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La única certeza es que el núcleo duro opositor decidió que ya no puede dilatar más la puja parlamentaria sobre el uso de reservas para pagar deuda pública y se jugará la semana próxima a suerte y verdad para rechazar el DNU 298 en el Congreso. Aunque todavía queda por definir la estrategia que llevarán adelante en cada Cámara legislativa de manera que logre seducir al fisurado Grupo, y en especial al interbloque de centroizquierda que lidera Fernando “Pino” Solanas, para no enfrentarse a un nuevo fracaso. Una tarea que quedó en manos del radicalismo, el PJ disidente y la Coalición Cívica. En tanto, el kirchnerismo se escudará en los cuestionamientos reglamentarios para evitar que el tema llegue al recinto de Diputados y apuesta todas sus fichas a bloquear el rechazo del decreto que crea el Fondo de Desendeudamiento Argentino en el Senado.
Después de intercambiar opiniones, algunas charlas individuales y varias consultas telefónicas entre referentes de las principales bancadas opositoras en Diputados, comenzó a abrirse paso la propuesta de ir al recinto a discutir el texto del DNU 298 y rechazarlo. “La semana que viene se cumplen los diez días del plazo reglamentario para que se expida la comisión bicameral sobre el DNU, por lo tanto, de acuerdo a la ley 26.122, los plenos de ambas Cámaras están en condiciones de tratarlo sin ningún impedimento”, repetían desde los bloques opositores.
Las negociaciones a cargo de la radical Silvana Giúdici, la cívica Patricia Bullrich y los peronistas disidentes Graciela Camaño y Felipe Solá fueron relegando otras alternativas. Entre ellas la posibilidad de tratar el dictamen en contra del DNU 298 que emitió la Bicameral pero con su integración modificada a gusto opositor, algo luego avalado por Julio Cobos en el Senado y rechazado por la Justicia. En esta decisión prevaleció la opinión del diputado radical y ex camarista Ricardo Gil Lavedra, quien advirtió que “si bien la Justicia impugnó la integración pero no el dictamen”, la senadora peronista desplazada en la Bicameral, Beatriz Rojkes de Alperovich, podría impugnar el dictamen.
Tampoco avanzó la idea de llevar al recinto la propuesta de Elisa Carrió de declarar “nulo de nulidad absoluta” el decreto 298. El oficialismo impugnó administrativamente ese dictamen en la Cámara baja “por numerosos vicios reglamentarios” y abrió la puerta a recurrir a la Justicia si se avanzaba con la iniciativa.
Pero no hubo acuerdo en cómo sortear el escollo que seguramente le impondrá el kirchnerismo a su intención de incluir el tema en la convocatoria a una sesión ordinaria que le pedirán al presidente del cuerpo, Eduardo Fellner. Se desechó la propuesta de Solá de convocar a una sesión especial para el martes si el oficialismo bloqueaba el tratamiento del DNU y se baraja la posibilidad de insistir con una sesión especial para el miércoles, una hora antes de reanudar el cuarto intermedio de la única sesión del año en la Cámara baja.
Pero el interbloque de centroizquierda –que integran Proyecto Sur, SI y Libres del Sur– no avalaría la convocatoria a una sesión especial para tratar sólo el DNU. “Creemos que hay que ampliar la agenda parlamentaria y garantizar que el Congreso funcione. El tema del DNU está estancado. Diputados ya mostró la voluntad política mayoritaria de rechazarlo, ahora se tiene que pronunciar el Senado”, sostuvo Claudio Lozano, antes de señalar que entre las prioridades de su bancada está “la revisión del Presupuesto 2010, la conformación de la bicameral que investigue la deuda pública y rechazar el canje de deuda”. Una postura a la que también podría sumarse el GEN de Margarita Stolbizer.
Sin el respaldo del centroizquierda, el núcleo duro opositor tendría que garantizar la presencia de todos los diputados del resto de las bancadas para el quórum y sesionar. Una disyuntiva que buscarán resolver los primeros días de la semana próxima, en que continuarán las negociaciones.
El oficialismo resistirá en la Cámara baja que el debate por el DNU llegue al recinto, aunque igual alista su tropa para la discusión y evitar que la oposición cuente con dos tercios de los presentes en la sesión para avanzar con otras propuestas que compliquen la política del Gobierno. Todos sus esfuerzos están puestos en el Senado, donde el kirchnerismo cuenta con posibilidades numéricas de impedir el rechazo del DNU. De conseguirlo habilitaría definitivamente el uso de reservas para pagar deuda pública, ya que para rechazar el decreto se necesita la desaprobación de ambas Cámaras del Congreso. Sin embargo, el jefe de la bancada de la UCR, Gerardo Morales, aseguró que “la semana que viene vamos a ir al recinto a suerte o verdad” para dirimir el rechazo o la aprobación del DNU. Una decisión que pondrá en vilo a todos los senadores, donde nadie duda de que la suerte de la decisión presidencial de usar reservas para cancelar deuda, por ley o decreto, se resolverá en el recinto del Senado.
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