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Tras el asado en el que Hugo Moyano reunió a los dirigentes de la CGT y las dos cartas que le envió a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el sindicalista Omar Plaini consideró que hubo un “deterioro de la relación. “Moyano no desafía a nadie. El ha sido muy coherente”, estimó Plaini. “No sé por qué se vuelven locos con los reclamos de la CGT si son todas medidas coherentes con un gobierno nacional y popular”, opinó el dirigente de judiciales Julio Piumato. Por su parte, el gastronómico Luis Barrionuevo opinó que “la Presidenta le sacó el banquito a Moyano”. Barrionuevo le dejó un ultimátum a Moyano: sostuvo que si no tiene respuestas para marzo “tendrá que adelantar el congreso para tener sus autoridades”.
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