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El país|Jueves, 12 de noviembre de 2009
Los trabajadores del subte analizan si vuelven a parar la próxima semana

Compás de espera bajo el asfalto

Mientras el Gobierno estimó que el conflicto de los subterráneos es “una pelea intergremial”, los trabajadores realizan asambleas para definir medidas. Según los delegados, habrá paro si Trabajo no responde al pedido de inscribir al nuevo gremio.

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Ayer el servicio fue normal en las seis líneas de subtes y en el Premetro.

Los trabajadores del subte harán entre hoy y mañana asambleas para comenzar a discutir si la semana próxima van a un nuevo paro. “No hubo todavía ninguna convocatoria del Ministerio de Trabajo, la idea es esperar un par de días para ver si se produce el llamado”, señaló Gastón Reyes, delegado de la línea A. Su par Néstor Segovia aseguró que si no hay una respuesta al pedido de inscripción gremial del nuevo sindicato, el plan de lucha va a continuar. “Hay que seguir adelante, porque la mayoría de los compañeros está de acuerdo. No hay un punto medio. Vamos a conseguir nuestro gremio”, dijo. Ayer los subtes retomaron su frecuencia normal; durante la mañana hubo algunas estaciones que abrieron sus molinetes, aunque por una decisión de la empresa debido a la falta de monedas para dar el vuelto.

Desde el Gobierno hubo un par de menciones públicas al conflicto, que no implicaron cambios en el tablero. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, retomó la denuncia oficial sobre la existencia de sectores que buscan “provocar y generar zozobra” y deslindó la responsabilidad del Gobierno en la situación del subte: “Es un conflicto que hay que contextualizar en una pelea intergremial por la representación de los trabajadores”. A su vez, en el Congreso, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, defendió la decisión del Ejecutivo de declarar servicio esencial al de los subterráneos.

La ex esposa de Segovia, Noemí Zaracho, presentará hoy un denuncia penal contra la Policía Bonaerense por la destrucción del comedor comunitario que tiene en Moreno y que fue allanado el viernes pasado, en medio del conflicto. La denuncia por “amenazas, lesiones y daños” la tendrá como damnificada junto a tres de sus hijos y al abuelo de los chicos, de 70 años, quienes fueron golpeados por la policía. El Movimiento Teresa Vive, al que pertenece el comedor, anunció que se movilizará para apoyar la demanda. El operativo fue ordenado por el juez Juan Radrizzani, quien tras las críticas recibidas había negado que existiera vinculación entre su decisión de mandar a desalojar el lugar y el paro de subtes. Ayer, el magistrado continuó su pelea con Segovia, a quien acusó de tergiversar el allanamiento. “Miente, miente que algo quedará. Lamentablemente, acá quedó un paro que dejó sin servicio a todos los ciudadanos”, dijo el juez. También argumentó que el golpe que recibió uno de los hijos de Segovia no fue originado por la policía, sino que al niño “lo empujaron contra el agente para que quedara involucrado por violencia. El chico fue llevado a una sala de primeros auxilios y al rato volvió para seguir agrediendo”. La denuncia por los hechos de violencia será presentada a las 11en la fiscalía de Moreno.

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