La redolarización de los depósitos es un tema que le quita el sueño a los deudores del sistema financiero, pero no a los banqueros. Más bien, admiten en voz baja, les parece un buen atajo para terminar con el corralón y cerrar una etapa negra. Un fallo de la Corte Suprema en tal sentido les permitiría hacer borrón y cuenta nueva. Claro que es indispensable un paso previo: que el Gobierno disponga la entrega compulsiva de bonos a los ahorristas. En bancos públicos y privados existe la convicción de que así será, y la mayoría supone que se ampliará la emisión de Boden 2012.
De acuerdo a trascendidos tribunalicios, el ministro de la Corte Eduardo Moliné O’Connor está haciendo circular entre sus pares un voto con la devolución en efectivo. Sin embargo, el resto de los integrantes del cuerpo, que se inclinaría por la redolarización, dejaría en manos del Congreso o del Poder Ejecutivo establecer, en un plazo de 60 días, cómo se efectuarían los reintegros.
Aunque el consenso de los banqueros es que Moliné O’Connor no logrará imponerse, los mismos financistas advierten que “no hay posibilidad económica ni financiera de devolver dólares en el corto plazo”. Las entidades no tienen suficientes fondos para hacer frente a esa erogación. En cambio, si la resolución judicial y su posterior instrumentación apuntara a la devolución en bonos dolarizados, para las entidades financieras hasta sería un buen negocio. Para compensar al Estado, se utilizarían los préstamos garantizados, que es deuda pública en manos de los bancos. El enroque les permitiría liberarse de un pasivo pesado, como son los Cedros, y de un activo devaluado, como son los préstamos garantizados.
Los ahorristas jamás recuperarían los dólares en efectivo. Salvo, claro, que el fallo de la Corte lo ordenara expresamente. Esa es la única posibilidad que intranquiliza a los banqueros. Y algunos fallos judiciales parecen mantener viva la expectativa de los ahorristas. Ayer la Justicia volvió a pronunciarse sobre la inconstitucionalidad de la Ley de Emergencia y el decreto de pesificación de cuentas abiertas en dólares, al ordenar al Banco Ciudad que devuelva íntegramente en moneda estadounidense el monto de un depósito judicial.
Una empresa demandada en un juicio laboral había realizado un depósito judicial, en 1999, 152 mil dólares como reaseguro del pago de la indemnización en caso de ser condenada. Pero la demanda contra la empresa depositante fue finalmente desestimada ante lo cual aquélla reclamó la devolución de los fondos. Según el Banco Ciudad, los mismos habían sido alcanzados por la pesificación, criterio que ahora fue objetado por la Sala IV de la Cámara Laboral.
Otro pleito judicial que resultó en un fallo favorable a la dolarización provino de Estados Unidos, donde un tribunal condenó a la petrolera San Jorge a depositar en divisas un dinero a favor de las municipalidades de Cutral Có y Plaza Huincul, como garantía de la construcción de una central térmica a la que se había comprometido. Esta misma semana se conoció otra resolución judicial, del fuero comercial, ordenando mantener en dólares la deuda contraída con un banco por un cliente a través de un pagaré.
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