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El país|Miércoles, 13 de noviembre de 2002

Mirás le ganó a Bergoglio y reemplazará a Karlic

Tres ruedas de votación fueron necesarias para que los obispos eligieran al sucesor de Estanislao Karlic al frente de la Conferencia Episcopal. El arzobispo de Rosario Eduardo Mirás es el nuevo presidente.

Por Washington Uranga
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El arzobispo de Rosario, Eduardo Mirás.
Bergoglio y Castagna serán los vicepresidentes.
Apenas treinta minutos fueron necesarios para que los obispos católicos, reunidos en asamblea plenaria y con la ayuda de un moderno sistema electrónico para el procesamiento de los votos, eligieran a los nuevos miembros de la Comisión Ejecutiva del Episcopado para los próximos tres años con Eduardo Mirás, arzobispo de Rosario, como presidente de la Conferencia Episcopal. A pesar de la rapidez del procedimiento, Mirás necesitó de tres vueltas de votación para vencer al cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, quien finalmente fue elegido como vicepresidente primero. El equipo directivo de los obispos se completó con Domingo Castagna, arzobispo de Corrientes, en la vicepresidencia segunda, en tanto que el obispo auxiliar de Buenos Aires, Guillermo Rodríguez Melgarejo, fue reelecto para un segundo período en la secretaria general.
Mirás y Bergoglio aparecían en las conversaciones previas como los dos más firmes candidatos para la presidencia, pero el cardenal porteño surgía a primera vista como el hombre que concitaba las mayores adhesiones, atendiendo a su destacada condición de cardenal y de arzobispo de Buenos Aires. De hecho la diversidad de criterios entre los obispos votantes -aproximadamente un centenar– quedó en evidencia en la necesidad de recurrir a una tercera votación para imponer a Mirás. De acuerdo con el estatuto de la Conferencia Episcopal para elegir a un candidato en las dos primeras rondas de votaciones, se requiere una mayoría de dos tercios, en tanto que en la tercera vuelta es suficiente con la mitad más uno.
Mirás, que mañana celebrará en San Miguel su cumpleaños número 73, es considerado uno de los teólogos más sólidos de la Conferencia Episcopal y como parte de ese reconocimiento sus pares le han confiado en los últimos tiempos la elaboración de varios borradores convertidos luego en pronunciamientos episcopales. El nuevo presidente del Episcopado es obispo desde 1984, fue promovido a arzobispo de Rosario en 1993 y desde 1996 hasta la fecha ha ocupado sucesivamente la vicepresidencia segunda y primera de la Conferencia Episcopal. Sucederá en el cargo a Estanislao Karlic quien presidió durante los últimos seis años el máximo organismo episcopal y su reelección ya no era posible porque lo impiden los estatutos.
En una primera lectura acerca de los resultados de los comicios en el Episcopado, algunos de los mismos actores reunidos en San Miguel sumaron argumentos para hablar del reconocimiento que Mirás ha ganado entre sus pares pero también de las resistencias que la figura del cardenal Bergoglio sigue teniendo entre varios de sus colegas. A todo lo anterior hay quienes agregan la inconveniencia de concentrar demasiado poder en la figura del cardenal Bergoglio que, en su sola condición de arzobispo capitalino, mantiene fluidos lazos con todos los niveles del poder político y social. La reelección de Rodríguez Melgarejo en la Secretaría General –que se concretó en la primera vuelta con una mayoría de dos tercios– significa un claro respaldo a su gestión de los últimos tres años, a pesar de las observaciones críticas de algunos de los obispos.
Domingo Salvador Castagna, arzobispo de Corrientes, 71 años, es la figura nueva dentro del equipo de conducción del Episcopado. Su elección se concretó en la segunda vuelta con el apoyo de los dos tercios de los votantes. Castagna es obispo desde 1978, cuando fue designado auxiliar de Buenos Aires. En 1984 fue trasladado como titular de la diócesis de San Nicolás y en 1994 nombrado como arzobispo de Corrientes. Junto con el obispo de Jujuy, Marcelo Palentini, y con el obispo de Lomas de Zamora, Agustín Radrizzani, es uno de los últimos tres prelados que se sumaron a Juan Carlos Maccarone, Artemio Staffolani y Jorge Casaretto, en la comisión que el Episcopado destinó al seguimiento del Diálogo Argentino.
En la homilía inaugural de la asamblea plenaria que se encuentra reunida en San Miguel, el presidente saliente, Estanislao Karlic, hizo un balance de su gestión destacando “la presencia episcopal en el campo doctrinal de lo temporal, que ha constituido un verdadero magisterio social” y rescatóla iniciativa del Diálogo Argentino que “fue, sin duda, un hecho fuera de la pastoral ordinaria”. Para Karlic, el Diálogo Argentino “fue una decisión riesgosa tomada con madura reflexión y que, aun reconociendo que sus frutos son limitados, han tenido un resultado muy valioso” porque “ha contribuido a profundizar el diálogo como instrumento para hacer el tejido social”.
En la misma ocasión Karlic ratificó que “el diálogo, que es anterior a la sociedad y debe ser una actitud permanente en ella, ha de ayudar a hacer una sociedad más transparente, confiada y pacífica” y destacó “la actividad generosa, incansable de Cáritas, en tareas de promoción y asistencia en toda la Nación”.
Las elecciones de los obispos se completarán en los próximos días hasta completar la presidencia de todas la comisiones, entre las que se destacan por su importancia las de Pastoral Social, Fe y Cultura, Educación Católica y Comunicación Social.

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