Página/12 :: El país :: El modelo de los “cuatro vivos”

Néstor Kirchner redefinió los dos modelos que están en juego en las elecciones del 28 de junio: “El actual de producción, trabajo e inclusión social y otro es el de la concentración económica, en el que cuatro vivos se quieren llevar la rentabilidad de todos los argentinos”.

El ex presidente visitó ayer al mediodía Mar del Plata. Llegó poco antes de las 11 al aeropuerto local y, desde allí, en helicóptero, se trasladó a la sede de la Prefectura, junto al ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, donde los recibió el intendente Gustavo Pulti. En una combi llegó al dique seco donde funciona el astillero SPI, donde se repara un buque gasero de la empresa Petrobras.

Kirchner remarcó la necesidad de tener “un modelo para todos: para la clase trabajadora, la clase media y para la consolidación del empresariado nacional”. Sostuvo, además, que el modelo K “ha recuperado el factor promotor del Estado como articulador entre lo público y lo privado”. En ese marco, defendió la ayuda que está llevando a distintas empresas que pasan dificultades económicas a raíz de la crisis mundial como en el caso de General Motors. “Si con esta crisis internacional estuvieran conduciendo los que lo hicieron hasta el 2001, si entonces se fueron en helicóptero ahora se irían en un jet”, ironizó.

Ante una consulta, Kirchner también aseguró que asumirá la banca para la que se postula en el Congreso “con la misma honra y dignidad con la que asumí cuando fui intendente, gobernador y presidente. Voy a asumir obviamente, para defender con todas nuestras fuerzas este modelo que ha sacado a la Argentina de una situación gravísima, y ustedes lo saben muy bien acá en Mar del Plata, de un 25 por ciento de desocupación, de un 60 por ciento de pobreza, de un 27 por ciento de indigencia”.

Kirchner redondeó su visita conociendo la planta procesadora de pescado Solimeno y luego se dirigió al complejo de 172 viviendas inaugurado pocos días atrás en la periferia oeste de Mar del Plata. El tiempo no lo acompañó. Pero pese a la llovizna y al frío hubo militantes que se acercaron para saludarlo y sacarse fotos. Para despedirlo le cantaron la marcha peronista en una versión a capela, como paliativo a la prohibición judicial a la oficial de Hugo del Carril.

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