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En el segundo día de protestas en la capital de Córdoba, otras once personas fueron detenidas tras nuevos choques entre trabajadores municipales y la policía. El conflicto es por el recorte de horas extras y adicionales dispuesto por el intendente Daniel Giacomino, quien quiere limitar al 50 por ciento el presupuesto destinado al pago de salarios. Ante los nuevos disturbios, la Secretaría de Trabajo abrió una instancia de mediación. La intendencia y los municipales estuvieron reunidos durante dos horas. No llegaron a un acuerdo, pero dijeron que retomarán las negociaciones esta tarde.
Fuentes de la Secretaría de Trabajo no descartaron que durante el día de hoy sea dictada una conciliación obligatoria. La situación entró en un punto difícil de resolver luego de que el intendente, en reacción por las protestas del lunes, decidiera el despido de 46 empleados, 20 de ellos de planta permanente, como sanción por los hechos. Ese día los manifestantes tiraron piedras contra los edificios municipales y rompieron sus vidrios, actos calificados de “vandálicos” por Giacomino. A pesar de que en Córdoba no han escaseado las protestas municipales, en especial en la época del menemista Germán Kammerath, los despidos como sanción por estos motivos no tenían precedentes desde el ’83, según apuntaban ayer en el gremio.
Los nuevos incidentes ocurrieron cuando la policía reprimió con balas de goma a manifestantes que tiraron piedras y bulones contra los uniformados en el barrio Observatorio, donde funcionan dependencias como la de Obras Públicas. La protesta fue dispersada por miembros del cuerpo de elite Eter, efectivos de la Guardia de Infantería, bomberos y perros. Un policía resultó herido al recibir el impacto de una piedra en la cara.
Mientras se producían los choques, los servicios de la municipalidad permanecieron prácticamente sin actividad por el quite de colaboración general de los afiliados al sindicato Suoem. No hubo atención al público en las oficinas administrativas y sólo se mantuvieron guardias mínimas en las áreas de salud, redes sanitarias y cementerios.
La mediación de la Secretaría de Trabajo se abrió luego de que fracasaran intervenciones de la Justicia y un intento de diálogo en la municipalidad. El conflicto es de índole salarial –el vocero del Suoem, Damián Vizzi, detalló que el recorte de horas extras y adicionales “en algunos casos llega al 55 por ciento”–, pero tiene además componentes políticos, ya que el intendente culpabiliza a su antecesor, Luis Juez, de haberle dejado una planta municipal excesiva.
La pulseada entre los municipales y el intendente lleva 42 días. El lunes, durante la primera jornada de disturbios, hubo 23 detenidos. A este frente de conflicto gremial ayer se sumó además uno judicial, ya que un fiscal imputó al secretario general del Souem, Rubén Daniele, de incitación a la violencia. El fiscal Alejandro Moyano lo acusó por haber advertido públicamente que se agravarían las protestas. “Preparen todas las cárceles de Córdoba”, fue la frase del dirigente por la que le abrieron la causa. Tras ser citado a declarar, el sindicalista se presentó anoche en la Unidad Judicial 2 acompañado por 50 delegados del gremio y en medio de un fuerte operativo de seguridad. Ayer por la mañana hubo además una concentración frente a los tribunales de la provincia para exigir la libertad de los detenidos, quienes están imputados de “daño calificado” de bienes públicos y “resistencia y agresión a la autoridad”, entre otros delitos.
El gremio confirmó que hoy continuará con retención de servicios y asambleas en los lugares de trabajo. Los representantes del sindicato y la intendencia están citados a reanudar las negociaciones en la Secretaría de Trabajo esta tarde, a las 16.
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