores de la discusión interna del duhaldismo.
La presencia de Balestrini –que compartió un asado con Kirchner, pero no recibió a De la Sota en su comuna– reveló que hay un grupo de bonaerenses que resiste a la mayoría, e intenta apoyar de alguna manera al santacruceño. Además de Balestrini, comparten esa idea el platense Julio Alak y el propio gobernador, Felipe Solá. En público, el mandatario bonaerense prefiere el bajo perfil, concentrarse en la gestión y mantenerse prescindente. Allegados a los dos intendentes, sin embargo, confirmaron a este diario que ese grupo prefiere a Kirchner.
Balestrini, por lo pronto, elogió ayer al santacruceño, a quien le reconoció su condición de “peronista de ley al que todos le debemos exaltar por su conducta y coherencia”. Los allegados a Kirchner destacaron las alabanzas, mientras que el candidato emitió un par de señales de que podría lanzarse por fuera del PJ. “Si no se dan las condiciones, si no hay padrones generales, si no se puede instrumentar un proyecto común, si nose dan las garantías”, enumeró el candidato. Muchas condiciones que difícilmente puedan ser cumplidas.
Mientras Kirchner analiza escenarios y prepara un eventual éxodo del PJ si el duhaldismo se vuelca masivamente a De la Sota (“sería muy malo que tengamos otro gobernante que cada cosa que hay que hacer la tenga que consultar con el partido”, advirtió en San Juan), los cordobeses se “resignan” a disfrutar de lo que tanto tiempo buscaron. El apoyo de una parte importante del “aparato” del PJ bonaerense, que buscaron día a día en largas negociaciones con los jefes territoriales de las ocho secciones electorales de la provincia.
Aunque parezca extraño, un factor que le aportó De la Sota fueron ciertas diferencias ideológicas con el santacruceño. “Kirchner suma únicamente por un frente de izquierda. Además no hay un sólo gobernador que lo apoye, su discurso está más ligado a Lilita a que a nosotros. Nos guste o no, todos los candidatos del peronismo tienen discurso populista pero terminan actuando como hombres de derecha”, dijo a Página/12 un reconocido operador delasotista que conoce el conurbano como su mano. Porque es bonaerense, amigo de Hugo Curto y asiduo contertulio del influyente senador Luis Barrionuevo.
La estrategia delasotista, si sale bien, le aportará muchos votos en la interna. “La provincia de Buenos Aires cierra entera”, se entusiasmó el alfil del Gallego en diálogo con este diario.

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