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La reunión del Consejo Directivo de la CGT funcionó como un signo de los tiempos. La expectativa estaba puesta en quiénes se harían eco de la convocatoria del secretario general Hugo Moyano y quiénes optarían por no asistir. El resultado confirmó las hipótesis previas. La mayoría de los gremios afiliados a la CGT respondieron al llamado de Moyano, entre ellos los metalmecánicos de Smata y los metalúrgicos de la UOM. Sin embargo, algunos dirigentes con influencia en el mapa sindical, como Armando Cavalieri (mercantiles), Oscar Lescano (Luz y Fuerza), Andrés Rodríguez (UPCN) y José Pedraza (Unión Ferroviaria) decidieron ausentarse para mostrar un gesto de distanciamiento. Fue una señal de malestar dirigida a Moyano. Tampoco asistió Gerardo Martínez (Uocra), aunque envió a una abogada de confianza que trabaja para su gremio. Tras digerir esas ausencias, que no sorprendieron demasiado, el Consejo Directivo aceptó la invitación a participar del consejo económico y social y confirmó que el lunes 27 de julio se congregará nuevamente el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil. El propio Moyano ya anticipó que la CGT presionará para que el nuevo piso salarial suba de 1240 a 1450 pesos.
La reunión comenzó a las 16 en el sala del Consejo Directivo, ubicada en el cuarto piso de la sede de Azopardo. Era el primer encuentro formal de la cúpula cegetista tras las elecciones del 28 de junio. Por eso, tras saludar a los presentes, Moyano pidió un aplauso para los dirigentes de la CGT que habían sido electos en las urnas: el halago incluyó a Omar Plaini (canillitas), electo diputado nacional por el Frente Justicialista para la Victoria; a Jorge Mancini (trabajadores del Ceamse), quien asumirá como diputado provincial en la Legislatura; a Claudio Palmeyro (taxistas), electo como legislador porteño, y también a Julio Piumato (judiciales), ex tercer candidato a diputado nacional por la lista que encabezaba Carlos Heller. Aunque el 11 por ciento que obtuvo Heller no le permitió ingresar para el mandato que comenzará el 10 de diciembre, Piumato podrá darse el gusto de ser diputado: completará el mandato de Jorge Coscia, que renunció para asumir como secretario de Cultura de la Nación.
En la reunión también hubo felicitaciones para el flamante director-gerente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde. Abogado laboralista, militante de la Juventud Peronista, asesor letrado de la CGT, Recalde ya empezó a acostumbrarse a las críticas. El miércoles a la noche, el diputado Claudio Lozano había cuestionado la designación de Recalde al frente de la empresa reestatizada.
“Se están manejando muy mal. Creo que debemos tener una aerolínea de bandera, pero no se puede no tener un plan aeronáutico, no tener un plan de desarrollo del transporte y poner plata sin saber dónde termina yendo. Y encima nombrando a un abogado laboralista para gestionar la empresa. Estamos en un terreno de disparate”, habían sido las declaraciones de Lozano, hombre de Proyecto Sur. Ayer, el joven Recalde recibió un respaldo por parte de la cúpula de la CGT.
El repaso de ausencias y presencias reflejó el estado de debate interno en que quedó el sindicalismo peronista tras la elección del 28 de junio. Aparte de los hombres provenientes del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA) de los ’90, el moyanismo que hoy está agrupado en la confederación de sindicatos del transporte, también fueron de la partida dirigentes de gremios importantes como los metalúrgicos Antonio Caló y Juan Belén (UOM), Amadeo Genta (municipales) y José Rodríguez (Smata), entre otros. Entre el temario de la charla, el Consejo Directivo incluyó la necesidad de modificar la actual Ley de Riesgos del Trabajo: para eso se instruyó al equipo de abogados de la CGT, que encabeza el también diputado Héctor Recalde, para que impulse un proyecto nuevo sobre el tema. “La ley que está vigente tiene más de veinte observaciones de inconstitucionalidad”, aseguró a Página/12 uno de los presentes.
En la reunión también se comentó la solicitada firmada por más de cien organizaciones gremiales que ayer apareció en dos diarios. La solicitada en cuestión convoca a defender el modelo económico basado en “la producción, el trabajo, el salario y el consumo”. El documento contenía críticas al jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y también, en cierta medida, a la Mesa de Enlace agropecuaria. “En estos días, los intereses económicos que estaban agazapados acentuarán la presión sobre el gobierno nacional. Esos intereses vienen por una nueva devaluación, pretenden la eliminación de las retenciones a la renta extraordinaria, anhelan reducir el gasto público y acotar las paritarias”, advertía uno de los párrafos.
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