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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró junto a su par paraguayo, Fernando Lugo, la represa binacional de Yacyretá. Los mandatarios encabezaron la ceremonia en la que se elevó a la cota definitiva que permitirá aprovechar todo el potencial energético de la represa. “Cuando veíamos en los setenta la imagen de Perón y cuando veíamos más tarde a Kirchner, que se comprometió a terminar la obra, siento que vengo a cumplir una promesa que él hizo”, sostuvo la Presidenta. “Lo recordamos así: terminando sus obras y yendo por más”, afirmó por cadena nacional.
CFK viajó con Lugo a Posadas, donde encabezaron la ceremonia de elevación de la cota definitiva de la represa binacional Yacyretá, después de 37 años del comienzo de la construcción de las obras de lo que fue calificado como un “monumento a la corrupción”. Antes, la Presidenta había condecorado con la Orden del Libertador San Martín a su par de Paraguay, en el Centro del Conocimiento y encabezó una teleconferencia con Chaco para inaugurar una planta potabilizadora. El acto de inauguración fue en el cuarto tramo de la avenida Costanera de Posadas. El nuevo nivel de la cota (de 83 metros) llevará a la represa a aprovechar a pleno los 3100 megavatios de potencia instalados y a producir casi el 60 por ciento de la generación hidroeléctrica del país y atender un nivel similar de la demanda del Paraguay.
“Hoy, luego de más de dos décadas de atraso, gracias a la voluntad de argentinos y paraguayos, podemos decir que lo hemos logrado. Es una gran empresa energética que está al servicio de los paraguayos y los argentinos”, sostuvo Lugo. “En este histórico marco, nuestra alegría se duplica por los acuerdos entre argentinos y paraguayos. Además de la cota 83, convenimos también culminar las obras civiles, sociales y ambientales”, destacó el mandatario paraguayo.
Ante una multitud con banderas argentinas, la Presidenta –que estuvo acompañada por los ministros Florencio Randazzo (Interior), Julio De Vido (Planeamiento) y por el gobernador de Misiones, Maurice Closs– planteó que “en realidad, cuando uno asiste a un evento de esta importancia histórica, para los que son muy jóvenes es sorprendente que una obra de semejante envergadura debió transcurrir 37 años” para que se pudiera inaugurar.
“Se terminó una obra muy importante, con esta energía se sostendrá el crecimiento del país. Yacyretá es una parábola de lo que les ha pasado a los argentinos y a los paraguayos”, metaforizó CFK, que trajo un recuerdo de su juventud: “Perón iba con su uniforme de general un día muy lluvioso para devolverle los trofeos de la guerra de la Triple Alianza, que arrasó Paraguay. Allí se marca el inicio de la historia de Yacyretá, pero también empieza poco después la historia de la dictadura”, dijo. “Fue tal vez más sangrienta, pero no fue diferente de otras dictaduras, con los intereses para que no pudiéramos desarrollarnos”, advirtió la mandataria.
La Presidenta advirtió que “Paraguay, gobernada por el mariscal Francisco Solano López, había tenido los primeros hornos de fundición y las primeras fábricas. Y nosotros, con Perón, habíamos llegado a ser el primer país industrializado de América latina”. En cambio –sostuvo– en la última dictadura “pretendieron quedarse con esta obra productora de energía para que no se llevara a cabo o para servir a negocios grandes o pequeños”. “Lo mirábamos a Kirchner cuando hablaba de lo que fue la corrupción que envolvió a Yacyretá. Pero también es cierto que fue parada durante años porque un país que no tiene industria no necesita de energía”, advirtió.
“Hoy su inauguración a su máxima potencia es señal de la potencia que está alcanzando la industria en la Argentina. En septiembre vamos a inaugurar Atucha II. Y todo será poco porque cada vez necesitamos más energía para este crecimiento económico, el más importante en los últimos 200 años de historia. Además de crecer la economía, incluimos argentinos que habían sido dejados en la mano de Dios”, remarcó.
“El progreso siempre trae problemas. Lo trae la generación de energía fósil por la contaminación. Deben ser reparados y atendidos en toda su dimensión. Pero debemos ejercer con responsabilidad y con honestidad intelectual la necesidad de seguir haciendo obras en nuestro país que generen energías. Sin energía no vamos a poder seguir creciendo al mismo ritmo que veníamos, y sin crecimiento, no hay trabajo”, destacó.
CFK estimó que “superados hoy los conflictos regionales, muchos instalados desde afuera para abortar nuestras posibilidades de integración y unidad. A los que denostaban al Mercosur, yo me pregunto qué nos responden ahora, luego de este crecimiento virtuoso de la región, a partir de la unidad de la América del Sur”. Al acto le siguió un festival artístico del que participaron músicos de varios países –entre ellos, Fito Páez y la banda brasileña Raza Negra– y como cierre, un show de fuegos artificiales.
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