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“Por trabajo para todos sin clientelismo”, decía el enorme cartel con el que los piqueteros taparon la visión de la policía a lo ancho de la Avenida de Mayo, casi a la altura del Cabildo. Querían llegar hasta Plaza de Mayo para reclamar ser incluidos en el Plan Argentina Trabaja, pero fueron bloqueados por los uniformados y decidieron acampar sobre esa céntrica y tradicional avenida. La demanda es la misma que hace un mes motivó la instalación de carpas frente al Ministerio de Desarrollo Social por parte de otro grupo de organizaciones de desocupados. El Gobierno “rechazó de manera contundente que el Programa de Ingreso Social con Trabajo ‘Argentina Trabaja’ fuera clientelista”.
A media tarde, cuando las columnas de manifestantes intentaron ingresar a Plaza de Mayo, se produjeron algunos forcejeos entre la avanzada de piqueteros y la policía, que ya había vallado toda la plaza y había dispuesto carros hidrantes apuntando hacia la avenida. Pero no llegaron a producirse incidentes, se corrió la valla y volvió la calma. Mientras se disponían a realizar una asamblea, algunos grupos se sentaron sobre el asfalto y armaron rondas de mate.
En agosto la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que el Gobierno destinaría 1500 millones de pesos al plan de 100 mil nuevos puestos de trabajo y un mes más tarde comenzaron las movilizaciones de grupos piqueteros –conformando una inédita alianza– que exigen recibir algunos de esos puestos y administrarlos con las propias cooperativas que manejan desde hace más de dos décadas. Pero el Gobierno pensó el plan con la creación de nuevas cooperativas, con la intervención de los municipios en la formación de las mismas. “No queremos que las familias sean cautivas de nadie. Se deben respetar las condiciones del plan, en el que ningún integrante de la familia perciba algún tipo de ingresos”, señaló el ministerio que conduce Alicia Kirchner en un comunicado. “Los cooperativistas recibirán los ingresos mensuales a través de una tarjeta personal del Banco de la Nación Argentina. El Estado quiere que cada trabajador reciba por lo que han trabajado de manera transparente, pero algunas organizaciones se resisten a aceptar las condiciones del programa”, agregó. El ministerio reiteró que “las personas que reúnen las condiciones sólo tienen que asistir a los operativos que se vienen y se siguen haciendo en cada municipio en función de las obras que éste demande”. Y destacó que “Argentina Trabaja no tiene intermediarios, no es un plan de subsidios y se debe trabajar integrados a una cooperativa”.
Ayer se movilizaron desde Once, Retiro y Constitución el Polo Obrero, Bloque Piquetero Nacional, Barrios de Pie, MST Teresa Vive, MTL, FTC nacional y una delegación de integrantes del Frente Darío Santillán y otras agrupaciones que habían protagonizado el primer acampe y acudieron porque “el compromiso del Gobierno de aquella vez no se cumplió en forma total, hubo demoras y maniobras”. Para Guillermo Kane, del Polo Obrero, “se han revelado como mentiras todos los compromisos de ingresos a puestos de trabajo que ha realizado este gobierno”. Según explicó, “hoy estamos acá porque queremos que los compañeros puedan entrar a los planes y empezar a cobrar antes de las fiestas, pero mientras tanto siguen los despidos”. Kane aseguró que el Plan Argentina Trabaja tiene límites precarios, “son sólo 100 mil puestos frente a 2 millones de desocupados y sólo se ingresa con el tutelaje de cada municipio y del ministerio sin un mecanismo transparente, sólo se accede de la mano de los punteros políticos”. En diálogo con Página/12, el dirigente dijo que el viernes habrá un plenario de 35 organizaciones piqueteras para lanzar un “plan de lucha” la semana próxima.
Al anochecer decidieron en asamblea acampar allí mismo, sobre Avenida de Mayo, y comenzaron a desplegar las colchonetas y carpas que pensaban armar en la plaza.
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