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El bloque kirchnerista de la Cámara de Diputados buscará aprobar el miércoles en una sesión especial un proyecto de adhesión formal de la Argentina al Banco del Sur. En caso de ser sancionado, quedará convertido en ley, ya que cuenta con sanción del Senado. Argentina será el cuarto país en darle ratificación parlamentaria al convenio de constitución de la entidad.
El Banco del Sur es una iniciativa del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que se oficializó en febrero de 2007, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner rubricó el memorando para su creación, con el objetivo de impulsar una alternativa a los organismos tradicionales de crédito. El 9 de diciembre de ese año –un día previo a la asunción de Cristina Fernández de Kirchner–, el proyecto de la entidad fue puesto en marcha formalmente en Buenos Aires por mandatarios y autoridades de los siete países fundadores (Venezuela, Argentina, Brasil, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Paraguay), mientras que en septiembre de 2009 ese grupo de naciones firmó en la venezolana isla Margarita el convenio constitutivo del Banco del Sur.
Desde entonces no hubo demasiados avances al respecto, ya que la medida quedó a la espera de su ratificación por los parlamentos de los países miembro. Hasta el momento, lo hicieron sólo Ecuador, Venezuela y Bolivia. La prolongación de los plazos tuvo que ver con la falta de acuerdos políticos al momento de avanzar con su implementación, pero la crisis internacional aceleró los tiempos debido a la necesidad de contar con un instrumento autónomo para promover el desarrollo regional.
“La creación del Banco del Sur es una prioridad para el Gobierno y se trata de un proyecto estratégico de la Unasur. Por eso vamos a pedir una sesión especial para el miércoles para aprobarla”, afirmó una fuente de la bancada oficialista. La iniciativa busca promover el desarrollo regional financiando obras de infraestructura de países de América del Sur en sectores clave como energía y transporte.
El proyecto fue ampliamente debatido tanto por el bloque oficialista como por las bancadas opositoras en las reuniones de las comisiones de Relaciones Exteriores, Finanzas y de Presupuesto, donde la iniciativa recibió dictamen semanas atrás.
Al exponer en la Comisión de Finanzas, el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, aseguró que el organismo “será una herramienta más para financiar el desarrollo económico, social y ecológico de la región y servirá como instrumento para afrontar las consecuencias de una crisis económica como la actual”. El Banco del Sur será “el brazo financiero de la Unión de Naciones Sudamericanas, es un instrumento que beneficiará a todos los países de la región”, explicó Lorenzino, ante los legisladores.
Desde el radicalismo, Miguel Angel Giubergia anticipó que esa bancada respaldará en el recinto la creación del organismo y recordó que en el Senado la iniciativa fue aprobada por unanimidad, por lo que estimó que recibirá igual tratamiento en la Cámara baja. En esa línea, el titular de la Comisión de Finanzas, Alfonso Prat Gay, había anticipado el respaldo de la Coalición Cívica a la iniciativa y consideró que se trata de “una buena idea. Están bien planteados los objetivos y la misión de la entidad. Nadie puede estar en contra, porque apunta a financiar proyectos de sectores clave de la economía”.
Según el diputado de Nuevo Encuentro, Carlos Heller, el organismo financiero buscará reducir asimetrías entre los países de Unasur y actuará como elemento para “fortalecer y solidificar la integración y abre la posibilidad de crear un fondo para desarrollo de proyectos, sin depender de los organismos financieros internacionales”.
Desde el GEN, el diputado Horacio Alcuaz anticipó que respaldará la creación del Banco del Sur, al sostener que se trata de “una herramienta de soberanía y solidaridad porque el derecho a sacar crédito es inversamente proporcional a la inversión que realiza cada país”.
El proyecto del Banco del Sur, que se constituirá como un banco de desarrollo para la región, contempla la integración de un capital inicial de 7000 millones de dólares para su puesta en marcha. La Argentina hará un aporte inicial de 400 millones que serán previstos en el Presupuesto 2012, que el gobierno nacional presentará formalmente el próximo 15 de septiembre ante el Congreso.
Una vez que la Argentina convierta en ley el proyecto, el total del capital suscripto del Banco del Sur será de 64,3 por ciento. Argentina, Brasil y Venezuela, como miembros fundadores de peso, suscribirán acciones Clase A por 6 mil millones de dólares, en una proporción de 2 mil millones cada uno, que deberán ser aportados en un plazo de cinco años, con un equivalente a 400 millones de dólares por año. Ecuador y Uruguay, en tanto, suscribirán acciones en una proporción menor, de 400 millones de dólares, y Bolivia y Paraguay, a razón de 100 millones cada uno. Sin embargo, tendrán la ventaja de que deberán integrar el capital en un plazo mayor, de diez años.
En cuanto a la capacidad de préstamos que podrán pedir los países miembros, se estableció que la Argentina, Brasil y Venezuela podrán solicitar créditos por hasta cuatro veces su aporte de capital. La relación de aporte/préstamo es más beneficiosa para los países chicos, ya que podrán solicitar hasta diez veces su aporte de capital, en créditos. El límite de préstamos total del Banco del Sur a los países será de tres veces su patrimonio neto. El organismo multilateral estará conformado además por un Consejo de Ministros, un Consejo de Administración, un Consejo de Auditoría y un Directorio, con un representante por cada país, cuyos miembros tendrán el mismo derecho a voto.
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