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El país|Miércoles, 4 de enero de 2012
Alberto Weretilneck asumió en Río Negro en lugar de Soria

“Este es un gobierno del PJ”

El vicegobernador y dirigente del Frente Grande asumió con el respaldo del gobierno nacional y del peronismo de Río Negro. Estuvieron Abal Medina y Randazzo y contó que la Presidenta lo llamó “como diez veces”.

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Weretilneck abraza a Martín, el hijo de Carlos Soria, junto a Randazzo y a Abal Medina.

El vicegobernador y dirigente del Frente Grande Alberto Weretilneck asumió ayer como gobernador de Río Negro en reemplazo de Carlos Soria y juró fidelidad al proyecto político iniciado junto a su ex compañero de fórmula hacía apenas 24 días. “Su discurso de asunción es nuestra Biblia”, sostuvo Weretilneck sobre la continuidad de la impronta que Soria le dio a su breve gestión y ratificó ante la Legislatura que “no habrá marcha atrás” con las leyes sancionadas hace apenas una semana que pone en disponibilidad a 20 mil empleados estatales rionegrinos y que reabrió la explotación de minería a cielo abierto y con cianuro. Agradeció a la Presidenta –con quien dijo que se comunicó “diez veces en los últimos días”– por su respaldo a la continuidad institucional en la provincia, que estuvo avalada con las presencias del jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el ministro de Interior, Florencio Randazzo. Como “extrapartidario”, el flamante e inesperado gobernador afirmó que “este gobierno que yo hoy encabezo es, fue y será el gobierno del justicialismo de la provincia de Río Negro”. El acto terminó con la marcha peronista.

El nuevo mandatario rionegrino quiso despejar cualquier duda sobre la continuidad de las políticas de Soria. Weretilneck juró ayer en Viedma y ante la Legislatura “por la memoria y el proyecto del ex gobernador Carlos Soria”, la Constitución Nacional y la de Río Negro. Fue apenas la primera de muchas otras referencias que Weretilneck dedicó al fallecido gobernador, después de que el respaldo del gobierno nacional también puso fin a las versiones sobre un fin anticipado del mandato y la convocatoria a nuevas elecciones. Las presencias de Abal Medina y Randazzo fueron los garantes de la decisión presidencial de garantizar la institucionalidad en la provincia, además del jefe de los senadores nacionales del Frente para la Victoria y dirigente del peronismo rionegrino, Miguel Angel Pichetto, que encabezó las negociaciones.

“Yo tengo un solo homenaje para Carlos: cumplir lo que él quería”, expresó Weretilneck en su discurso de asunción. “No hay matices, no hay cambio de rumbos. Hay consolidación de las propuestas de Carlos”, agregó.

Weretilneck acompañó a Soria en la fórmula a la gobernación provincial como representante del Frente Grande en una alianza electoral con el PJ rionegrino que se proponía terminar con 28 años ininterrumpidos de gobiernos radicales, en sus distintas variantes. Luego del triunfo, a menos de un mes de asumir y tras el asesinato de Soria, la orfandad política de Weretilneck necesitaba del apoyo del peronismo provincial para asumir como gobernador. Por eso también puso en claro que la impronta del gobierno será la del PJ. “Este gobierno que yo hoy encabezo es, fue y será el gobierno del justicialismo de la provincia de Río Negro”, afirmó.

En su discurso, el flamante gobernador dio fe de su fidelidad al proyecto, más allá de que no existe un programa ni lineamientos firmados a seguir. “Cuando construimos este proyecto con Carlos no hubo actas firmadas. No hubo documentos. No hubo acuerdos programáticos. Era tan fuerte la relación personal y tan fuerte la confianza que esa era la relación. El era el conductor, y yo su ayudante... Y hoy me encuentro aquí, siendo yo el conductor, pero sé que él es mi ayudante”, dijo Weretilneck frente a los legisladores.

Poco antes de la asunción de Weretilneck, los legisladores provinciales homenajearon a Soria, nombraron al nuevo vicegobernador –como lo establece su Constitución– y al presidente de la Legislatura unicameral. Como vice y segundo en la sucesión provincial fue encumbrado Carlos Peralta, mano derecha y un incondicional de Soria que dirigía el bloque oficialista en la Legislatura donde predomina el PJ y que ahora deberá renunciar a su banca para asumir el nuevo cargo. En tanto, otro peronista, Pedro Pessatti, pasará a comandar la bancada oficialista.

Sin Soria, el PJ orgánicamente pasará a tener un rol fundamental en el gobierno provincial. El propio Pichetto afirmó que asumirá la conducción partidaria en reemplazo del propio Soria. “La Presidenta me ha pedido que asuma la conducción política del peronismo y vamos a adelantar el proceso interno” que se realizará en marzo, dijo el senador nacional. “Siguiendo el pensamiento de la Presidenta –continuó Pichetto en una entrevista radial–, voy a estar acompañado por intendentes de entre 35 y 40 años, que tienen poder territorial y una tarea hecha en los municipios. Esa va a ser la nueva conducción del peronismo enrolada en la línea de la Presidenta y acompañando al gobernador que asume hoy (por ayer)”.

La influencia de Pichetto no tardó en aparecer. Weretilneck solo hizo dos cambios en el gabinete que armó Soria y dejaron sus cargos los ministros de Producción, Luis Bardeggia, y de Gobierno, Edgardo Bagli, para darle paso a dirigentes del PJ en el elenco ministerial. Distintas versiones daban ayer como reemplazante de Bardeggia al economista Juan Manuel Pichetto, hijo del senador.

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