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El país|Martes, 18 de octubre de 2011
Cristina Kirchner conmemoró los sesenta años de la televisión argentina en la ex ESMA

“Hoy hay un lugar para el encuentro”

Acompañada por gran parte del gabinete, la Presidenta celebró el funcionamiento de los canales Encuentro y Pakapaka en el marco del Museo de la Memoria. Destacó la necesidad de generar un proyecto que “contenga a los 40 millones de argentinos”.

Por Julián Bruschtein
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La Presidenta recorrió la ex ESMA y destacó la resignificación de ese lugar de horror.

“La responsabilidad que tenemos la generación del Bicentenario es la de generar un proyecto que contenga a los 40 millones de argentinos. Sin negar las diferencias, sino simplemente construyendo bajo el lema de patria, libertad e igualdad una mejor Argentina”, aseguró ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En el acto en la ex ESMA por el 60º aniversario de la primera transmisión de la televisión argentina, CFK llamó a “construir un país mejor porque ya hemos superado los tabúes y viejas antinomias que mantenían alejada a la sociedad”. Destacó la transformación que se hizo en el predio en el que “hoy hay un lugar para las Madres, para la memoria y un lugar para el encuentro”.

“Hay que tener la humildad y la inteligencia de reconocer las cosas que nos han salido, porque han salido bien para todos los argentinos, no para un sector o para un partido político”, afirmó Fernández de Kirchner enviando un mensaje a la oposición que se encuentra enfrascada en la campaña presidencial. “Todos tenemos que hacer un gran esfuerzo para generar nuevos pensamientos, nuevas alternativas. El mundo está demandando pensamiento nuevo frente a un mundo que se muestra totalmente agotado para solucionar crisis estructurales”, agregó la Presidenta, poniendo el ojo sobre la crisis económica mundial, a la par que acusó al sistema financiero de ser “la nueva forma de terrorismo que disciplina las sociedades”.

La primera transmisión de la televisión pública fue un 17 de octubre de 1951, cuando se emitió el discurso del presidente Juan Domingo Perón y Eva Duarte en la Casa Rosada ante una multitud que festejaba el Día de la Lealtad peronista. Allí, una Eva enferma pronunció la arenga política en la que decía que “aunque deje en el camino jirones de mi vida, yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria”. Antes del inicio del discurso se proyectó un corto con el audio de aquel día que provocó el furor y los aplausos de los militantes, a la vez que la mirada atenta de la Presidenta. A su lado la acompañaban en la mesa el presidente de Radio y Televisión Argentina, Tristán Bauer; el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el ministro de Educación, Alberto Sileoni, y el secretario de Comunicación, Juan Manuel Abal Medina.

El 60º aniversario se vivió como una fiesta popular por la militancia peronista que se acercó hasta las instalaciones de la nueva sede de los canales Encuentro y Pakapaka en la ex ESMA. Miles se convocaron por el doble sentimiento de homenajear a Eva Duarte y apoyar a la Presidenta en un día tan peronista como un 17 de octubre. Se veía en las remeras: unas cuantas chicas se paseaban con las figuras de Evita y de Cristina estampadas en el pecho con la leyenda “La misma pasión”. Detrás de las vallas enarbolaban sus banderas La Cámpora, la JP Evita, la Corriente Peronista Nacional y el Peronismo Militante, entre muchos otros.

La Presidenta se cuidó de teñir el acto de partidismo, pero debió hacer un paréntesis. “Hay una cosa que sí le debemos al peronismo. Gracias al peronismo los argentinos aprendieron a tener derechos. Aprendieron que tenían derecho a comer, a tener educación, a tener salud, a tener vacaciones, a tener trabajo”, dijo arrancando los cantitos en el fondo y un inicio de la marcha peronista que quedó trunca ante la voz presidencial. En la primera fila la escuchaban músicos como el ex cantante de Los Pericos, el Bahiano, y el guitarrista de La Portuaria, Diego Frenkel. Un grupo de Madres de Plaza de Mayo se mezclaban con personalidades de la cultura y la ciencia como el escritor Pacho O’Donnell, el decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Jorge Aliaga, y los diputados Juan Carlos Dante Gullo y Carlos Kunkel.

Fernández de Kirchner terminó su visita y el acto oficial como lo hizo desde el primero que dio en Almirante Brown en el 2007, apenas había asumido la presidencia: se bajó del escenario y saludó cara a cara a los invitados y a los militantes que se encontraban en el fondo con el vallado de por medio. Allí se subió a una tarima para que la vieran todos y para que la pudieran saludar la mayor cantidad de personas. Colgados de los árboles, los muchachos de la JP Descamisados no paraban de cantar y de agitar las flameadoras.

“Todavía da un poco de impresión entrar a este lugar”, comentó un militante mientras salía del Museo de la Memoria en la ex ESMA, por donde pasaron más de cinco mil detenidos desaparecidos durante la dictadura. “Sí, pero ahora es del pueblo”, le contestó otro envalentonado por los militantes que lo rodeaban y recordaba además las palabras de la Presidenta, quien destacó la transformación del lugar: “Un hombre que terminó sus días acá y que se llamaba Rodolfo Walsh dijo que la muerte sólo existe cuando se acaba la memoria y mientras haya memoria no hay muerte, mientras haya memoria hay vida”.

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