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El país|Domingo, 5 de junio de 2011
EL PENALISTA LUIS “EL BOCHA” RAPPAZZO SE POSTULA PARA INTENDENTE DE MORON

Defensor de Grassi, candidato de Duhalde

Penalista especializado en la defensa de abusadores de niños, coordinó a quienes defendieron al cura condenado por ese delito. Su candidatura es promovida por la senadora Chiche Duhalde.

Por Miguel Jorquera

El penalista Luis “El Bocha” Rappazzo es uno de los miembros plenos de la “familia judicial” de Morón, adonde ingresó por la puerta grande de la mano del otrora poderoso ex senador duhaldista Horacio Román. “El Bocha” nunca abandonó ni disoció sus dos pasiones: la abogacía y la política. Después de algunos años de ostracismo político, Ra-ppazzo se especializó en la defensa de abusadores de niños y coordinó desde las sombras junto con Jorge Sandro (abogado de Alfredo Yabrán) la defensa del cura Julio César Grassi durante el juicio oral que lo condenó a 15 años de prisión por abuso de menores en la Fundación Felices los Niños, pero que lo dejó libre. Ahora, con la bendición de Hilda “Chiche” Duhalde, Rappazzo será el candidato a intendente de Morón por la fórmula presidencial Eduardo Duhalde-Mario Das Neves y cuya boleta en la provincia llevará a la diputada Graciela Camaño como aspirante a gobernadora.

Aunque nunca tuvo un cargo en los tribunales, Rappazzo es uno de los apellidos que integran la “familia judicial” moronense. Su esposa, Andrea Bearzi, es una de las juezas del Tribunal Criminal 6, y su hijo Matías Rappazzo está al frente de la fiscalía de investigaciones 7. Abogado personal y de todas las agrupaciones políticas de Román, “El Bocha” fue el hombre de confianza en los tribunales del senador pejotista que manejó durante casi dos décadas las estratégicas comisiones de Asuntos Constitucionales y Acuerdos y la bicameral de Seguridad de la Legislatura bonaerense donde se nombraban jueces, fiscales y jefes policiales.

Durante lo que duró el “retiro efectivo” de Duhalde, Román y Rappazzo se dedicaron a sus profesiones y negocios, aunque nunca abandonaron su militancia peronista. Román, uno de los legisladores que mayor resistencia, ofreció a la reforma policial de León Arslanian en la provincia, tuvo una fugaz reaparición pública durante la investigación del triple crimen de General Rodríguez (por supuesto tráfico de efedrina) cuando su nombre apareció asociado a la causa por la cadena de farmacias que maneja. Pero el ex senador salió a desmentir rápido la versión.

Rappazzo, en tanto, pasó a ser uno de los penalistas más cotizados de los tribunales moronenses. Defendió y sacó de la cárcel al mediático letrado Miguel Angel Pierri, acusado de prevaricato mientras defendía al cura Grassi y al mismo tiempo patrocinaba a la familia de una de las víctimas. Tras ese primer contacto con la causa, Grassi le pidió que lo defendiera en el juicio oral. Rappa-zzo no aceptó ser la cara visible de la defensa pero preparó al equipo de defensores –los abogados Martín Tipito, Daniel Calvo y Ricardo Malvicini– y junto a Sandro (abogado de Yabrán y su custodio Gregorio Ríos por el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas), coordinaron toda la estrategia judicial de Grassi.

“El Bocha” fue uno de los pocos privilegiados en acceder a la restringida sala donde se leyó la sentencia de Grassi y no dudó en mostrarse abrazado a los defensores del sacerdote condenado por abuso de menores, agravado por su condición de guarda. El motivo del festejo era haber conseguido que el Tribunal Oral sólo condenara a Grassi por los abusos a una sola de las tres víctimas que lo llevaron al banquillo de los acusados y que a pesar de la condena a 15 años de prisión, el cura no iría a parar tras las rejas y hasta podía ingresar a la Fundación donde cometió los delitos.

La nueva especialización estusiasmó a Rappazzo. Defendió al ex comisario de la Bonaerense, Néstor Eduardo Osmar Ullúa –acusado de abuso de su hijastra menor–, para quien consiguió la libertad morigerada que el ex policía aprovechó para fugarse mientras un tribunal oral lo juzgaba. También defendió con menor suerte a Marcelo Pecollo, el maestro de música de un jardín de infantes de Merlo, condenado a 30 años por el abuso de cinco chiquitos que allí acudían.

Tras su regreso al ruedo político, Duhalde convocó a Rappazzo, y su esposa Chiche bendijo su candidatura a intendente de Morón por el Mo.Re.No (Movimiento de Recuperación Moronense), atado a la boleta presidencial de Duhalde. “Vivimos en casi una anarquía o directamente en una anarquía, donde la Presidenta no respeta las leyes, y su gobierno no respeta a los ciudadanos”, soltó la senadora días atrás después de ungir a “El Bocha” candidato en un acto del que también tomaron parte el presidente del PJ de Morón, el gastronómico Domingo Bruno (que responde directamente a Luis Barrionuevo y su esposa Camaño), la ex diputada nacional Marina Cassese y del economista y ex presidente del Banco Provincia Rodolfo Frigeri. “Paso a paso llega Bocha Rapazzo intendente”, proclamaba la consigna desplegada en el salón de la Sociedad Española de Morón. Allí, el abogado duhaldista enfrentará al intendente y candidato de Nuevo Encuentro, Lucas Ghi, y al candidato K y asesor del ministro Amado Boudou, Juanchi Zabaleta.

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