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El país|Domingo, 9 de mayo de 2010
Sergio Burstein, espiado por la Metropolitana, desarma los argumentos del jefe de Gobierno porteño

“No es un tema de Palacios, es un tema de Macri

Indignado por “las patoteadas” de Macri ante la Justicia, desmiente ser parte de ninguna conspiración –“soy yo y mi familia”– y considera absurdo que el líder del PRO diga no conocer “a su confidente, su amigo de años”, el detenido ex policía Palacios

Por Laura Vales
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“El delirio de Macri llega al punto de creer que todo el mundo está en contra de él: la culpa siempre la tiene el otro.”

Esta semana, luego de ser indagado por las escuchas ilegales, Mauricio Macri alegó que la causa fue “direccionada” –ésa es la palabra que usó– para perjudicarlo. El jefe de Gobierno porteño cargó especialmente contra el denunciante, Sergio Burstein, de Familiares y Amigos de las Víctimas de la Amia: tras definirse como blanco de una operación kirchnerista, Macri sugirió que Burstein actuó en connivencia con la Policía Federal y la SIDE para montar el expediente. En esta nota, Burstein contesta esas acusaciones y explica qué había detrás de las pinchaduras. También asegura: “Cada vez estoy más convencido de que él es el responsable”.

–¿Lo sorprendieron las declaraciones de Macri?

–Me incomodó que se metiera con mi familia, porque por lo que él dice, yo, mi mujer y mi hija estuvimos en un complot contra él... Que se meta conmigo lo puedo entender, porque soy la persona que lo denunció y llevó a indagatoria, pero que haya acusado a mi familia de haber sido parte de una operación armada por el Gobierno... Es la fantasía propia de un tipo que está acostumbrado a hacer estas cosas. Y lo digo porque en el expediente hay testimonios de familiares de él, de una ex mujer, creo que de su hermano, que declaró que la familia Macri acostumbra a hacer escuchas del otro. Entonces, gente así piensa que personas como yo, ciudadanos como cualquiera, que tenemos que trabajar para vivir, que no nacimos en una cuna de oro, dedicamos nuestro tiempo en campañas contra él. A mí no me interesaba nada de Macri, me empezó a interesar cuando la investigación sobre las escuchas ilegales empezó a mostrar, como dijo la Cámara de Apelaciones, que el tema tenía un fuerte olor a paraestatal. Y el olor a paraestatal venía de él.

–Para despegar al Fino Palacios de las escuchas, Macri dijo que el ex comisario se fue de la Policía Metropolitana en agosto y la escucha a su teléfono se hizo en septiembre, un mes después.

–¡Es todo mentira! El, para salvarse, dice “¿para qué me iba a interesar a mí escucharlo a Burstein si cuando se hicieron las escuchas ya Palacios no era el jefe de la Metropolitana?”. Sin embargo, las escuchas fueron pedidas el 5 de agosto. Pero al margen de eso hay que marcar lo siguiente: pensar que las escuchas le interesaban a Palacios es quitarle trascendencia al tema. El responsable de todo no esto no es Palacios, porque Palacios no fue a pedirle a Macri ser jefe de la Metropolitana, fue Macri quien lo puso ahí. Macri caminaba con Palacios desde hacía muchos años, era su encargado de seguridad, su confidente, su amigo, su mano derecha, el tipo al que confiaba su familia. No puede ahora tratar de hacernos creer que a Palacios lo eligió otro.

–¿Por qué pincharon su teléfono?

–Cuando se acercaba el acto por el aniversario del atentado a la AMIA, los familiares veníamos impulsando la lucha y la protesta para que destituyera a Palacios de la Policía Metropolitana. Y me encontraron a mí de portavoz, estaba yo de casualidad, porque hubieran podido encontrar a cualquier otro. ¿Qué querían saber? Querían ver qué estrategia armábamos para la protesta, cómo se estaba armando el discurso, con quiénes hablábamos... y si podían encontrar algo para desacreditarme, mejor. Porque esta persona se defiende de-sacreditando a los demás. En ese momento se habían recolectado miles de firmas por la destitución de Palacios... era un tema que le interesaba a él, a Macri, porque está acostumbrado a que nadie le lleve la contra y menos una persona como yo, que no soy nadie. En esos días nos preguntaban mucho sobre qué íbamos a decir en el acto por la AMIA, “¿Vas a hablar de Macri?”, preguntaban. Por supuesto que iba a hablar de Macri. Entonces, el 5 de agosto pidieron las pinchaduras.

–Poco después Palacios renunció.

–Se fue una semana después del discurso, el discurso fue fortísimo, y hablábamos de Palacios, pero sobre todo hablábamos de Macri. Este era un tema que venía de noviembre del 2008, porque el Fino Palacios ya desde el 2008 era el que estaba haciendo las entrevistas para ver quién ingresaba a la Metropolitana. Cuando nos enteramos, denunciamos que era un despropósito porque Palacios estaba a punto de ser procesado por encubridor del atentado a la AMIA. Y ya entonces Macri salió a decir que era una maniobra para desprestigiarlo y boicotear su candidatura para el 2011. Es decir que Macri entendió que la causa por irregularidades que tiene procesado a Carlos Menem, a su hermano Munir, al Fino Palacios, al juez Juan José Galeano y a otros había sido armada para desprestigiarlo a él. El delirio de Macri llega al punto de hacerlo creer que todo el mundo está en contra de él. Para él, la culpa siempre la tiene el otro. Y ahora la culpa la tengo yo.

–En este punto, vendría bien recordar con qué excusa intervinieron su teléfono.

–Me involucraron en una causa de homicidio y piratería del asfalto dos jueces de Misiones. No solamente me pusieron como sospechoso a mí, sino a todos los que les pincharon el teléfono, en esas dos causas. Miren qué casualidad: en Misiones, la provincia donde casualmente Mauricio Macri se había querido candidatear como senador, donde estaba el gobernador Ramón Puerta, mentor de su carrera política, compañero de estudios. Y de esa provincia vienen las escuchas.

–¿Cómo se enteró de que tenía el teléfono pinchado?

–Por un llamado anónimo a mi casa. Atendió mi hija, yo estaba en Nueva York junto a otros familiares, porque al día siguiente Cristina Kirchner iba a hablar en la inauguración de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde iba a denunciar por segunda vez a Irán, y para eso fuimos un grupo de familiares allá. El que llamó a casa le dijo a mi hija: “Habla un amigo, decile a tu viejo que tenga cuidado porque el Fino Palacios le mandó a pinchar el teléfono terminado en 07”. Mi hija me llamó para contarme. “No le des importancia”, le dije. En casa estaba mi mujer, que había quedado preocupada, había quedado registrado el número del que llamó y ella estaba dele llamar y llamar, y no la atendía nadie. Mi primera reacción fue no hacer nada, hablé con mi mujer y le dije “tranquilizate, estoy en Nueva York, no puedo tomarme un taxi y volver a casa”. Yo no iba a hacer la denuncia, pero me convencieron los compañeros de Familiares con los que habíamos viajado.

–Y presentaron la denuncia.

–Presentamos además un hábeas corpus y el hábeas corpus confirmó que era cierto, que tenía el teléfono pinchado.

–Además de las escuchas, ¿tuvo algún indicio de que lo siguieran?

–No, nada. Jamás iba a pensar que iban a escucharme. Hasta que vi en el hábeas corpus que sí, yo pensé que no habían llegado a intervenirme el teléfono, creía que sólo era una amenaza.

–¿Usted trabajó junto al Gobierno para presentar la denuncia, o para impulsarla?

–Pensarlo es una aberración. Yo lo único que tengo es a mi familia y al grupo de Familiares. Yo estoy sin laburo, vivo de lo que puedo y rebuscándomela, a mí no me banca nadie. Que un tipo diga que yo tengo la capacidad de armar todo esto... es delirante. Y estas actitudes de Macri son las que más me convencen de que él es el responsable de todo, porque si no se hubiera presentado en la Justicia y hubiera declarado como corresponde. Macri quiere matar al mensajero, ahora preguntémosle a él: las escuchas ilegales, ¿existieron? ¿El Fino Palacios existe? ¿Ciro James existe? ¿Los jueces de Misiones existen?

–¿Qué opina de su argumento sobre que ni siquiera conoce a Ciro James?

–¿Y para qué lo tiene que conocer? El sólo tenía que conocer a Palacios, para que Palacios le encargara a James hacer las escuchas. Si yo soy el dueño de la empresa, tengo directores, gerentes, capataces, jefe de personal... no necesito conocer al que hace la limpieza.

–Es decir que usted, como querellante, no cree que Macri no haya tenido que ver.

–Estoy totalmente convencido. Y más después de ver cómo se defendió, o como no se defendió. Porque en lugar de dar explicaciones, se puso a patotear, dijo que no sabía para qué Oyarbide lo había citado; y a mí, que fui una de las víctimas, me acusa de ser el responsable. Yo no tengo que dar ninguna explicación, lo que sé es que mi teléfono estaba pinchado, que se demostró por un hábeas corpus que la SIDE me intervino el teléfono por orden de dos jueces de Misiones, que está involucrado un tipo que se llama Ciro James, policía federal, empleado del Ministerio de Educación, que trabajaba para la Policía Metropolitana como reconoció el Fino Palacios. Y este Ciro James no puede demostrar qué tipo de trabajo hacía para el ministerio de Educación. Ellos dijeron que entró recomendado por la Universidad de La Matanza, y la Universidad lo desmintió. Con toda esta prueba, yo no tengo que explicar nada, el que tiene que explicar es Macri.

–¿Qué espera de la causa?

–Que investigue y establezca quiénes fueron los responsables. Yo entiendo que Macri es responsable porque las escuchas se ordenaron cuando estábamos en plena campaña y señalábamos las responsabilidades de él, no las del Fino Palacios. A mí me llamaron de parte de Macri, me llamó Claudio Avruj, para decirme “no sigas con el discurso contra el Fino Palacios, porque fue dejado de lado como jefe de la policía. No hagas ese discurso porque vas a quedar pedaleando en el aire”. Esto fue el 17 de febrero, yo el 18 hacía el discurso. Rodríguez Larreta también fue a la Legislatura y dijo “no consideramos de ninguna manera que Palacios vaya a ser el jefe de la Policía”, y terminó siendo. Entonces, éste no era un tema de Palacios, era un tema de Macri. Macri era el que estaba interesado en que no continuaran las quejas contra Palacios. A la Policía Metropolitana la armó Palacios, tanto en su esquema como en la gente, venía trabajando de un año antes de su nombramiento. Por eso todos los que están nombrados son sus referentes. (Gabriela) Michetti dijo en la conferencia, “sólo el 3 por ciento de la policía está cuestionada”, pero el 3 por ciento son las 14 personas que formaban la cúpula de la Metropolitana. Todos procesados, y de a poco se tuvieron que ir yendo. Entonces, no es un invento de Sergio Burstein ni de los familiares. Todo lo que decimos es cierto.

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