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Buscando una muestra de unidad, Ricardo Alfonsín reunió ayer a los candidatos legislativos de la UCR de todo el país y a los actuales diputados y senadores nacionales. Frente a ellos, presentó las “propuestas para una Argentina mejor” y anunció que su estrategia para el 23 de octubre no apuntará a fortalecer la fuerza parlamentaria del radicalismo, como plantearon algunos dirigentes, sino a disminuir la brecha de 38 puntos que lo separan de Cristina Fernández. “Sé que es difícil, pero nunca la dificultad es una razón para abandonar la lucha. No nos vamos a limitar a defender el necesario equilibrio de poder”, aseguró.
El hotel porteño cercano al Congreso nacional escenario del encuentro comenzó a poblarse de radicales después del mediodía. Antes del acto, hubo una breve cumbre entre Alfonsín; el titular del partido, Ernesto Sanz; los presidentes de los bloques parlamentarios, Ricardo Gil Lavedra y Gerardo Morales; el chaqueño Angel Rozas y Miguel Bazze, entre otros, para terminar de ajustar los detalles del cónclave. En las primeras filas se ubicaban candidatos como Mario Negri (Córdoba), Manuel Garrido (Capital), Graciela Ocaña (Buenos Aires), Luis Naidenoff (Formosa), Miguel Giubergia (Jujuy), Enrique Vaquié (Mendoza), todos al frente de listas legislativas.
Alfonsín hizo una exposición más corta que lo habitual. Tras embestir en los últimos días contra el socialista Hermes Binner, el aspirante radical retomó sus críticas al kirchnerismo. “Dicen que la oposición no tiene propuestas, en realidad el que no tiene propuestas es el Gobierno, que hace campaña mirando el espejo retrovisor”, sostuvo y machacó sobre la inflación, la inseguridad, el narcotráfico, la falta de vivienda, el acceso a la salud y la educación.
En su pasaje más político, remarcó las fortalezas que colocarían a la UCR como la mejor opción de cara a octubre: “Tenemos más de cien años de historia. El bloque parlamentario más grande de la oposición. Las legislaturas más pobladas. Somos una verdadera alternativa. No somos una construcción ocasional convocada para una coyuntura electoral”, aseguró.
La ronda de discursos la había abierto Sanz. “Tenemos que volver a una etapa pre 14 de agosto para salir de los excesos en los que la política ha caído. Pareciera que el oficialismo es más de lo que realmente es y la oposición no es lo que realmente es. Estamos acá para encontrarnos con la Argentina real, objetiva y que tiene muchos problemas”, sentenció.
A su turno, Gil Lavedra hizo una defensa de la lealtad y coherencia de los boinas blancas: “Nadie tiene que preguntarse adónde van a ir y dónde van a militar los candidatos de la UCR. Los candidatos de la UCR van a estar siempre del mismo lado”. No se refería a las antiguas deserciones de Elisa Carrió o Margarita Stolbizer, ni a las más recientes aventuras kirchneristas del vicepresidente Julio Cobos, ni a los radicales que siguen afines al Gobierno, como los gobernadores Miguel Saiz (Río Negro) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero).
Posteriormente le tocó a Morales. “No sabemos qué va a pasar el 23 de octubre, si el kirchnerismo va a sacar más o menos votos, si nosotros vamos a sacar más o menos votos”, arrancó el senador jujeño, que luego cargó con una batería de críticas a la Presidenta. “Que se entere la Presidenta, acá hay muchos punteros que tienen de rehenes y sometidos a cientos de miles de beneficiarios de la Asignación Universal”, remató.
Mientras otros comenzaron a retirarse, los candidatos se quedaron en el hotel para grabar un video. Hace unos meses, allí mismo, el vicepresidente anunciaba que se bajaba de su candidatura para darle el lugar a Alfonsín.
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