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El país|Lunes, 11 de julio de 2011
Cómo fue la cobertura televisiva de las elecciones en la Capital

Con la prudencia en las pantallas

En general, los canales de televisión respetaron la ley electoral y no difundieron sondeos sobre la votación hasta superada la veda. Sí se filtraron datos a través de la red social Twitter. El comienzo de la campaña para la segunda vuelta.

Por Emanuel Respighi
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Poco antes del cierre, los canales interrumpieron su programación para volcarse a la información electoral.

Tal vez como nunca antes desde el regreso de la democracia en 1983, la cobertura televisiva de las elecciones porteñas estuvo signada, en términos generales, por la prudencia y el respeto a la ley electoral. La imagen que grafica el tono de la cobertura se dio a las 18.24, cuando Rodolfo Barrili interrumpió casi a los gritos al movilero dispuesto en el bunker del Frente para la Victoria, que acababa de citar que Jorge Macri había afirmado que el PRO había conseguido el 47 por ciento de los votos. “¡Mariano, Mariano!”, lo cortó inmediatamente el conductor de Telefe Noticias. “No repitamos lo que dicen los candidatos, porque no se puede dar ningún tipo de datos hasta tres horas después de terminados los comicios. No nos hagamos eco de esos datos. Que se haga cargo de esas afirmaciones quien las haya dicho, y que la Junta Electoral disponga”, lo reprendió al movilero. Fue el día en el que, a excepción del híbrido Twitter –que no se sabe a ciencia cierta si es sólo una red social o un medio de comunicación más, y por ende si le cabe la ley electoral–, la cobertura televisiva prefirió la sensatez a la primicia. Casi tres décadas de democracia ininterrumpida, pareció ayer, no fueron en vano para la TV.

Desde temprano y durante todo el día, los canales de noticias se encargaron de cubrir la jornada cívica haciendo uso del único recurso posible que tenían a mano, veda electoral de por medio: repitiendo una y otra vez el momento en el que cada uno de los principales candidatos emitieron su voto. Esa imagen inocua, sumada a la posterior e improvisada conferencia de prensa de la figura política en la puerta del establecimiento educativo en el que votó, fue repetida hasta el hartazgo durante todo el día por las señales informativas. El repaso de la conformación de las listas, más como recurso de relleno que como desglose y aporte sobre la experiencia y trayectoria de cada candidato, también acompañó televisivamente a una jornada en la que el espíritu democrático hizo olvidar la campaña sucia que se hizo evidente en los días previos al comienzo de la veda. El sopor de la repetición volvía atractivas las propuestas cinematográficas que los canales de aire transmitían en la soleada tarde del domingo.

La situación se modificó drásticamente minutos antes de que cerraran los comicios. En esos momentos, todos los canales de aire –a excepción de Canal 9, que a esa hora no puso ningún programa destinado a la cobertura eleccionaria– levantaron sus programaciones habituales para dar lugar a los especiales periodísticos montados para la ocasión. La llegada de Fernando “Pino” Solanas a su bunker, antes de las 18, le jugó una mala pasada al candidato de Proyecto Sur, que cayó en la trampa que le tendieron los voraces movileros. “Ya son más de las seis, ahora puede decir en qué falló la gestión de (Mauricio) Macri en la Ciudad”, lo buscó un periodista, cuando el reloj marcaba las 17.57. “¿Ya son más de las seis?”, preguntó Pino. “Sí”, le respondieron en coro los movileros, ávidos de acción. Y allí el cineasta, engañado en su buena fe, se despachó contra Macri sin ser consciente de la mala jugada que le tendieron los cronistas que aguardaban desde hacía horas en la puerta de su austero bunker.

A las 18 en punto, la carrera por dar a conocer los resultados de la elección sin infringir la ley electoral, que prohíbe difundir cualquier tipo de cifras hasta después de las 21, tomó cuerpo dejando de lado los porcentajes y los sondeos de boca de urna que eran –mala– tradición en elecciones pasadas. Por un lado, Telefe afirmó “Hay balotaje” en una placa en pantalla que fue acompañada por la voz de Barrili, explicando que la segunda vuelta se iba a dar entre Macri y Filmus. En ese mismo instante, El Trece –en dúplex con la señal de cable TN– titulaba un potencial “Habría balotaje”, con foto en zócalo del líder del PRO y del candidato del FpV, que a los pocos minutos se transformó en la afirmación de que “Habrá balotaje”, placa que durante la cobertura se intercalaba con otra redactada en un extraño presente continuo: “Gana Macri”. Mientras, en América –también en dúplex, con A24–, preferían el directo “Ganó Macri”, como si esa única información trajera algún tipo de certeza para el verdadero interrogante de la elección de ayer. El dato distintivo lo dio Canal 7, que hasta los datos oficiales mantuvo como zócalo “Elecciones porteñas 2011”, aun cuando sus analistas hablaban ya de un ballottage entre Macri y Filmus. El eufemismo con el que se cubrieron los canales para anunciar la segunda vuelta electoral sin violar la ley fue el de “proyecciones”, y no encuestas propias o bocas de urna –el único que utilizó esa caracterización fue el siempre polémico Crónica TV, placa incluida–. En Telefe, de todos modos, la importancia de los comicios duró muy poco: a las 18.30 una secuela de la saga de Harry Potter dejaba atrás lo que hasta minutos antes era de vital importancia para el país.

Lo que siguió a continuación del cierre de los comicios fue la puesta en marcha, casi en cadena nacional, de la campaña por el ballottage. La pugna por ocupar espacios televisivos para aprovechar las coberturas en vivo de canales de aire y señales informativas de TV paga quedó demostrada con las estrategias que el FpV y el PRO comenzaron a pulir segundos después de las 18, intercalando discursos de sus referentes casi en continuado. El primero en ganar la atención mediática fue Luis Alberto Quevedo, el vocero de Filmus, que dio una conferencia de prensa desde su bunker transmitido por todas las emisoras. Inmediatamente después, casi superponiéndose, Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gabinete de Macri, hizo lo propio desde Costa Salguero. La cosa no quedó ahí: diez minutos después, nuevamente Quevedo tomó el escenario, esta vez acompañado por Carlos Tomada y otros dirigentes, ya no para agradecer sino para afirmar que “ésta ha sido la mejor elección el FpV en toda la historia de la Capital Federal”, asegurando: “Estamos seguros de que el 31 de julio la fórmula Daniel Filmus y Carlos Tomada gobernará la Ciudad”. A partir de allí, ambas fuerzas pusieron a disposición de las cámaras a todos sus candidatos para intentar atraer desde el minuto uno poscomicios a potenciales votantes para la segunda vuelta.

Así, entre análisis cargados de “supuestos”, con periodistas haciendo malabares lingüísticos para no violar la ley y mantener atrapada a la audiencia, las coberturas se mantuvieron sin novedades hasta las 21.30, momento en que desde el Centro de Cómputos difundieron los primeros datos oficiales. Recién a partir de ahí, los dos candidatos que el 31 de julio disputarán la jefatura porteña salieron a los escenarios montados en sus antagónicos bunkers a hacer declaraciones públicas. Las primeras de una larga discusión mediática que Macri y Filmus tendrán en las próximas dos semanas, en radio y televisión. Un debate de ideas y políticas sobre la Ciudad y sus problemas, que cada uno de los canales que ayer cubrió la jornada cívica se encargó de llamar a que se realice en su pantalla.

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