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El país|Sábado, 29 de octubre de 2011
Desde la central sindical aclararon que la relación con el Gobierno sigue siendo la misma

Para la CGT todo está como siempre

Los sindicalistas Julio Piumato y Omar Plaini advirtieron que hay quienes intentan mostrar a la central sindical peleada con la Presidenta. En el mismo sentido se pronunció Héctor Recalde. Volvieron a hablar de la ley de reparto de ganancias.

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Piumato, Plaini y Moyano, que dijo que “en algún sector del Gobierno no lo deben querer” a su padre.

Diversos dirigentes de la CGT salieron ayer a señalar que la relación con el gobierno nacional sigue siendo la misma. Algunos –como el titular del gremio de judiciales, Julio Piumato, o el de canillitas, Omar Plaini– indicaron que existen sectores que quieren mostrar a la central de trabajadores peleada con Cristina Fernández de Kirchner. “Quieren quebrar la alianza estratégica, pero no lo van a lograr”, sostuvo el diputado Héctor Recalde. Por su parte, el dirigente de Camioneros Pablo Moyano evaluó que “en algún sector del Gobierno no lo deben querer a Hugo Moyano”. La ley de reparto de ganancias estuvo en el centro de los planteos.

“Los poderes económicos concentrados tienen la intención de quebrar la alianza estratégica que existe entre el Gobierno y la CGT que lidera Hugo Moyano desde mayo del 2003 y que continúa con la presidenta Cristina

Fernández”, analizó Recalde, quien estimó que “no lo van a lograr porque existe plena conciencia y por eso se la apoya en la direccionalidad del gobierno de Cristina, quien afirmó textualmente que su gobierno no es neutral”. El abogado y autor del proyecto de ley de reparto de ganancias que promueve la central sindical descartó cualquier enfriamiento de las relaciones entre la CGT y el oficialismo.

“La relación Gobierno-CGT sigue siendo la misma, nosotros somos parte de este proyecto”, remarcó Plaini, quien estimó que el “mejor homenaje” a Néstor Kirchner sería avanzar con la ley de reparto de ganancias.

“Nosotros tenemos la misma sintonía porque el proyecto es el mismo: de inclusión social, de más igualdad, de más trabajo, trabajo digno, de avanzar en la profundización de la democracia y de pensar un país para el futuro”, estimó el dirigente de canillitas, quien aseguró que los integrantes de la CGT “nos sentimos totalmente identificados” con el proyecto del gobierno nacional.

“Además, la primera medida de la Presidenta, luego de ser reelecta contundentemente con el 54 por ciento de los votos, fue firmar un decreto para que se liquide el dinero de la exportación de las petroleras, de las mineras en la Argentina”, indicó Plaini, quien recordó que los sectores empresarios no asistieron al Congreso a discutir la ley de reparto de ganancias. “Yo no pretendo que vengan a la Cámara y estén de acuerdo con el proyecto que se presentó desde el sector de la representación laboral. Puedo entenderlo, pero sí que vengan a sentarse a discutir en un marco democrático que estamos viviendo”, los instó Plaini, quien consideró que la actitud de los empresarios “muestra una falta de voluntad y un desconocimiento como si hubiera en Argentina argentinos de primera y de segunda: ‘Yo desconozco el Parlamento y no voy a discutir siquiera’”. También propuso la conformación de un Consejo Económico y Social. “Sería muy importante porque estamos en un mundo muy convulsionado donde la vieja Europa está ardiendo y nosotros tenemos que tomar medidas”, estimó.

Por su parte, Piumato estimó que la aprobación de la ley de reparto de ganancias “les hace bien al Gobierno y a todos, menos a algunos empresarios que tienen sus cuentas en negro”. “Los empresarios no quieren discutir lo que realmente ganan. Esta parte negra de la economía argentina que no paga impuestos, que no paga seguridad social, que no paga como corresponde a los trabajadores, es algo que nos hace mal a todos los argentinos”, sostuvo el dirigente de los judiciales.

Piumato afirmó que el diez por ciento de las ganancias que propone el proyecto de Recalde “es una cifra exigua a repartir entre los trabajadores, y más cuando uno garantiza que, a cambio, el trabajador se va a deslomar porque cuanto más gane la empresa más se va a llevar en el reparto”. El gremialista estimó que la resistencia al proyecto también “tiene que ver –y me imagino que Néstor lo había previsto– en que al tener los trabajadores acceso a la información, van a dejar en claro la verdad de lo que son las ganancias de las empresas”. Piumato consideró que, además de avanzar “en el reparto equitativo de la riqueza”, la ley permite blanquear la economía y las ganancias que reciben los sectores empresarios.

Además, Piumato se ocupó de defender la conducción de Moyano. “Necesitamos una CGT en la cual los dirigentes defiendan a los trabajadores. La CGT no puede volver a una CGT de los ’90, en la que los dirigentes entregaban a los trabajadores”, dijo. El sindicalista estimó que dentro del sindicalismo la “renovación se viene; cada vez hay más jóvenes. Hay cinco millones de puestos de trabajo nuevos”. “Los trabajadores más jóvenes son los que defienden con más ahínco la continuidad de Moyano, porque evidentemente Moyano jamás ha traicionado a los trabajadores”.

En tanto, el hijo de Moyano y dirigente de Camioneros, Pablo Moyano, advirtió que su padre “no solamente ratificó el apoyo al Gobierno, sino también nombró las cosas que quedan pendientes: impuesto a las Ganancias, reparto de las ganancias entre los trabajadores y mínimo no imponible que afecta a muchos trabajadores. Y creo que fue claro el discurso”. Cuando le preguntaron si había sectores del Gobierno que no quieren a su padre, dijo: “Debe haber, no creo que todos lo quieran a Moyano”. Sobre la elección de autoridades de la CGT, el dirigente indicó: “Primero hay que ver qué quiere hacer Moyano”. Y estimó que “Moyano se va a ir cuando se tenga que ir. No nació en la CGT. Pero no cuando lo quieran sacar (Oscar) Lescano o Clarín”.

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