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El país|Viernes, 28 de mayo de 2010
EL GOBIERNO SALIO AL CRUCE DE LAS LECTURAS “REDUCCIONISTAS” POR EL BICENTENARIO

La fiesta popular levanta olas

“Nadie ha salido a reivindicar otra cosa que no sea que fue una fiesta de todos”, repitió Aníbal Fernández. Macri señaló que “el rédito lo sacó la gente”. Carrió advirtió que “el que pretende apoderarse de esas fiestas es castigado por los dioses”.

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La polémica sobre quién capitaliza a las millones de personas festejando el Bicentenario.

El gobierno nacional salió a despegarse de los cálculos de rédito político tras los exitosos festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo, que juntaron a millones de personas en todo el país. En concordancia con lo que dijo Néstor Kirchner durante un acto en Tucumán (ver aparte), el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró que “no hay que estar sacándole ventaja ni antes, ni durante ni después”, mientras que el ministro del Interior, Florencio Randazzo, calificó como “reduccionismo” las lecturas en ese sentido. Desde la oposición reconocieron el éxito, aunque advirtieron que gran parte de los méritos fueron de “la gente”. El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, opinó que “el único rédito político por los festejos lo sacó la gente”, y la titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, aunque felicitó al Gobierno por la organización, sostuvo que la movilización popular demostró que “todos los intentos de Néstor Kirchner por fracturar al pueblo fueron imposibles”, y amenazó: “El que pretende usar y apoderarse de esas fiestas es castigado por los dioses”.

“No hay que estar sacándole ventaja ni antes, ni durante ni después. Fue una fiesta del pueblo que se expresó en una cantidad muy importante de gente –dijo el jefe de Gabinete en declaraciones radiales–. Nadie absolutamente del Gobierno ha salido a reivindicar otra cosa que no fuera ésa, una fiesta de todos.” Luego de reiterar que “no existe encuesta ni globo de ensayo” de cara a las elecciones presidenciales de 2011 porque, “en la Argentina, un año y pico es una eternidad”, Aníbal Fernández se permitió una pasada de factura contra la oposición: “La gente tuvo un poquito más de grandeza que estos mezquinos y participó; no era para embanderarse o sacar la ventajita politiquera de siempre. Que nadie lo toque y ensucie con esas mezquindades. Los mezquinos se convocaron solos, nadie los llamó”, aseveró el funcionario.

También descartó que vayan a producirse cambios en el Gabinete, y dijo que “el día que la Presidenta tome alguna decisión se van enterar porque lo diga ella y no porque aparezca previamente en un diario”. En el mismo sentido se manifestó Florencio Randazzo. “Que yo sepa, no hay cambios –indicó–. Es una decisión que toma la Presidenta y no creo que previamente deba comunicarlo a los medios.” El ministro del Interior también se refirió al éxito de los festejos populares por el Bicentenario y negó su utilización política. “Pensar que nosotros queremos sacar rédito político es un reduccionismo”, advirtió, y sostuvo que en la Casa Rosada están “contentos por la alegría expresada en las calles”.

Por su parte, el titular del bloque oficialista en la Cámara baja, Agustín Rossi, destacó que “el pueblo argentino decidió participar de estos festejos”, y “no hubo ningún incidente ni ningún hecho desagradable que pudiera enturbiarlo, lo que demuestra las ganas que tenía la gente, nuestro pueblo, de participar de una actividad y un escenario de estas características”. Para el diputado santafesino quedó demostrado que la presidenta Cristina Fernández tenía razón cuando “habló de una Argentina virtual y una Argentina real”, y dijo creer que “la crispación es parte de la Argentina virtual”. Rossi también se permitió una ironía en contra de Mauricio Macri. “La fotografía del 25 fue muy fuerte: el pueblo en la calle, sus gobernantes de cara al pueblo, no escondidos en ningún teatro cerrado”, se permitió decir.

El jefe de Gobierno porteño, justamente, sostuvo que “el único rédito político por los festejos lo sacó la gente”, ya que “este entusiasmo expresa el sueño de que los próximos 100 años van a ser mucho mejores y que vamos a ser protagonistas de un mundo que crece, y en el que Argentina tiene que encontrar su lugar”. La titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, felicitó “de corazón” a la organización, “tanto del Gobierno nacional como del porteño”, aunque aclaró: “Esto no significa que cambie mi opinión sobre De Vido ni sobre Kirchner”. También tuvo tiempo de amenazar al oficialismo para que no utilice esos logros en beneficio propio, porque “las fiestas son sagradas para los pueblos, y el que pretende usar y apoderarse de esas fiestas es castigado por los dioses”.

Por último, concluyó que “esta sociedad no se fractura y no está dividida; todos los intentos de Néstor Kirchner por fracturar este pueblo fueron imposibles” y agradeció que no haya habido disturbios en los festejos. “Cuando hay mucha paz es porque Dios está presente”, dijo, de regreso al monoteísmo. Pero no aclaró de cuál se trataba.

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