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El país|Viernes, 2 de marzo de 2012
ANTE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA, CRISTINA KIRCHNER RECHAZO LA DECISION DE MAURICIO MACRI DE DEVOLVER LOS SUBTES

“Uno no puede andar devolviendo contratos”

La Presidenta hizo su discurso más extenso en la apertura de las sesiones ordinarias. Aunque no dejó tema por tocar, el tramo más encendido fue cuando se refirió al “bochorno” de Macri. Prorrogó la custodia de la Federal.

Por Fernando Cibeira
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La presidenta Cristina Kirchner se presentó al mediodía ante la Asamblea Legislativa envuelta en una nube de papelitos que arrojaron desde los palcos.

Fue un discurso típicamente “chavista”, pero por lo extenso. Tres horas y cuarto en las que la presidenta Cristina Kirchner hizo un minucioso repaso de los logros de su gestión como mensaje de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, con picos emotivos cada vez que recordó a Néstor Kirchner. Así hasta promediar el discurso, cuando avisó que se referiría a “un episodio bochornoso”, en referencia al anuncio del miércoles del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, de devolver la administración de los subtes de la ciudad de Buenos Aires. La Presidenta subrayó que Macri necesitaba asesoramiento jurídico porque existía un contrato firmado entre ambas partes y un comienzo de ejecución, cuando el Ejecutivo porteño dispuso de un plumazo aumentar el boleto un 127 por ciento. “Uno no puede andar devolviendo contratos y concesiones como si fueran pares de zapatos”, avisó. Con todo, anunció que había instruido a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, para que prorrogue por otros 30 días la custodia de la Policía Federal a los subtes. “A ver si en tres meses puede organizar 240 personas con uniforme policial”, ironizó. Por la tarde, la policía retornó a las estaciones y los subtes volvieron a funcionar. Igual, Macri intentó formalizar anoche la devolución mediante una nota al ministro de Planificación, Julio De Vido, en la que adujo “decisiones unilaterales del Poder Ejecutivo Nacional”.

Ya había avanzado bastante en su discurso y CFK avisó: “No he venido peleadora, he venido a informar. Salvo en algún tema que sí por ahí vamos a enfatizar, vamos a decir las cosas como son”. Desde las graderías del tercer piso los militantes de las agrupaciones juveniles kirchneristas pidieron que fuera al punto, como para calentar las gargantas. Para entonces ya estaban un poco mareados con la profusión de cifras con las que la Presidenta buscó hacer palpable el éxito del modelo kirchnerista. Más militantes seguían el mensaje desde la Plaza del Congreso, las calles había sido cortadas desde muy temprano convirtiendo los barrios de los alrededores en un tole tole vehicular.

No hubo, como habían circulado versiones, anuncios rimbombantes sobre YPF, aunque abordó la cuestión de la caída de la producción de combustibles. “Vamos a tomar todas las medidas que siempre hemos tomado para asegurar el abastecimiento a los argentinos”, avisó (ver página 11).

En cambio, los anuncios que sí hizo fueron sorpresivos. Por un lado, el envío de un proyecto para reformar la Carta Orgánica del Banco Central, con lo que se propuso “ponerle definitivamente un fin a la convertibilidad” (ver página 7). Otro, se refirió a la situación de las islas Malvinas. En vez de impedir los vuelos desde el continente, como se especuló, habló de incrementarlos pasando de dos semanales a tres. Pero, además, propuso que sean desde Buenos Aires a través de Aerolíneas Argentinas, no ya por LAN. “Queremos demostrar claramente que lo que nos interesa es que se cumplan las resoluciones de las Naciones Unidas y que no estamos para perjudicar a ninguna comunidad, ni a la de los isleños, ni a la de los no isleños, ni a la de los ingleses”, explicó (ver página 5).

La sesión de la Asamblea Legislativa se inició, casi a las 12 en punto, con un minuto de silencio en recuerdo a las 51 víctimas de la tragedia ferroviaria de Once. La Presidenta le dedicó luego un buen tramo de su mensaje, uniendo el caso de los trenes al de los subtes. Relató todo lo que había hecho desde 2003 a esta parte para intentar detener el deterioro del sistema ferroviario, cuyo inicio fechó en los sesenta, incluyendo una reivindicación del proyecto de tren bala. “Nunca hubo ningún pedido de rescisión notificado al Ejecutivo, de ninguna de las concesiones ferroviarias por parte de ningún organismo de control”, afirmó. CFK recordó que había resuelto la intervención de la firma TBA y reiteró que “no le va a temblar la mano” al momento de tomar decisiones después de que se conozca el resultado de las pericias sobre el accidente (ver Página/12).

Luego entró de lleno al “bochornoso episodio” –el punto más candente del mensaje– “en donde me quisieron devolver los subtes por conferencia de prensa”. Era aquel “tema” que había adelantado en el que se saltearía su intención de no confrontar. A cada referencia a Macri, las tribunas festejaban. “Yo sé que es ingeniero y no tiene por qué saber derecho, pero tiene que tener algún asesor letrado que le diga que no puede haber ruptura unilateral de los contratos cuando hay ejecución y cuando las partes han cumplido”, sostuvo. Detalló las veces que se había advertido al gobierno porteño sobre el retiro de los 240 policías federales de los subtes, que debía reemplazar con miembros de la Metropolitana que cuenta con 3000 efectivos. “Van casi dos meses para organizar 240 personas en un sistema de subtes que había pedido que se los entregaran durante las dos campañas, de los que habían prometido hacer 15 kilómetros por día, por hora, por año, no sé cómo era”, atizó.

Recordó que el subte era un servicio exclusivamente porteño con obras que mayormente se financian con fondos federales. “Gastamos más aquí que en todo el NEA y NOA empobrecido y necesitado de inversiones desde hace tiempo y que no conocen un subte ni por foto”, comparó. Se refirió también al paro que UTA realizó ayer definido como un lo-ckout patronal por un delegado del sindicato opositor, dado que no lo dejaron entrar a trabajar. La Presidenta deslizó la posibilidad de connivencia entre el concesionario Benito Roggio y Macri. Anunció entonces la prórroga de la custodia federal. “Esto es poco serio y por sobre todas las cosas es profundamente injusto con el resto del país”, se quejó CFK sobre la resolución porteña.

Sin embargo, Macri siguió en la suya. Como para darle algo de formalidad a su anuncio, anoche envió en una nota al Ministerio de Planificación el rechazo al traspaso invocando “decisiones unilaterales adoptadas por el Poder Ejecutivo que resultan contrarias a compromisos asumidos”. Como respuesta, la cartera de De Vido reiteró el comunicado emitido horas antes en el que consideró que la postura adoptada por Macri “desconoce la propia Constitución de la Ciudad y va en contra de normas sancionadas por su Legislatura”. “No cabe ninguna duda de que el acta firmada el 3 de enero entre el gobierno nacional y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sólo da operatividad a lo dispuesto por las normas mencionadas y por lo tanto necesita otra ley y no la voluntad unilateral de Macri para detener este proceso”, concluyó.

CFK resumió ese espíritu en su mensaje al recordar los millonarios pagos de bonos que habían debido realizar desde 2003 como consecuencia del corralito. “Un gobierno se tiene que hacer cargo de todas las cosas, porque para eso se es gobierno”, subrayó.

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