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Desde Mar del Plata
Martín García, Ceferino Namuncurá y Liliana Mazure, durante una de las charlas del encuentro.El trabajo en conjunto. La creación y puesta en marcha de medidas que posibiliten la autosustentabilidad de las producciones audiovisuales surgidas del impulso del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. La militancia para la aplicación completa de la ley de medios. Tales los principales ejes a los que productores, realizadores, gerenciadores de canales de televisión públicos y privados y sindicatos de técnicos, actores y autores, entre otros, llegaron durante el Primer Encuentro Nacional de Comunicación Audiovisual impulsado por el área de Acción Federal del organismo de la industria cinematográfica, que culminó ayer en Mar del Plata. “No hay mejor conclusión que aquella que deja un nuevo desafío, y a eso llegó este primer encuentro: nos hizo responsables de pensar cómo sigue esto, qué traeremos al próximo. Porque el año que viene nos volveremos a ver”, concluyó la titular del Incaa, Liliana Mazure, en el acto de clausura del evento, que compartió con la gerente del área organizadora, Lucrecia Cardozo; la jefa de gabinete del Ministerio Desarrollo Social, María Cecilia Velázquez; el interventor de la Comisión Nacional de Comunicación, Ceferino Namuncurá; y el director de la Agencia nacional de noticias Télam.
Más de 500 personas presenciaron las seis charlas principales que se brindaron en el encuentro y trabajaron en las ocho comisiones de debate y reflexión acerca de problemáticas concretas del sector que integran. La convocatoria, pero más que nada la confluencia de espacios que hasta entonces habían estado escindidos “fue mucho más increíble de lo esperado”, definió Cardozo: “En el trabajo en comisiones los actores no sólo generaron el encuentro entre ellos, muchas veces por primera vez, sino que además reflexionaron y plantearon propuestas para afrontar este camino”.
Todos ellos, directores, guionistas, actores, gerenciadores, programadores, sonidistas, todos aunados cada quien según su colectivo –asociaciones, sindicatos, cámaras–, pero también independientes, de alguna u otra manera, son piezas fundamentales de ese rompecabezas en el que se convierte el campo audiovisual argentino: “Hace un año y medio era imposible soñar en que podíamos pensar nuestro futuro entre todos. Hoy no hubo debate entre posturas contrapuestas, sino una lluvia de ideas para trabajar en conjunto, pese a las diferencias, y pensar hacia dónde vamos con todo esto”, consideró Eva Lauría, miembro de la Cámara Argentina de Productoras Pymes Audiovisuales.
“Este tipo de escenario requiere de una nueva organización de todos los actores para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece”, sostuvo la responsable del área de Acción Federal del Incaa, el sector desde donde se coordina el plan operativo de promoción y fomento de contenidos audiovisuales digitales, la herramienta que estalló en decenas de concursos que significaron la llave para muchos realizadores y productores de todo el país a la concreción de sus programas de televisión, ya sea de ficción o documentales, y su ingreso a la programación televisiva.
¿A qué tipo de escenario se refirió Cardozo? ¿Dónde posó su mirada el instituto de cine nacional para salir a apoyar y a arengar la producción de contenidos televisivos? En la multiplicación de señales televisivas a partir de la puesta en marcha de la Televisión Digital Abierta (TDA) y en la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, exclusivamente del artículo que asegura a la producción independiente nacional y local un porcentaje de la programación de los canales públicos y privados. Hacia allí, en tanto, apuntaron las reflexiones e ideas surgidas de las comisiones de trabajo del encuentro concluido ayer.
En ese sentido, por ejemplo, productores y realizadores de Mendoza, Chaco, Córdoba, Jujuy, Entre Ríos, Río Negro, Misiones, ciudad y provincia de Buenos Aires, La Rioja y Catamarca, entre otras, ya sea nucleados en colectivos o independientes, detectaron dos “problemas graves” en lo que respecta a su actividad dentro del campo audiovisual y su subsistencia: la financiación privada y la posibilidad de exhibición de sus productos en los canales de televisión. “Existen leyes provinciales que empujan a las empresas a fijarse en lo audiovisual, pero no son suficientes. Sería bueno una ley nacional”, expresó Valeria Roig, de Mendoza, quien además aseguró que “los canales privados del interior no invierten en producciones locales, no respetan repeticiones y se quedan con toda la pauta publicitaria. Es necesario que comience a cumplirse la ley de medios”. Como posibles soluciones, las comisiones en las que trabajaron estos actores consideraron viable la conformación de dos comisiones, una que audite que los canales privados apliquen la ley en las provincias y otra que se dedique a censar la existencia de empresas privadas con el fin de armar una cartera de posibles compradores de pauta publicitaria.
Por su parte, los representantes de canales de televisión públicos de Córdoba, Misiones, Santa Cruz y La Pampa, además de algunos referentes de sectores privados, sindicatos y asociaciones gremiales que se encuentran en la búsqueda de una licencia para poder operar una señal de TDA, consideraron que si bien es positivo que existan líneas de fomento que lleguen desde el Estado para apuntalar la producción de contenidos televisivos, “los canales públicos deben tener un rol activo y trabajar en nuevas políticas de contenidos que jaqueen al viejo esquema de ser meros repetidores”. Las organizaciones políticas –La Cámpora, Kolina, Movimiento Evita, Frente Transversal, Hijos y La Tendencia, entre otras–, en tanto, propusieron la construcción de un foro de discusión en el que debatir sobre contenidos, formatos, maneras de producción y difusión de los productos finales y la construcción de puentes de producción entre los realizadores y las organizaciones sociales y políticas con un único y general objetivo “urgente”: “Crear condiciones que nos permitan dar batalla por la hegemonía cultural”.
Por último, los productores y realizadores con experiencia –que ya cuentan con varios trabajos en su carpeta– y sindicatos se centraron en la necesidad de “trabajar en conjunto para darles continuidad a los planes de fomento”. “Todos somos el Estado y para que esto sea sustentable en el tiempo debemos pensar en alternativas de financiación”, remarcó Lauría. “Es necesario trabajar en cuanto a la exhibición y difusión de las producciones que se realizan para que lo que hoy estamos construyendo se convierta en una industria.”
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