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El país|Lunes, 6 de julio de 2009
El gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, analiza la reorganización del peronismo

“Al PJ lo conduce la Presidenta”

Capitanich sostiene que el Partido Justicialista no puede tener una agenda paralela a la del gobierno nacional. Por eso sostiene que la conducción le corresponde a Cristina Kirchner. Y que ella debe convocar a los gobernadores.

Por Alejandra Dandan
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Jorge Capitanich fue uno de los gobernadores peronistas ganadores en las elecciones del domingo.

Jorge Capitanich siempre fue uno de los gobernadores mimados del kirchnerismo y aliado en esta campaña electoral. El domingo 28 de junio ganó la compulsa legislativa en Chaco. El resultado lo ubicó entre los jefes territoriales cercanos al Gobierno que salieron a buscar aire y espacio en el interior del Partido Justicialista. En diálogo con Página/12, el gobernador de Chaco reniega un poco de ese rol. Se queja de quienes buscan establecer desde el PJ una “agenda paralela” al Gobierno, se pliega a quienes piden alejar las internas hasta 2011 y repite para quien quiera oír que Daniel Scioli no es la conducción del Partido: “El PJ es el partido de Gobierno que no puede tener una agenda propia o paralela y lo conduce la Presidenta de la Nación como responsable máxima del ejercicio de gobierno”.

–¿Qué piensa de la renuncia de Néstor Kirchner al PJ?

–En primer lugar me pareció una decisión de carácter personal: no era absolutamente necesario ni imprescindible. Fue una decisión personal, que la ha planteado para poder moverse en un frente mucho más amplio sin ligazón ni ataduras al justicialismo estrictamente. Pero me parece que eso ha generado las condiciones para tratar la cuestión con extrema prudencia. Mi visión, y se lo he transmitido a la Presidenta y a él mismo, es que una derrota electoral en elecciones legislativas la han tenido mucho de los presidentes a nivel mundial y eso no significa la muerte de nadie. Por el contrario, uno debe percibir y entender los resultados de las urnas y luego establecer las acciones necesarias para que eso eventualmente pueda modificarse en el próximo escenario electoral. Eso es lo que tenemos que hacer, es mi lectura. Pero creo que ahora lo que es necesario plantear es que el PJ es el partido de gobierno, no puede tener una agenda propia ni paralela, y que quien conduce al conjunto es la Presidenta de la Nación como responsable máxima del ejercicio de gobierno.

–¿Es un reproche a Daniel Scioli? ¿Estuvo de acuerdo usted con esa designación?

–Como hemos hablado con Daniel, en definitiva, eso no significó que exista una transferencia del poder de uno a otro sino que lo que hay es el cumplimiento estricto de una cuestión formal. El vicepresidente del partido era Daniel y consiguientemente asume la presidencia. Yo era el vicepresidente primero, asumo la vicepresidencia del partido pero todos reconocemos objetivamente la necesidad de establecer las condiciones necesarias para fortalecer la gobernabilidad, apoyar a la construcción estratégica de la Presidenta y generar las condiciones de diálogo interno con los distintos actores políticos.

–Usted refuerza la figura de la Presidenta, ¿pero su posición implica restarle poder a Scioli porque no ganó?

–Mi percepción es la siguiente: tenemos que separar la cuestión del justicialismo en dos partes. Primero, los que legítimamente quieren aspirar a la presidencia de la Nación para el 2011, naturalmente lo pueden hacer y pueden competir como ciudadanos.

–¿Eso son las internas?

–Sí, pero para el 2011. Ahora bien, hoy tenemos que poner el énfasis en el respaldo a la gobernabilidad que significa respaldo a la Presidenta para que nosotros podamos gobernar bien tanto la Nación como las provincias y los municipios para resolver los problemas de la gente y eso significa una agenda en común. Eso significa iniciativas legislativas para el Congreso por un lado, otras que tienen que ver con la actividad económica, la promoción del empleo. Y me parece que hay que dedicarse a gobernar, no a hacer políticas partidarias.

–¿Eso funcionaría a través de un consejo de asesores?

–No, yo creo que están dadas las condiciones. La Presidenta de la Nación lo tiene que analizar, pero la idea central es que ella convoque a los gobernadores –quizá primero a los gobernadores del mismo signo político– para trabajar en una agenda en común.

–¿Eso significa de alguna manera que ustedes, que son los gobernadores que ganaron el domingo 28, van a priorizar ponerle el hombro al Gobierno?

–Pero por supuesto porque me parece que sería un acto completamente irresponsable pretender generar una agenda paralela o restar apoyo. Por el contrario, el éxito de nuestras respectivas gestiones en las provincias tiene que ver con la ejecución de obras, financiamiento nacional, y acciones del gobierno nacional. Por lo tanto, lo que tenemos que hacer es respaldar la gobernabilidad y trabajar juntos para que la Argentina le vaya a bien.

–A su criterio, el Gobierno decodificó bien el “mensaje de las urnas”, como usted mismo dijo poco antes.

–Yo he tenido dos conversaciones muy profundas, tanto con Cristina como con Néstor Kirchner. Ellos hacen una evaluación objetiva de la multiplicidad de factores que influyeron porque en cualquier elección hay factores multicausales, no hay monocausas. Pero sí creo que hicieron un análisis muy pormenorizado que tiene que ver con cuestiones como los estilos y la gestualidad política hasta con problemas de fondo. Son personas experimentadas y están procesando adecuadamente el mensaje de las urnas.

–Se dijo que usted la criticó a Cristina Kirchner por la conferencia de prensa del día después de los comicios.

–No es lo que yo dije. Lo que hablé profundamente con la Presidenta respecto a los temas de las elecciones, es que creo que la crisis del campo tuvo incidencia en el resultado. Eso se tradujo en incertidumbre en la actividad económica del interior y a su vez eso impactó en los apoyos. Es cierto que es necesario reconocer que la gente no vota por lo hecho sino por el futuro, o sea hay muchos factores.

–Néstor Kirchner dijo que quiere volver recorrer el país. ¿Qué le pareció?

–Me parece legítimo. Lo que plantea él es no encerrarse en una estructura política, tener una mirada mucho más abierta, recorrer el país. ¿Qué me dice a mí Kirchner? “Esto me permite a mí, como me pasó en el conurbano, entrar en un centro de salud y caminar porque así podemos ver una serie de cuestiones, como lo que pasa en una escuela”. Me contó el caso de una escuela técnica, creo que de Lomas de Zamora, donde ya se dispuso que comience una construcción. Entonces, están desde esas cuestiones pequeñas como la recorrida y la mirada sobre un centro de salud, un tema de producción, el sistema educativo. Verlos, mirar desde una fábrica hasta el funcionamiento del sector agropecuario en determinados lugares, y me parece que ese rol va a ser muy importante para él.

–Eso lo implica a Kirchner como parte de un proyecto en 2011. ¿Lo ve así?

–El 2011 es un final abierto, no hay que descartar nada.

–Usted mencionó varias veces que no hay o no puede haber gobierno “paralelo”: ¿Lo dice por las llamadas que se hicieron en estos días los gobernadores que ganaron en sus provincias y por la pelea dentro del PJ?

–No hablo de gobierno sino de agenda. Lo que digo es que es necesario tener nítida la conducción política. La conducción nítida es de la Presidenta de la Nación. Y eso es un problema de gestualidad y de convicción porque de lo contrario se dispersa el poder, se esmerila el poder.

–¿Cuál cree que debería ser el lugar de Eduardo Duhalde en todo eso?

–Lo respeto mucho como ex jefe de la Nación pero la construcción del futuro del peronismo recae en nuevos espacios generacionales.

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