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La Comisión Nacional de Valores estadounidense acusó judicialmente a siete ex directivos de Siemens como parte de un caso de corrupción en la Argentina, que llevó al grupo alemán a aceptar en el año 2008 acuerdos judiciales por mil millones de euros. Como Siemens cotiza en la Bolsa de Nueva York, los ejecutivos fueron denunciados civil y penalmente por utilizar cuentas bancarias estadounidenses, falsificar documentos y pagar sobornos a funcionarios argentinos por cerca de cien millones de dólares para conseguir el contrato para hacer los DNI en la época de Carlos Menem y recuperarlo en los gobiernos posteriores.
La Comisión de Valores (SEC es su sigla en inglés) los querelló civilmente y el Departamento de Justicia los denunció penalmente. El director de la División de Investigación de la SEC, Robert Khuzami, indicó que “los negocios deberían fluir con el mejor producto y el mejor precio, no con el mejor soborno”. La SEC los acusó de fraude, falsificación de documentos y de organizar reuniones en Estados Unidos para negociar los sobornos. También indicaron que usaron cuentas estadounidenses para pagar algunas de las coimas. El fiscal de Manhattan, Preet Bahrara, dijo que “sobornaron a funcionarios argentinos en un exitoso complot para llevarse una licitación pública y cuando el proyecto fue cancelado intentaron recuperar los beneficios de un contrato adjudicado en forma ilegítima”.
Según las autoridades norteamericanas, Siemens hizo fluir los sobornos para pagar a funcionarios capaces de hacerle ganar contratos en Argentina, Bangladesh, Irak y Venezuela. Las querellas anunciadas ayer se refieren específicamente a un caso que entre 1996 y 2007 implicó que Siemens pagara unos cien millones de dólares en sobornos en Argentina.
El 5 de octubre de 1998, la empresa alemana obtuvo un contrato para la confección de DNI, que fue firmado por el entonces presidente Carlos Menem, actual senador con fueros. El contrato, además de la confección de los documentos, incluía la instalación de un sistema de informatización de los movimientos de pasajeros y carga en los pasos de frontera. En la misma licitación hubo ofertas por el precio por DNI de hasta cinco veces menos. El 18 de mayo de 2001, el presidente Fernando de la Rúa anuló la concesión para hacer los DNI porque consideraba “altos los costos fijados” (cada DNI costaba 27 dólares, casi el doble de lo que le costaba al Estado). Un ejecutivo de Siemens admitió luego que en ese momento el entonces titular de Siemens, Henrich von Pierer, autorizó una nueva inyección de dinero: según lo que declaró este directivo ante la Justicia alemana, se giraron otros diez millones de dólares a una cuenta en Suiza.
Finalmente, el contrato no se reestableció, por lo que el grupo alemán inició juicio a la Argentina ante el Ciadi por doscientos millones de dólares. En 2007, el Ciadi condenó al país a pagar 208 millones de dólares por la anulación del polémico contrato. El gobierno nacional apeló y en agosto de 2009 finalmente Siemens desistió de continuar con la demanda, cuando llegó a un acuerdo con las autoridades de Alemania, Argentina y Estados Unidos.
En abril de 2008, el ex titular de Siemens, Henrich von Pierer, admitió que Siemens pagó sobornos en 1998 y entre 2002 y 2003 por esa concesión en la Argentina. Pierer era el jefe de asesores en el área de Innovación de Angela Merkel, pero la canciller alemana cortó toda relación a partir del escándalo. En tanto, la compañía echó a once directivos. En un acuerdo con la SEC, pagó multas por 800 millones de dólares, pero no dio detalles ni nombres sobre las coimas ni sobre quienes las recibieron.
En agosto de 2008, los nombres de los funcionarios argentinos que cobraron coimas –investigados por la fiscalía de Munich– trascendieron a través del diario alemán Der Spiegel. En un memo que encontraron los investigadores se identificaba a funcionarios con sus iniciales: así, “C. M.” habría cobrado 16 millones de dólares; “C. C.”, 9,75 millones y “H. F.”, otros 9,75 millones, mientras que “C. S.”, 7,5 millones. En una auditoría interna que realizó la firma Debevoise & Plipton, también se involucraba a empresas del Grupo Macri, que en ese momento controlaba el Correo Argentino y que se asoció con Siemens para la operación.
Ese mismo año, la SEC señaló que los principales acusados de cobrar las coimas eran el ex presidente Carlos Menem, el ex ministro del Interior Carlos Corach y el ex director de Migraciones Hugo Franco. Son nombres que coinciden con las iniciales del memo, a los que se suma “C. S”, que corresponde a Carlos Sergi, el lobbysta local de Siemens. La SEC indicó que entre 1994 y 2004 Siemens pagó coimas por más de 40 millones de dólares a los distintos gobiernos. Señaló que al menos 2,6 millones de dólares se le pagaron a Menem y los otros dos funcionarios y que, durante el gobierno de De la Rúa, se pagaron otros seis millones en coimas. Otro cable de la agencia alemana DPA mencionó otros 27 millones de dólares en pagos a funcionarios del gobierno de Eduardo Duhalde, entre 2002 y 2003.
Una sentencia sobre Siemens del Departamento de Justicia de Estados Unidos hablaba de “pagos significativos a oficiales argentinos entre septiembre de 1998 y 2007” y señalaba que “desde la fecha en que comenzó a cotizar en Wall Street, el 12 de marzo de 2001, hasta alrededor de enero de 2007, Siemens Argentina pagó aproximadamente 31.263.000 de dólares en sobornos a través del Argentine Consulting Group y otras entidades”. No detalla quiénes habrían cobrado los sobornos en los últimos años.
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