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El país|Jueves, 11 de junio de 2009
Cobos recibió a De Narváez y fue criticado por sus aliados

Furia panradical con Cleto

Pese a la competencia electoral entre el Acuerdo Cívico y Unión-PRO en la provincia, el vicepresidente le brindó “solidaridad” a De Narváez. “Era previsible. Que sea un aprendizaje”, dijo Carrió. Para Stolbizer, fue “muy poco feliz”.

Por Werner Pertot
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“Es un deber recibir a los legisladores”, se defendió Cobos. “Me expresó su solidaridad”, contó De Narváez.

Julio Cobos le dio su voto no positivo al Acuerdo Cívico y Social de la provincia de Buenos Aires. El vicepresidente recibió en su despacho del Senado a Francisco de Narváez, quien dentro de la oposición es el principal adversario de la fórmula de Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín. La reunión se dio luego de las tensiones internas por la eliminación de las colectoras cobistas. En la UCR y en el GEN no escondieron su furia ante el encuentro y la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, se posicionó en el espacio como la presidenciable que no defeccionará. “Que sea un aprendizaje”, les dedicó a sus aliados radicales.

El mismo día que el candidato de Unión-PRO había sido citado por la Justicia, el vicepresidente lo recibió en su despacho. El encuentro fue solicitado por De Narváez y en su entorno juraron y perjuraron que el convite estaba pautado de antemano. “Cobos me expresó su solidaridad por lo que está pasando en la campaña y se lo agradecí mucho”, aclaró De Narváez, aunque a renglón seguido sostuvo: “No discutimos cosas de la campaña. Hablamos de lo que hablan los políticos de fuerzas diferentes, de la vocación de construir consensos en el Congreso, de trabajar en proyectos comunes que beneficien la vida de los ciudadanos”.

El candidato de Unión-PRO insistió en que el encuentro fue para “acordar una agenda común”. En su entorno, advirtieron que el empresario busca fijar una estrategia para la “transición ordenada” posterior al 28 de junio. “El oficialismo no va a tener quórum propio. Tenemos que prepararnos para los meses que van desde junio a diciembre, para frenar las iniciativas que el Gobierno quiera meter”, detallaron.

“Lo anormal en un país es que los dirigentes no dialoguemos”, se atajó De Narváez. Cobos también ensayó una justificación. “Es un deber de todo funcionario público recibir a los legisladores, sean del partido que fueren”, se defendió el vicepresidente, quien recibió también críticas del oficialismo (ver aparte). “En democracia, el diálogo es prioritario: pensar la política en términos de amigos o enemigos es propio de otros tiempos”, remarcó.

Sin embargo, a los aliados del vicepresidente no se les escapó que le dio un espaldarazo al principal competidor del Acuerdo Cívico y Social en la provincia, cuando intentan acortar la distancia. Visiblemente molestos, Carrió y el titular del Comité Nacional de la UCR, Gerardo Morales, hicieron escuetos comentarios al bajar de un avión en el que viajaron a Santa Fe para una recorrida de campaña. “Era previsible: se prendieron las luces y los personajes quedaron iluminados. Que sea un aprendizaje”, le contó las costillas a Cobos la líder de la CC. “Sin comentarios”, se excusó el senador radical, aunque trasuntaba furia. “Es poco feliz. Muy poco feliz”, se limitó a decir a Página/12 una muy disgustada Stolbizer, cuando se enteró del encuentro.

Después de la polémica por la impugnación a las colectoras cobistas por parte de la UCR, la sensación en el espacio es que Cobos les devolvió la gentileza. “Pero también perjudica a sus propios candidatos, salvo que haya decidido abandonarlos”, apuntaban. Hace unos días, el vicepresidente se distanció del radicalismo que “está anclado en cosas del pasado, que no le hacen bien, como las viejas estructuras que no permiten que haya gente nueva.” En la CC estimaron que, tras las elecciones, el dirigente piensa virar hacia un acuerdo con parte del peronismo disidente, que podría incluir a Felipe Solá. “Y se va a equivocar”, advertían.

Los colaboradores de Stolbizer tampoco ahorraron críticas. Consideraron que la posición del Acuerdo sobre la causa de la efedrina siempre fue que es parte de una interna del PJ y de “una guerra entre bandas ligadas al financiamiento de la política por el narcotráfico”. Y que, con su decisión, Cobos tomó partido por una de esas “bandas”. Tampoco los convence el argumento de que se reunieron porque “el diálogo es prioritario”. “Lo del diálogo es para la gilada”, se sinceraban en la CC. “La actitud de Cobos no convence a nadie”, decían en el GEN.

El encuentro mejoró la posición de Carrió en la interna que se viene con Cobos por el liderazgo del espacio panradical. En su entorno, de todas formas, piensan que no hay que adelantar esa interna. Pero ya se ocuparán de capitalizar este encuentro.

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