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El país|Sábado, 5 de abril de 2003

Duhalde volvió a exigir apoyo a Kirchner con un ojo en Adolfo

Tras el acto de River, Duhalde dejó claro que quiere estar al frente de la campaña de su candidato. Así se lo hizo saber al PJ bonaerense en pleno. Y les pegó muy duro a los otros dos candidatos peronistas. En el duhaldismo perciben que crece Rodríguez Saá.

Por Martín Piqué
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Duhalde junto a Felipe Solá y Kirchner, que se sumó imprevistamente a la reunión en San Vicente.
El gobernador recibió un reto presidencial por haber prolongado demasiado su discurso en River.
Hasta ayer se había mantenido en un segundo plano, se limitaba a hacer leves críticas a los rivales de Néstor Kirchner y el peso de la confrontación quedaba a cargo de los candidatos o, en todo caso, de intendentes y funcionarios del Gabinete. Pero todo cambió inmediatamente después del acto en River Plate: fue entonces que Eduardo Duhalde decidió involucrarse de lleno en el tramo final de la campaña. Lo demostró ayer en San Vicente, donde arengó a todo el PJ bonaerense y retó a quienes no terminan de comprometerse con la fórmula Kirchner-Scioli.
La cita era al mediodía en la enorme quinta que perteneció a Juan Perón y que ahora es un museo de propiedad de la provincia. Estaban invitados 120 dirigentes del PJ bonaerense, entre candidatos a intendente que ganaron la interna de sus distritos, legisladores y miembros del consejo partidario. Pero finalmente asistieron unas 300 personas entre curiosos y funcionarios de segunda línea del Gobierno. Ante ese auditorio, Duhalde instó a “trabajar casa por casa, barrio por barrio” para “entrar en la batalla decisiva a paso de vencedores”.
En los remodelados salones de San Vicente se veía a toda la primera línea del duhaldismo: Chiche Duhalde, los ministros Aníbal Fernández (Producción), Alfredo Atanasof (Jefe de Gabinete), Graciela Giannettasio (Educación), Nélida Doga (Acción Social) y el ubicuo José Pampuro; más un grupo selecto de intendentes, como “Manolo” Quindimil (Lanús), Hugo Curto (Tres de Febrero), Julio Alak (La Plata) y la dueña de casa, Brígida Malacrida de Arcuri (San Vicente), entre otros. También estaban el propio Kirchner y Daniel Scioli, y el gobernador bonaerense, Felipe Solá.
Después de unas palabras de recepción de la blonda Brígida, el auditorio se preparó para escuchar al “jefe”. Algunos ministros ya sabían que cargaría contra Menem y Rodríguez Saá –en especial contra este último–, Duhalde sorprendió a muchos con la dureza de sus declaraciones. “No se puede volver al pasado por nada del mundo. Y también que a los cobardes no se los puede votar”, aseguró el Presidente. Como Kirchner, Duhalde relacionó a Menem con el “pasado”. Sin embargo, el epíteto más feroz se lo dedicó al puntano, a quien llamó “cobarde” y lo comparó con los “hombres que cuando hay problemas, ni plata ni trabajo, no encuentran nada mejor que irse y dejar abandonada a su mujer con sus hijos”.
Entre los bonaerenses del PJ, las críticas de Duhalde a Rodríguez Saá fueron interpretadas como una señal de que el puntano sigue firme en las encuestas. “Si usted repasa el discurso de Duhalde, se va a dar cuenta que cambió el eje –analizó un duhaldista del conurbano que conoce personalmente al Presidente–. ¿Cuándo fue la última vez que lo escuchó ocuparse de Rodríguez Saá?”. Aunque algunos interpretaron la acometida de Duhalde como una respuesta a los dichos del puntano (el jueves, Rodríguez Saá acusó al Gobierno de usar los planes sociales para hacer el acto de Kirchner en River), un dirigente del PJ bonaerense reconoció que el ex presidente “no está bajando” en la intención de voto.
De todas formas, en el entorno de Duhalde y cerca de Kirchner predomina un clima de moderado optimismo. “Es una campaña que está viniendo muy bien diseñada, porque en muchas provincias Kirchner estaba abajo en varios distritos, y ha tenido unos repuntes fenomenales. Hay que aprovecharlo y trabajar en consecuencia”, señaló Aníbal Fernández. En el duhaldismo creen que Menem y Rodríguez Saá tienen los votantes más decididos, pero que el santacruceño es el candidato con mejor llegada entre los independientes, y que eso le permitirá despegarse una vez que los indecisos decidan su voto.
El discurso de Duhalde incluyó también unas cuantas críticas a Menem, a quien sí llamó con nombre propio. “Menem no le puso la banda presidencial a De la Rúa porque prefería a un radical antes que a un peronista sino que lo hizo, porque en realidad, ellos respondían a los mismos intereses y a las mismas centrales, aquellas que han enriquecido cada vez más a los ricos y empobrecido cada vez más a los pobres”, dijo. Pero ayer no sólolos adversarios de siempre fueron objeto de las críticas de Duhalde. En una reunión privada que generó suspicacias entre los presentes, Duhalde discutió acaloradamente con Solá, a quien retó por el discurso de 42 minutos que hizo en el acto de Kirchner en River Plate.

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