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El próximo 24 de marzo, cuando se conmemore el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, el gobierno nacional entregará el premio Azucena Villaflor a la trayectoria en Derechos Humanos a cuatro padres de víctimas del terrorismo de Estado. En reconocimiento a su “permanente actividad en la lucha contra la impunidad”, recibirán las distinciones Julio Morresi, Bruno Palermo, Marcos Weinstein y familiares de Emilio Mignone, fundador del CELS, fallecido en 1998. La entrega se realizará en el Centro Cultural Haroldo Conti, en la ex sede de la ESMA.

Julio Morresi es el padre de Norberto, militante de la UES criado en Parque Patricios, secuestrado el 23 de abril de 1976 a los 17 años, fusilado el mismo día y enterrado como NN en un cementerio de General Villegas, donde lo encontró en 1989 el Equipo Argentino de Antropología Forense. Julio es miembro de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y acompaña desde 1977 a las Madres de Plaza de Mayo en sus rondas semanales alrededor de la Pirámide. También es el padre de Claudio Morresi, hermano menor de Norberto, destacado futbolista que pasó por River, Huracán y Vélez y actual secretario de Deportes de la Nación.

Bruno Palermo es el padre de Norberto Hugo, 21 años, que desapareció en la noche del 14 de octubre de 1975, a poco de obtener la baja del servicio militar obligatorio, que le tocó padecer en la Escuela de Caballería de Campo de Mayo. Los militares le dieron franco cerca de las 23 y nunca llegó a su casa de Parque Patricios. Su mamá se suicidó ocho años después. Su padre y su hermano lo buscaron durante años. En un juzgado le aconsejaron a Palermo que dejara de buscarlo porque corría peligro.

Marcos Weinstein es el padre de Mauricio Fabián, que tenía 18 años cuando fue secuestrado y trasladado al centro clandestino Vesubio, el 19 de abril de 1978, donde compartió cautiverio con varios compañeros del colegio Carlos Pellegrini. Mauricio fue secuestrado en el consultorio de su padre, que el verano anterior había logrado sacar a su hijo perseguido hasta Brasil pero no convencerlo de que se exiliara. Weinstein fue integrante de distintas organizaciones de derechos humanos y junto a su esposa promovió en el año 2000 un premio que lleva el nombre de su hijo, al mejor trabajo sobre Derechos Humanos y Memoria realizado por alumnos del Pellegrini.

Emilio Mignone ya tenía una larga trayectoria en el área educativa cuando el 14 de mayo de 1976 fue secuestrada su hija Mónica, militante de un grupo católico en la villa del Bajo Flores. Mignone puso toda su experiencia al servicio de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, que llegó a presidir. En 1979, ante la negativa de algunos miembros del organismo a presentar denuncias ante la Justicia y condenar sin eufemismos al terrorismo de Estado, creó el CELS, que presidió hasta su muerte, en 1998. Mignone fue un referente central en la historia de los organismos de Derechos Humanos y es autor de libros como Iglesia y dictadura y Derechos humanos y sociedad. El caso argentino.

Cuatro padres de víctimas de la dictadura

Distinguidos por su trayectoria