Imprimir|Regresar a la nota
El país|Viernes, 26 de febrero de 2010
BUSSI FUE INTERNADO TRAS OIR A UN TESTIGO QUE LO VIO TORTURANDO

El ogro que salió en camilla

En el juicio de Tucumán, el represor dijo que le dolía el pecho y fue trasladado a un hospital, donde fue dado de alta. El testigo Juan Martín contó que “cuando Bussi visitaba los campos de concentración era como el ogro”, “golpeaba y torturaba” a prisioneros.

Por Ramiro Rearte
/fotos/20100226/notas/na10fo01.jpg
Bussi llegó al tribunal en silla de ruedas y fue retirado en camilla. El juicio seguirá el martes.

Desde Tucumán

El represor Antonio Domingo Bussi fue internado ayer por la tarde en un centro asistencial provincial, al término de la sexta jornada de audiencias por la megacausa Jefatura de Policía que lo tiene como principal responsable, junto con otros seis represores, por la comisión de delitos de lesa humanidad en contra de veintidós personas. Bussi fue transportado en camilla desde el interior de la sala de audiencias, con su saco sobre su pecho y la corbata desprendida. En la puerta del tribunal lo esperaban una ambulancia y un equipo médico de apoyo. Avanzada la tarde fue dado de alta y se trasladó al country donde cumple prisión domiciliaria.

“Me duele el pecho”, dijo el represor a uno de los médicos del Sistema Provincial de Salud (Siprosa), cuando terminaba de escuchar uno de los testimonios más esperados del juicio, el de Juan Martín Martín, quien estuvo detenido en Tucumán entre agosto de 1976 y septiembre de 1978, cuando fue liberado y se exilió en España. Bussi, de 84 años, escuchó toda la declaración de Martín, quien relató con lujo de detalles, durante casi cuatro horas, cómo el genocida disponía de la vida y la muerte en la provincia mientras duró su intervención militar. Al final, el represor se descompensó y se quejó: “Estoy exhausto”.

Los médicos que lo asisten desde el comienzo de las audiencias lo trasladaron en ambulancia y un móvil del Servicio Penitenciario Federal, a la unidad coronaria del Centro de Salud local, en donde fue asistido de inmediato. Se le extrajo sangre y fue acompañado por su esposa y sus hijos. El represor permaneció en observación dentro del nosocomio cerca de cuatro horas, hasta que fue dado de alta por los profesionales del lugar y su médico personal. Ahora, el condenado a perpetua tendrá hasta el martes próximo para recuperarse, cuando se reanudarán las audiencias en el Tribunal Oral en lo Criminal de Tucumán.

“Lo que nos informó el Servicio Penitenciario Federal es que el imputado (por Bussi) estaba fuera de peligro y que fue su médico personal quien le dio el alta hospitalaria para llevarlo de nuevo al country donde se encuentra detenido”, aseguró a Página/12 Mariano García Zavalía, secretario del tribunal. El funcionario judicial dejó en claro que, al ser el propio médico de Bussi quien le dio el alta, las audiencias no corren peligro de ser suspendidas la semana entrante.

El testigo Juan Martín Martín, ex militante de Montoneros, comenzó su declaración después de las 9 y continuó durante la tarde, tras un cuarto intermedio dispuesto por el presidente del tribunal, Carlos Jiménez Montilla. “Cuando Bussi visitaba los campos de concentración era como el ogro. No tenía demasiado contacto con los prisioneros, pero cuando lo tenía era para golpearlos y torturarlos.” Con estas palabras, Martín relató cómo el represor actuaba en los diversos campos de detenidos que existieron en Tucumán durante la última dictadura.

También recordó que en un solo caso pudo ver al represor torturar a un prisionero, conocido como el Bombo Avalos. “A Bussi lo vi puntualmente meterse donde lo tenían a un joven que trajeron de Buenos Aires al campo de concentración de Nueva Baviera. Allí lo torturaron y Bussi ordenó que le pusieran una chapa metálica encima para que sienta más la tortura con picana”, relató Martín, que pasó por varios centros clandestinos de detención y confirmó que vio a varias víctimas que fueron torturadas y asesinadas en esos lugares.

Mientras el testigo hablaba, el represor nunca acusó recibo de lo que se contaba en la sala. Hablaba por lo bajo con sus abogados defensores, miraba hacia el techo de la sala o simplemente apoyaba su mentón sobre el bastón que tenía entre las manos.

Los abogados defensores de Bussi intentaron por todos los medios que el testigo se contradijera, pero no lo consiguieron. Durante el cuarto intermedio, Bussi lloró ante sus letrados y cuestionó la falta de profundidad en la interpelación al testigo.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.