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Entusiasmada con la mayoría que el arco opositor hizo valer ante el kirchnerismo durante la sesión preparatoria en Diputados, la líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, llamó a mantener “la unidad de los acuerdos parlamentarios” para “construir un bloque opositor que no se divida en el Congreso”, de cara al próximo período legislativo. Las declaraciones de Carrió se produjeron después de las críticas del titular de la bancada oficialista, Agustín Rossi, quien calificó a la alianza opositora como “una mayoría circunstancial”.
“Hoy lo más importante son los acuerdos parlamentarios”, afirmó Carrió en un encuentro que mantuvo con el diputado Juan Carlos Morán y algunos dirigentes que lo acompañaron en su salto del GEN, que lidera Margarita Stolbizer, a la Coalición Cívica. En un tono conciliador poco acostumbrado, Carrió habló de buscar acuerdos parlamentarios “también con el oficialismo”. Según la chaqueña, “hay que apostar a la institucionalidad, a los acuerdos y a que la presidenta Cristina Fernández no vete”.
El tema del veto presidencial también fue deslizado por Rossi días pasados y cuestionado por la oposición, que en caso de que la titular del Ejecutivo desapruebe una ley la oposición no alcanzaría a juntar los dos tercios de los votos necesarios para ratificar la norma.
Los temas en los que el denominado núcleo duro de la oposición tiene algún principio de acuerdo son los vinculados con cuestiones institucionales, como la reforma del Consejo de la Magistratura y el Indec, aunque todavía no se plasmaron en proyectos concretos. Sin embargo, los antecedentes en iniciativas complejas como la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la estatización de las AFJP y Aerolíneas Argentinas dieron cuenta de las dificultades que tendrá el nuevo Parlamento para reproducir un acuerdo similar al de la sesión preparatoria, en la que sólo se discutía la composición de las comisiones y las autoridades de la Cámara baja.
“Tenemos que estar todos unidos en el Parlamento para construir un bloque opositor que no se divida en el Congreso. La oposición se tiene que ir uniendo por los temas en los que hay acuerdos y no dividirse: hoy lo más importante son los acuerdos parlamentarios”, insistió Carrió. Lo cierto es que el conglomerado opositor tendrá un primer desafío importante para sostener la unidad: acordar la distribución de los cargos en las distintas comisiones y, puntualmente, la presidencia de la Comisión de Asuntos Constitucionales disputada entre la peronista disidente Graciela Camaño, el radical Ricardo Gil Lavedra y Adrián Pérez de la Coalición Cívica (ver nota aparte).
Lejos del nuevo discurso componedor, Lilita ya protagonizó un primer cruce con sus socios radicales, que la semana pasada eligieron como nuevo presidente de la UCR al mendocino Ernesto Sanz, un hombre más cercano al vicepresidente Julio Cobos que su antecesor, Gerardo Morales. Para no precipitar una ruptura que pueda descolocar al Acuerdo Cívico y Social en el Congreso, Carrió aseguró ayer que “recién en marzo de 2011” tendrá conversaciones institucionales con los diferentes partidos para definir candidaturas y alianzas electorales.
“Les pido a todos los compañeros del Acuerdo Cívico que bajemos los decibeles y nos pongamos a trabajar para sacar muy buenas leyes en materia de justicia, de lucha contra la corrupción”, dijo Lilita en la reunión que mantuvo en el Instituto Hannah Arendt con los dirigentes del nuevo grupo autodenominado “Radicales en la Coalición Cívica”. Después de la separación entre Stolbizer y Carrió, Morán prefirió no formar parte del bloque de cinco diputados que comandará su ex jefa política, sino quedarse al amparo de la nueva fuerza nacional que conduce Carrió. Para darles contención a los dirigentes como Morán se creó ahora el nuevo grupo de correligionarios en la CC, a pesar de que éstos habían abandonado la UCR cuando se alistaron en las filas del GEN.
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