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El país|Domingo, 24 de noviembre de 2002
EL PLAN PARA POSICIONAR A LA PRIMERA DAMA

“Chiche” santísima

Además de armar el mapa de la hiperpobreza y morigerar la desnutrición infantil, el Gobierno aprovechará para armar la imagen de Hilda González. Posible candidata.

Por Sergio Moreno
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“Hay que reconstruir la autoridad social en la Argentina. Y vamos a intentar hacerlo en la figura de Chiche. Para qué servirá eso lo veremos después”. El asesor del Gobierno esto dijo a Página/12 no bien las puertas del despacho del secretario General de la Presidencia, José Pampuro, se cerraron tras de sí. El hombre había participado de una reunión donde se organizaba el megaoperativo de asistencia sanitaria y alimentaria que mañana desembarcará en Tucumán y cuyo responsable designado por Eduardo Duhalde es, precisamente, Pampuro. La movida cuenta con todo el esfuerzo del Estado y tiene como objetivo morigerar la desnutrición, armar un mapa nacional de la hiperpobreza y, además, instalar la figura de la primera dama, Hilda González, como una especie de deus ex machina social, cuya intervención es necesaria para cambiar el curso de la historia (en este caso, de injusticia). Los réditos que se obtengan de esta estratagema, piensan en el Gobierno, redundarán en la lucha electoral, sea nacional o provincial (bonaerense, of course).
Como parte de la movida, el Gobierno contrató a la consultora Equis para que mida –mediante encuestas telefónicas en el área metropolitana– la ponderación ciudadana ante la política social y sanitaria, durante cada uno de los 70 días que dure el operativo de marras. El mismo excederá largamente el territorio tucumano, tal como ayer lo anunció el Presidente. “Se va a extender por todo el país porque tenemos que aprovechar la sensibilidad que ha despertado el tema (la desnutrición infantil) para que no queden chicos que no estén controlados ni bien nutridos”, dijo Duhalde en su programa radial de los sábados.
“El Gobierno, mil médicos, los soldados, los helicópteros; va a parecer Apocalypse Now, pero con Chiche en lugar de Martin Sheen”, comentó un funcionario que gusta de ejercitar la ironía. El mismo reveló a este diario que la intención oficial es exceder los 70 días de intervención. “La idea es formar una trama institucional que dure hasta el final del Gobierno”, dijo.
“Operativo Rescate”, tal como lo bautizaron en la Casa Rosada, será una intervención directa de unos 1.500 médicos, asistentes sociales, enfermeras, estudiantes universitarios voluntarios y 400 miembros del Ejército. Todos comandados por Pampuro, quien obtuvo la nominación a dicho cargo por su doble condición de médico y hombre de confianza de Duhalde. El secretario general mensura bien la responsabilidad que le han tirado. “Me siento como el rengo aquel que estaba en medio de la multitud cuando se escaparon varios leones hambrientos. La gente salió disparando y el rengo gritaba: `No corran que es peor, no corran que es peoeoooor...’”, confesó el jueves a sus amigos.
Uno de ellos trató de calmarlo.
–Por si sale mal, vos tenés que decir que sos cirujano– le dijo.
–¿Cirujano? ¿Para qué?– se asombró el hombre de confianza de Duhalde.
–Podés decir que venís a cortarle las bolas a (Julio) Miranda–, chanceó su interlocutor, poniendo al gobernador tucumano en el sitio de la ofrenda sacrificial.
Los colaboradores de Pampuro saben que su jefe, que es además médico personal del Presidente, llevará en el operativo una carga pesada. “Si sale mal será su culpa; si sale bien será un logro de Chiche”, dicen.
Sin embargo, otros integrantes del Gabinete consideran que Chiche no las tiene todas a su favor ni está tan resguardada. “Ella solía llegar a las provincias como una topadora. Y, usted sabe, los gobernadores son tipos jodidos, susceptibles; uno no puede llegar a los empujones, uno debe arreglar la manera en que llega, cuáles serán las actividades y hasta el lugar que cada uno ocupará en la foto. Al nombrar a Pampuro, Duhalde ha privilegiado a un operador político, que además es médico, para mantener la buena sintonía con los gobernadores”, especuló ante Página/12 un ministro que conoce el tema. Ese supuesto cuidado de Duhalde para con su mujer en relación con los gobernadores, reconoce un pasado. Otro miembro del Gabinete recordó que cuando Duhalde asumió la Presidencia y Felipe Solá la Gobernación de Buenos Aires, Chiche le pidió a su marido mantener la jefatura de las manzaneras. “Tanto le rompió Chiche que Duhalde llamó a Felipe y Felipe se comprometió a llamar a Chiche. Felipe nunca la llamó; pero Chiche sí. Entonces, Felipe la invitó a almorzar a La Plata para hablar del tema. En ese almuerzo no se llegó a nada. El resultado de todo eso es que Chiche no maneja a las manzaneras, el que está a cargo es Mariano West (ministro de Trabajo provincial). ¿Usted cree que si Duhalde hubiese presionado en serio Chiche no habría obtenido lo que quería?”, relató y preguntó –con implícita respuesta– el funcionario a este diario.
Piquete y hambre
Duhalde suele chancear a Pampuro cuando de su profesión se trata. “Pepe, me siento mal, llamemos a un médico”, ironiza el Presidente. El jueves pasado, Duhalde prestó oídos al desarrollo que hacía Pampuro sobre el Operativo Rescate. “Primero tenemos que ver cuántos son, hay que buscarlos, ubicarlos, armar un padrón, clasificarlos, hacer un mapa de la hiperpobreza. Esta es gente que tiene cero de promoción social encima, que ni siquiera tiene una cultura de supervivencia hacia los chicos; es una especie de lumpempobreza. Hay que meterlos en la trama institucional”, decía el secretario General.
Uno de los asesores de Pampuro es el sociólogo Artemio López, titular de Equis, quien le acercó su teoría del piquete como organizador social. Sin coincidir con la metodología de los cortes de ruta, López argumentó ante Pampuro y su segundo, Juan Carlos Mazzón, que en los piquetes no hay desnutrición. “El piquete reorganiza a la familia, arma una dieta cuya prioridad son los chicos. Con el corte de rutas los piqueteros y sus familias se reenganchan en el mundo. El piquete tiene este fin social adicional, es una de las consecuencias de esa organización. Una comunidad se empobrece cuando, además de bajar de escalón social, se desorganiza y se desconecta”, expuso López a sus contertulios.
“El Operativo Rescate apunta también a eso, a reengancharlos en el mundo”, repitió Pampuro a Duhalde. El viernes, Duhalde dijo en conferencia de prensa que la desnutrición “se supera con organización social”.
Candidatos
“A Chiche hay que convencerla de ser candidata. Quedó escaldada después que perdió” en la campaña de 1997, especulaba un miembro del Gabinete que no cree que la primera dama acceda fácilmente a intervenir en la tenida electoral.
Pragmáticos y con cuestiones más urgentes –si se cumple el cronograma aprobado por el Senado esta semana el tiempo con que cuenta el Gobierno para crear un candidato anti-Menem ha dejado de medirse en eternidades–, en Balcarce 50 sostienen que la faena a la cual se ha lanzado el Gobierno no solamente es noble sino que saldrá bien y que la mujer del Presidente quedará en inmejorables condiciones de ser candidata. ¿A qué? “Veremos”, responden. Chiche ya dijo que podría ser a vicepresidenta. Pero Duhalde casi desechó esa posibilidad (así lo dijo a los medios cuando visitó la República Dominicana, la semana pasada). ¿Entonces? Nada se descarta, pero las miradas apuntan a la provincia de Buenos Aires. Podría ser la compañera de Fórmula de Felipe Solá. O, por qué no –dicen en Gobierno– quien encabece esa boleta. Para las elecciones provinciales sí faltan siglos y lo que ocurra en La Plata dependerá del resultado de la elección nacional, que (supuestamente) será el 27 de abril de 2003.
Convencido de que no habrá comicios internos en el peronismo, Duhalde (que será uno de los artífices de que ello ocurra) se toma un poco más de tiempo para definir la fórmula que lleve sus colores. Quien sintió esa frenada fue el gobernador de Santa Cruz. Néstor Kirchner está dispuesto a cerrar con el Presidente pero tiene sus reparos. “Lupín no quiere ser un segundo De la Sota, que salió con los colores del Gobierno y no levantó más”, contó uno de sus confidentes. Kirchner, que en estos tiempos se ha vuelto bastante desconfiado, duda de la estrategia de quien sigue siendo su fantasma, Carlos Reutemann. El “Lole” mantiene la condición de candidato de varios en la administración central, y hay quien dice que el propio Duhalde aún no ha desechado la idea de convencerlo. “Mi candidato sigue siendo Reutemann, se lo dijo a CQC”, dijo a Página/12, el jueves, un importante ministro. “Si sí, te doy la primicia: voy a ser candidato”, había dicho el ex corredor en dicho programa, entre risas.
Kirchner especula cada vez que algún candidato que no sea Carlos Menem repunta un poco, Reutemann da algunas señales, siempre equívocas, sobre su posible participación. El santacruceño cree que hace eso deliberadamente para, finalmente, favorecer a Menem. “‘Lole’ boludeó, boludeó y mientras tanto el Gallego (De la Sota) está en el fondo del mar”, dicen a su alrededor, abonando a su teoría.
La incertidumbre durará un tiempo más. El Presidente y su tropilla mantendrán la mirada en los números que mensurarán la ponderación de las tareas sociales de su administración (política de medicamentos genéricos, plan Jefes y Jefas, Operativo Rescate) y de la primera dama.
Esto empezará mañana, cuando bajen los helicópteros sobre el monte tucumano. The Doors cantaban, al principio de Apocalypse Now, “This is the end”. En este caso, this is the beginning.

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