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El país|Lunes, 25 de noviembre de 2002
LA MUJER DE JUAREZ PODRIA ASUMIR EN SANTIAGO DEL ESTERO

Nina va en camino a la gobernación

Hoy el mandatario Carlos Díaz renunciará formalmente al cargo. El juarismo dice que Mercedes Aragonés, vicegobernadora electa, tomaría su llugar en diciembre. Hasta entonces asume Darío Moreno.

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Carlos Juárez y su mujer Mercedes Marina Aragonés junto a Carlos Díaz, cuando entre los tres no existían cortocircuitos.
La vicegobernadora electa Mercedes Marina Aragonés de Juárez, más conocida por los santiagueños como “Nina” o “La Protectora”, podrá convertirse el 12 de diciembre en la primera mujer en gobernar Santiago del Estero. Sería la forma en que el veterano caudillo Carlos Juárez conjugaría la crisis política creada en la provincia que explotó el sábado con la renuncia indeclinable del gobernador Carlos Díaz, quien había asumido apenas 23 días atrás. Díaz presentará hoy su dimisión y provisoriamente asumirá en su lugar el presidente de la Legislatura, Darío Moreno.
Con el padrinazgo del juarismo, Díaz había arrasado en las elecciones de septiembre pasado con un porcentaje cercano al 70 por ciento de los votos. Pero, al parecer, algunos movimientos inconsultos de Díaz le habrían hecho ganarse la desconfianza de los Juárez casi de inmediato. Resultó sorpresivo que Nina Aragonés, que además de esposa de Juárez desde hace 50 años es la jefa de la Rama Femenina del PJ de Santiago, no participara de la ceremonia de asunción pese a que había sido electa vicegobernadora.
Para no asumir, Nina argumentó problemas de salud, una justificación ya gastada por el matrimonio. Juárez y su esposa eran gobernador y vice en el 2001 cuando renunciaron para presentarse como candidatos a senadores, también justificándose en problemas físicos. En su reemplazo asumió, provisoriamente, el ahora renunciante Díaz, un médico pediatra de la ciudad de La Banda que había resultado electo diputado. Como era de prever, Juárez y Nina ganaron con facilidad la elección para senadores, pero ni llegaron a instalarse en Buenos Aires. Juárez renunció a los dos días y su esposa ni siquiera juró. El motivo: problemas de salud.
Por eso, cuando hace tres semanas Nina le pidió a la Legislatura provincial una prórroga para asumir la vicegobernación por culpa de una bronquitis nadie se sorprendió mucho. Aunque en este caso había que interpretar el pedido como una quita de apoyo del juarismo al gobernador Díaz, a quien ya tenían para señalarle varias “traiciones”. Hay que aclarar que en Santiago del Estero hacer cualquier cosa que no sea lo que ordena Juárez es una “traición”.
Para atacar a Díaz el juarismo se aprovechó de un caso policial en el que se vio envuelto el cuñado del gobernador, Fernando Sibilat, dueño de un prostíbulo y acusado de matar de un balazo a una joven de 17 años. “No importa si es pariente, sino que se haga justicia”, se defendió Díaz cuando se conoció la noticia. Pero lo cierto es que a partir de ese día Juárez volvió a moverse como si estuviera a cargo de la gobernación, dando conferencias de prensa y explicando sus gestiones en la Capital Federal.
La situación se precipitó con una carta abierta del PJ santiagueño aparecida en el diario El Liberal, dirigida en tono de clamor hacia Nina Aragonés. “Habiéndonos anoticiado con gran consternación y preocupación acerca de su decisión de renunciar al cargo de vicegobernadora electa por nuestra provincia a causa de una inconducta moral de la superioridad que la agravian y la ofenden, venimos a solicitarle reconsidere su postura habida cuenta de la necesidad imperiosa de contar con su irreemplazable figura y presencia en el sitial que ocupa”, reclamaba el PJ.
Con una amenaza de juicio político sobre su cabeza, Díaz no aguantó la presión y cerca de la medianoche del viernes anunció que el lunes –por hoy– a las 9.30 presentaría su renuncia indeclinable. El titular de la Legislatura provincial, Darío Moreno, asumirá provisoriamente en el cargo hasta el 12 de diciembre. Ese día, según se estimaba ayer en Santiago, Nina Aragonés, de 74 años, se reestablecerá de sus crónicos problemas de salud y podrá asumir como vicegobernadora, cargo que gracias a la renuncia de Díaz la dejará al frente de la provincia. Si no asumiera Nina, la provincia debería convocar a elecciones dentro de los 60 días. La Legislatura de Santiago no tiene mucho vuelo propio: el año pasado nombró al matrimonio Juárez “Ciudadanos Protectores Ilustres” de la provincia.
Carlos Juárez fue cinco veces gobernador de Santiago. Con todo, a su mujer más de una vez la han llamado “el verdadero poder” de la provincia.Se dice, por ejemplo, que hizo renunciar a ministros por un ataque de furia o que convirtió en diputada a su empleada doméstica. Que cuando, a mediados del 2000, la gobernación censuró la obra de teatro El cartero de Neruda, su opinión fue la que llevó a Juárez a anunciar que no permitiría la función porque “no se puede exponer a los hombres y a las mujeres a esa clase de excitaciones”. Desde las sombras, Nina se dedicó a convertir a la Rama Femenina en una verdadera red de espionaje que se encarga de abortar toda crítica. Las “quijotes con faldas” –como las define Nina– seguramente sacarán a relucir sus tradicionales pancartas en forma de corazón dentro de dos semanas, cuando al fin verán a su líder espiritual convertida en gobernadora.

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