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El país|Miércoles, 3 de noviembre de 2010
Opinión

Consternados, rabiosos...

Por Ariel Basteiro *

Así empieza una poesía que el uruguayo Mario Benedetti escribió el día de la muerte de Ernesto “Che” Guevara. Con las diferencias obvias de los personajes y de los momentos políticos que hoy vivimos, la temprana muerte de Néstor Kirchner hoy nos consterna y nos genera rabia. Rabia a la muerte, al destino que trunca la acción de un dirigente que aún tenía mucho para dar. Si alguna vez le recomendaron bajar la intensidad de su militancia para fortalecer su salud y no lo hizo fue por el firme compromiso que tenía con el proyecto de gobierno, con su compañera y con su país. Sin pretender ponernos grandilocuentes, podemos afirmar que lo suyo fue un sacrificio para avanzar en la construcción de un país más justo, más igualitario, un país mejor que es el que él nos dejó gracias a la responsabilidad que le tocó a partir de los cargos que asumió.

Gabriel Celaya, otro poeta, en este caso español, alguna vez dijo que “hay que tomar partido hasta mancharse”. Y esta frase, a la que siempre adherí, fue una de las características de Néstor Kirchner: la de jugar a fondo y sin especulación.

Algunos sectores del poder pretendían mostrarlo como una persona irascible, como déspota, irreflexivo. Nada más alejado de la realidad: Néstor era un tipo sumamente cálido, extremadamente reflexivo al momento de pensar la política y absolutamente generoso para abrir canales de participación. Eso fue, como socialista, lo que me convocó a sumarme en el año 2005 a un proyecto de gobierno que apoyábamos a partir de los aciertos concretados y que, por la envergadura de otros cambios que iba provocando, nos convenció para sumarnos y trabajar en función de objetivos que sostuvimos como socialistas históricamente.

La despedida temprana suele adelantar el reconocimiento y el bronce. Estoy convencido de que a Néstor Kirchner poco le importaría esto. En los últimos meses lo he escuchado y visto en varios actos. En todos ellos pidió “que la ayuden a Cristina, que es una mujer con coraje dispuesta a transformar la patria”. Para hacer honor a su figura, tenemos la obligación de seguir trabajando en función de los mismos principios que Néstor Kirchner proclamó y se comprometió a no dejar en la puerta del gobierno el 25 de mayo de 2003. Hagamos realidad su deseo y acompañemos a la Presidenta a continuar profundizando el proceso que inició Néstor. Ese será el mejor homenaje a un compañero que desde su peronismo supo unir transversalmente a la política nacional.

* Diputado nacional, vicepresidente bloque Nuevo Encuentro Popular y Solidario.

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