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El país|Miércoles, 2 de diciembre de 2009
Debate entre las fuerzas progresistas por la distribución de espacios en el nuevo Congreso

Las diferencias del centroizquierda

El sector está dividido entre quienes buscan aliarse con el resto de la oposición para ir por la mayoría de las comisiones y quienes plantean una posición alternativa. Sabbatella propone “frenar a la derecha y condicionar por izquierda al Gobierno”. Para Macaluse, “derecha hay de los dos lados”.

Martín Sabbatella, diputado electo por NE

“Una tercera pata”

Por Julián Bruschtein

–¿Cuál es su postura sobre la conformación de las nuevas comisiones parlamentarias?

–El escenario político en el Congreso no tiene dos patas, tiene tres grandes actores: el Gobierno, la derecha y uno más que es el centroizquierda. Hoy el centroizquierda tiene una oportunidad para expresar con fuerza su rol: frenar a la derecha y condicionar por izquierda el rumbo del Gobierno. Por eso es un error que se plantee constituir una mayoría con la derecha, a la cual no la une nada. ¿En nombre de qué idea, de qué marco ideológico, para lograr qué objetivo el centroizquierda se plantea esto? Acordar fortaleciendo una de las patas, en este caso la derecha, es un error absoluto.

–Se podría correr el riesgo de entrar en el juego de la mayoría opositora...

–Una cosa es constituir el tercer lugar y la tercera pata y otra cosa es fortalecer o constituir una mayoría con la derecha. Porque ayuda a cristalizar la idea de que hay solamente dos espacios que debaten, porque se habla de un 40 por ciento del oficialismo y un 60 por ciento de la oposición. Ahora, ¿qué es lo que unifica a ese 60 por ciento? No hay un nosotros que represente a todo ese espacio, no hay un nosotros común en ese número, ahí hay miradas que están en los antípodas de nuestro pensamiento. Claramente, hoy hay una derecha que quiere retroceder, que quiere volver al pasado, y un oficialismo que invita a resignarse a los límites del presente. Y lo que hay que construir es una alternativa de centroizquierda que enfrenta a la derecha para no retroceder y condicione al Gobierno para no resignarse.

–¿Cuál es el rol del progresismo, para qué fue votado?

–Fundamentalmente, fue votado para mejorar y profundizar la calidad de la democracia, para profundizar las políticas distributivas, para proteger los recursos naturales, entre una larga lista de prioridades. El progresismo tiene una oportunidad para demostrar cuál es su rol, para qué toma la palabra, para qué nació. La oportunidad de mostrar qué pasa cuando tiene poder de decisión, cuando tiene en sus manos la posibilidad de decidir rumbos.

–Desde el centroizquierda se proyecta la idea de equilibrio. ¿Cuáles son las herramientas con las que cuenta para realizarlo?

–Ni el oficialismo ni la derecha tienen mayoría y esto nos permite intervenir en el debate público desde nuestros rasgos de identidad, nuestro perfil y condicionar este debate. Condicionarlo mostrando que cuando uno interviene mejora los proyectos, que logra imponer su propia agenda, que en ese debate público va a pelear, va a enfrentar a la derecha, y que no acepta los límites del presente, sino que propone profundizar políticas transformadoras.

–¿Qué implica que el centroizquierda tenga un comienzo dividido?

–Lo que el centroizquierda haga va a definir sus rasgos de identidad. No es menor lo que haga en esta coyuntura y en este presente, porque esto también habla de lo que quiere hacer y lo que quiere construir. El centroizquierda explica en las acciones del presente cuál es el futuro que sueña. Por eso, hasta último momento vamos a conversar con todos porque, insisto, es un error que parte del centroizquierda tome esta actitud.


El diputado Eduardo Macaluse, del SI

“Guardar las proporciones”

Por Alejandra Dandan

–¿Cuál es su posición sobre la conformación de las nuevas comisiones parlamentarias?

–Creo que tienen que respetar el voto soberano del pueblo y la gobernabilidad, que es el voto soberano de 2007. El oficialismo tiene que retener la titularidad de la Cámara de Diputados y de la presidencia de las comisiones que hacen al ejercicio del gobierno. La oposición, de las que hacen al control guardando las proporciones de cada bloque. No es un cálculo matemático, es un cálculo político: un cuadro que respeta el voto. La Cámara de Diputados ha sido presidida históricamente por la mayoría o la primera minoría cuando no había mayoría. En este caso, claramente la primera minoría la tiene el FpV. Entonces, sumar votos de toda la oposición para arrebatarle la presidencia al FpV es una acción espuria y desestabilizadora.

–El centroizquierda rechazó esa postura, pero ustedes se reunieron con la UCR, la CC, el PRO, el PJ disidente y otras fuerzas para acordar la distribución de las comisiones. ¿No es un peligro aparecer pegados a la derecha?

–Sí, sí. En realidad, derecha hay de los dos lados. (José Luis) Gioja preside la Comisión de Minería por el FpV y no me digan que es de izquierda. Derecha y progresistas hay de los dos lados. El oficialismo no ha tenido una línea clara, no es Evo Morales. Ha tenido posturas ambivalentes. Si un proyecto coincide con los nuestros, claramente vamos a votar a favor, aunque paguemos costos políticos, como hicimos con la ley de medios audiovisuales, con Aerolíneas. Aun cuando fueron desprolijos, las bancamos. Si el oficialismo requiere que nosotros lo acompañemos, tendrá que sentarse a negociar. Si presenta una reforma política que beneficie al bipartidismo, no vamos a acompañar. Si presenta un proyecto de reforma financiera, sí.

–¿La foto con la oposición no los sitúa en un mismo espacio?

–Nosotros hemos ido a reuniones con la oposición y con el oficialismo. Algunos se rasgan las vestiduras porque nos sentamos a hablar con el radicalismo, todo el mundo habla con todo el mundo. El que se escandaliza es ingenuo o busca una cosa capciosa.

–¿Por qué cree que la gente votó al progresismo?

–Para dar mayor calidad a la democracia, avanzar con justicia social, distribución del ingreso, de la riqueza y defensa de los recursos naturales y medioambiente. Nosotros tenemos que ejercer un papel de resguardar la gobernabilidad y, por otro lado, plantear lo que falta. Y el problema que tenemos con el oficialismo es que si no tenés un frontón no se sientan a conversar. El habernos reunido con la oposición fue para ponerle un límite a la oposición y al oficialismo para discutir.

–Habla de una posición de equilibrio, ¿con qué herramientas?

–Equilibrio en la distribución de responsabilidades, pero en la discusión iremos con agenda propia. Es muy importante que Claudio Lozano presida la Comisión de Trabajo, Victoria Donda Derechos Humanos o Pino Solanas la de Energía, para sacar esa agenda. Tener responsabilidades en algunas comisiones que para nosotros son claves es importante, no por los cargos, sino por la estrategia.

–El centroizquierda aparece con posturas separadas. ¿Es un síntoma?

–Es expresión de que tenemos que sentarnos a conversar respetuosamente. No tenemos que ser intolerantes con lo que opina otro compañero. Está superada la etapa de ir detrás de un liderazgo, tenemos que sentarnos a hablar todos, hay cosas con las que estaremos de acuerdo y otras que no, son compañeros con los que reconstruir una senda común y vamos a coincidir probablemente en un 80 por ciento de las cosas. Tenemos que tenernos mutua paciencia.

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