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El país|Jueves, 17 de junio de 2010
Bergoglio se mostró en un acto junto a De Narváez, Sanz y ex funcionarios del menemismo y la Alianza

Opositores bendecidos por el cardenal

Con llamados al “diálogo” y críticas a “la confrontación”, el arzobispo presentó el documento “Consenso para el desarrollo”, redactado por Dromi, Caro Figueroa, Vanossi y Jaunarena. También estuvieron Bergman, López Murphy y Nosiglia, entre otros.

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Jorge Bergoglio, flanqueado por Roberto Dromi, símbolo de las privatizaciones de los ’90.

Esta vez, el cardenal Jorge Bergoglio no le hizo asco a ninguna presencia opositora. A ninguna. A diferencia del Tedéum que ofreció el 25 de Mayo, cuando de-sincentivó la organización de un acto contra el Gobierno en torno de su figura, ayer el arzobispo de Buenos Aires se mostró rodeado de algunas de las principales figuras del arco opositor, como Francisco de Narváez o Ernesto Sanz. Claro que también estuvieron luminarias menemistas como Roberto Dromi y Armando Caro Figueroa, delarruistas como Horacio Jaunarena y Ricardo López Murphy. Y, a prueba del paso de las décadas, Enrique “Coti” Nosiglia. Todos lo acompañaron en la presentación del documento titulado “Consenso para el desarrollo”. Sin perder sus costumbres crípticas, Bergoglio le apuntó al gobierno nacional: “Es propio de la alta política comenzar y mantener los procesos, en vez de la confrontación para dominar espacios”, afirmó.

Dromi, uno de los símbolos del desmantelamiento del Estado y las privatizaciones durante el menemismo, estuvo presente como director de la escuela de posgrado Epoca, de la Universidad del Salvador, donde se redactó el documento “Consenso para el desarrollo”. Ex ministro de Obras y Servicios Públicos de Carlos Menem, muy ligado al Grupo Macri, Dromi debió abandonar el gobierno en 1991 durante el llamado Swiftgate –que reveló Horacio Verbitsky en Página/12–, cuando se descubrió un pedido de coimas a los frigoríficos Swift. Socio del ex titular de la Corte menemista Julio Nazareno y del ex senador Eduardo Menem, Dromi luego se recicló como abogado de empresas y también de la arquidiócesis de Buenos Aires.

No fue el único ex funcionario de Menem que se mostró en el encuentro: también estuvo Caro Figueroa, ex ministro de Trabajo, compañero de fórmula de Domingo Cavallo y autor de libros cuyos títulos eximen de la necesidad de presentar otras pruebas: La flexibilidad laboral y Modernización laboral. Cuaderno de un reformador empedernido. Si Dromi fue figura central de las privatizaciones, Caro Figueroa lo fue de la destrucción de las conquistas sindicales.

También estuvo ayer el ex ministro de Economía Roque Fernández, otro estandarte de las políticas neoliberales.

Las glorias de los ’90 compartieron el encuentro con Bergoglio y con varios ex funcionarios radicales. Uno de ellos fue Jaunarena, ex ministro de Defensa en los gobiernos de Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa. Jaunarena no es otro que el impulsor de las leyes de obediencia debida y punto final, que intentó terminar su tarea con la Corte Suprema menemista en 2002. También estuvo Andrés Delich, ex ministro de Educación en el gobierno de De la Rúa.

Con Jorge Vanossi, Jaunarena, Caro Figueroa y Dromi fueron los redactores del documento, que enumera diversas “políticas de Estado”, sin dedicar ningún apartado a los derechos humanos.

Por suerte, además de Jaunarena, hubo otros radicales que representan la renovación del centenario partido: también estuvieron Jesús Rodríguez y Coti Nosiglia. Al sempiterno monje negro de la UCR lo acompañó el titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz. Se sumaron, además, el empresario y dirigente de Unión Celeste y Blanca Francisco de Narváez y su adepto José “Pepe” Scioli; la líder del GEN, Margarita Stolbizer; la senadora “Chiche” Duhalde; el ex ministro de Economía Ricardo López Murphy; el cordobés José Manuel de la Sota y el infaltable rabino Sergio Bergman. El ex presidente Eduardo Duhalde y el diputado Ricardo Alfonsín enviaron su adhesión. Por el PRO estuvo el ministro de Justicia porteño, Guillermo Montenegro. Tampoco se perdieron el encuentro el ex titular de la Sociedad Rural Guillermo Alchourón y el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio De Mendiguren.

Ante los asistentes al encuentro en la Universidad del Salvador, Bergoglio consideró que “hay que superar las antinomias para alcanzar un acuerdo de políticas públicas sobre la base de un diálogo sincero”. Flanqueado por Dromi y Jaunarena, aseguró que la dirigencia política debe respetar una “pluralidad de miradas” que permita alcanzar “consensos fundamentales”, para aplicar “políticas de Estado que logren un desarrollo federal”. “Esto que se presenta no es una plataforma política, son acuerdos básicos que hablan de la importancia de caminar juntos, aunque en ese tránsito haya peleas que ayudan a crecer”, sostuvo el purpurado, que les pidió “no optar por la fragmentación”.

En tanto, como autores del documento que pide acuerdos y políticas de Estado, Jaunarena ensalzó la “voluntad común para encontrar consensos” y Dromi planteó que “quienes estamos en el banco de suplentes y tenemos más tiempo para pensar, aportemos ideas para los que están jugando el partido”. “Esto no es más que el puntapié inicial de nuestra apuesta”, prometió el ex intendente de Mendoza durante la dictadura.

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