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Tres horas más duró la exposición de Martín Redrado, quien había empezado el martes a responder las preguntas de la comisión especial que deberá darle a la Presidenta un consejo –no vinculante– sobre la remoción del titular del Banco Central. Los diputados Gustavo Marconato (Frente para la Victoria) y Alfonso Prat Gay (Coalición Cívica) se reunirán nuevamente hoy con el vicepresidente Julio Cobos para resolver “cuestiones operativas” y seguir analizando la información que solicitaron a organismos oficiales. Aunque todavía no está resuelto formalmente cuándo la comisión definirá su posición, fuentes parlamentarias deslizaban que hay un acuerdo para que el consejo esté listo entre el martes y el miércoles próximos. En contraposición, el diputado kirchnerista adelantó que ayer por la noche ya tendría redactada su opinión para presentarla ante sus colegas.
Ni aún en el último día de su fugaz paso por el Congreso Redrado se salió de su libreto de no responder preguntas periodísticas, sonreír y dedicarse a elogiar su propia actitud, que –según dijo– contribuyó a cumplir con “dos objetivos fundamentales para la República”: uno, “proteger las reservas, que son el respaldo de los ahorros de los argentinos”, y dos, “haber fortalecido la relación institucional entre el BCRA y el Congreso”.
Al dejar la comisión, el ex Golden Boy les agradeció a sus integrantes por haberlo escuchado “con absoluta tranquilidad y libertad”, pese a que días atrás amagó con dejarlos plantados. Redrado aseguró que “el directorio del Banco Central ha cumplido fielmente con la ley y la Carta Orgánica” pero, lejos de irse en calma, terminó su monólogo con una advertencia: “Espero que estén libres de presiones políticas para hacer la evaluación basados en los hechos. Y lo digo y lo subrayo, libres de presiones políticas”.
“No hay ninguna presión de Marconato, ni de nadie que no integre esta comisión”, retrucó luego Prat Gay, quien insistió en que hace falta tiempo para tomar una decisión, ya que la comisión aún no recibió la información requerida al Ministerio de Economía. Cara a cara con su sucesor en el BCRA, Prat Gay aprovechó para repasar los casi seis años de Redrado al frente de la entidad. Más allá de la reserva de los encuentros, trascendió que el diputado de la CC tensó un poco la conversación cuando le preguntó por el Indec y la política antiinflacionaria.
Fuentes de la Coalición Cívica aclaraban que, antes de escucharlo a Redrado, Prat Gay ya tenía un visión muy crítica de su gestión, algo que se profundizó con las entrevistas y la información que aportó el funcionario: una carpeta con más de 500 páginas, además de la información que ya había enviado el Ministerio de Economía. “Es inadmisible que el presidente del Banco Central no vaya a las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas”, lanzó Prat Gay cuando le tocó presidir, poco más tarde, un encuentro de la Comisión de Finanzas (ver aparte). Entusiasmado con la información recabada, la posición del ex director de investigaciones monetarias de la JP Morgan era favorable a remover a Redrado. Sin embargo, otros dirigentes de la CC consideraban que había que ceñirse al tema del Fondo del Bicentenario y argumentar en contra para diferenciarse del oficialismo. Elisa Carrió, que siempre siguió el tema de cerca, instruyó a los suyos para que se encolumnen detrás de lo que resuelva su economista estrella.
El vicepresidente Julio Cobos siguió sumido en el más absoluto silencio. Sus voceros deslizaron que no hablaría sino a través de sus fundamentos, cuando redacte su consejo. Sus asesores más cercanos se animaban a decir que votaría a favor de la remoción, pero aclaraban que sólo hablaban a título personal. Fuentes parlamentarias relataron que durante los encuentros el vice trató de “mediar” entre las posiciones antagónicas de los representantes del Frente para la Victoria y la Coalición Cívica. Ayer por la tarde, Cobos volvió a estudiar el caso con su asesor estrella, Raúl Baglini, la economista y senadora Laura Montero y su ex asesor de Legal y Técnica en Mendoza, Jorge Albarracín.
Luego de pasar brevemente por la reunión de la Comisión de Finanzas, Marconato se encerró a trabajar sobre los fundamentos de su voto, en base a los aportes que le habían pasado el miércoles el ministro de Economía, Amado Boudou, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. “Yo no tengo ninguna presión política. Tengo una opinión formada”, respondió el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda cuando lo consultaron por los dichos de Redrado. Hasta las 21, el texto con sus fundamentos no había ingresado al Congreso y desde el oficialismo aseguraban que no iban a dar a conocer formalmente su postura para evitar cualquier cuestionamiento por parte de la oposición y de los abogados de Redrado. Más allá de los fundamentos, se descartaba que Marconato iba a votar a favor de la remoción.
Desde que se inició el trámite parlamentario, el hecho de que Cristina Fernández no esté obligada a acatar la decisión de la comisión colocó todas las expectativas en la dilación o la celeridad con que se resolverá el asunto. Por el momento, no hay ningún otro funcionario citado, ni está previsto que se convoque al presidente interino de la autoridad monetaria, Miguel Pesce, para que culmine su exposición interrumpida el miércoles. Aunque es poco probable, Prat Gay no quiso cerrar la posibilidad de que cuando analice toda la información recibida surja la necesidad de hacer alguna otra consulta.
Formalmente, la comisión debe emitir un solo consejo, a favor o en contra de la remoción, con los respectivos fundamentos de sus integrantes. En caso de que alguno no comparta la posición de la mayoría, en el mismo texto se incluirá la posición de ese miembro, en disidencia parcial o total. Según pudo saber Página/12, los tres votos serían a favor de la remoción, aunque las diferencias radicarían en los argumentos. Hoy, a las 11, Cobos, Marconato y Prat Gay volverán a verse las caras para definir cómo seguirá el proceso parlamentario.
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