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El país|Sábado, 26 de noviembre de 2011
El vicepresidente electo, Amado Boudou, cuestionó a su antecesor por haber creado treinta nuevos cargos en el Senado

Para Boudou, Cobos se retira como en Saigón

Boudou dijo que “le gustaría no tener ni cerca” a Cobos durante la reasunción de CFK por todo lo que hizo y criticó el nombramiento de personal antes de su partida del poder. Cobos replicó que ejerce su función hasta el 10 de diciembre.

Por Sebastian Abrevaya
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El vicepresidente electo, Amado Boudou, y el saliente, Julio Cobos, un cruce con desagrado.

El vicepresidente Julio Cobos no parece dispuesto a dejar su cargo sin tener un último minuto de fama. Esta vez, la polémica la protagonizó con su sucesor, el ministro de Economía, Amado Boudou, quien lo cuestionó por su voluntad de participar en la ceremonia de reasunción de Cristina Fernández y por el nombramiento de empleados jerárquicos días antes de su partida. “Me gustaría no tener nada que ver con Cobos, ni tenerlo cerca, con todo lo que ha hecho y todo lo que está haciendo en los últimos días”, lanzó Boudou ayer. “¿Se acuerda cuando se iban los norteamericanos de Saigón en las películas? Bueno, parece que el señor Cobos está haciendo algo parecido”, abundó Boudou sobre los cargos efectivizados. “El ministro debe comprender que ejerzo la función de vicepresidente hasta el último día de mi mandato y si hay alguna acción que no comparta, podrá cambiarla y darle su impronta después del 10 de diciembre”, le respondió Cobos.

Tal como lo anticipó antes de las elecciones, el titular del Senado volverá al llano para dedicarse a la ingeniería civil. Al quedar desplazado de un lugar de relevancia en la política nacional, Cobos aprovechó para hacer unas últimas actividades polémicas. La más pintoresca fue hace un par de semanas, cuando amasó fideos para los mozos de la Cámara alta, como muestra de agradecimiento por la atención recibida durante cuatro años. Pero el broche final fue la modificación de la estructura administrativa del Senado en respuesta a un pedido de la Asociación de Personal Legislativo que conduce el moyanista Norberto Di Próspero.

Con ese decreto firmado el 10 de noviembre, el vice generó una ampliación y modificación de las Direcciones de Informática, Administración, Contaduría, Tesorería y Relaciones Oficiales. Se trata de 30 nuevos cargos, que fueron ocupados por personal de carrera cercano al gremio y por algunos dirigentes que ingresaron con Cobos hace cuatro años, los cuales quedarán como parte del personal de planta del Congreso.

Fuentes parlamentarias revelaron a Página/12 que el vicepresidente dejó a algunos de sus hombres, pero no fue tampoco tan generoso con los suyos. La mayoría de los ascensos e incorporaciones son pedidos del sindicato, que le alcanzó una lista. “El ministro de Economía dramatiza y teatraliza situaciones que nada tienen que ver con la realidad. Las puertas del Senado están abiertas para que los funcionarios que designe el vicepresidente electo sean debidamente informados sobre las medidas tomadas y comprueben que las mismas, lejos están de entorpecer su futura gestión”, se defendió Cobos mediante un comunicado.

La mayoría de esos casos se trata de cargos de segunda línea, como subsecretarios o subdirectores, que venían realizando esas funciones en la práctica, pero que no estaban formalmente designados. Hace unos meses Cobos también autorizó una serie de nombramientos solicitados por los distintos bloques políticos.

En el entorno de Boudou no dieron más precisiones respecto del “esquema de designaciones y cambios en la estructura del Senado” realizado por Cobos. El ministro no desembarcó aún en la Cámara alta y hasta el momento sólo mandó a dos de sus hombres a conversar con Di Prospero. El lunes pasado, al asumir los nuevos delegados de APL –el gremio mayoritario del Congreso–, Di prospero le envió una dura advertencia: “Si las autoridades que asumen tienen disposición para el diálogo y el consenso, nosotros seguiremos por ese camino como hasta ahora, pero si la intención es hacernos retroceder un solo paso en nuestras conquistas de los últimos cuatro años, se encontrarán con un gremio fuerte, que tiene el respaldo de los trabajadores”, lanzó el sindicalista alineado en la CGT de Hugo Moyano.

“Acá el problema no lo va a tener con los radicales ni con el Frente Amplio Progresista, lo va a tener con los propios”, explicó un hombre que fatigó los pasillos del Congreso y que recuerda el primer mensaje de Miguel Pichetto a Cobos recién asumido. En aquel momento, el jefe de la bancada del FpV le avisó que los que manejan el cuerpo son los senadores y que el vicepresidente sólo va a “tocar la campanita”.

Asamblea Legislativa

Boudou volvió a poner en duda la participación de Cobos en el acto de asunción de Cristina Fernández. “Vamos a ver”, deslizó después de decir que le gustaría “no tener nada que ver con Cobos, ni tenerlo cerca”. Fuentes del Senado revelaron que Juan Estrada, secretario parlamentario, estaba haciendo gestiones para evitar esa situación, pero que este nuevo episodio había entorpecido las negociaciones. “No entiendo nada del tema de protocolo”, reconoció Boudou.

“Si se lo piden y lo comunican bien él no tiene problema. Ahora si lo quieren hacer de prepo, intimidarlo o lo quieren dejar como un cobarde, Cobos va a ir”, explicó un colaborador del vice. En concreto, Cobos quiere que lo llamen, le pidan formalmente que no vaya para que el Frente para la Victoria asuma “el costo político”. Imaginan una situación similar a la del velatorio de Néstor Kirchner, en la que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, le dijo que su presencia no era conveniente.

“Lo más importante es lo que diga Cristina, será un tema que definirán el Poder Ejecutivo y el Parlamento, pero me parece que Cobos no debería intentar tomarle juramento a la Presidenta. Debería dar un paso al costado y permitir que la ceremonia de reasunción de la jefa de Estado sea lo que expresó el pueblo el 23 de octubre, una fiesta”, sostuvo ayer el diputado Edgardo Depetri.

La alternativa a lo que establece el artículo 93 de la Constitución nacional es que ese lugar lo ocupe el presidente provisional del Senado, cargo que aún no está definido tras la salida de José Pampuro de la Cámara alta. La que aparece primera en la lista de aspirantes es la tucumana Beatriz Rojkés de Alperovich, seguida por Aníbal Fernández. Esa definición llegará la semana próxima en la sesión preparatoria del 30 de noviembre.

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