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El país|Miércoles, 7 de marzo de 2012
El vicepresidente Amado Boudou responde a las acusaciones

“La Justicia va a determinar que no tengo nada que ver”

Boudou asegura que el grupo Boldt, al que vincula con el duhaldismo, motoriza las denuncias en su contra porque busca quedarse con los negocios de impresión de billetes.

Por Fernando Cibeira y Nicolás Lantos
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El vicepresidente Amado Boudou explica que sale a responder las acusaciones que se le hicieron sobre Ciccone Calcográfica recién ahora porque no quería seguir la agenda de los medios opositores. Pero que teniendo en cuenta todo lo que se fue publicando y que ya está en marcha un expediente judicial considera que la situación cambió. Boudou recibe a Página/12 en su despacho en el Banco Nación, provisto de varios papeles donde tiene anotaciones sobre la historia del grupo Boldt, al que denuncia como su acusador en las sombras. “Que el pueblo argentino sepa que se están moviendo intereses muy oscuros por detrás de toda esta trama, que siempre encuentran la forma de no poner la cara”, sostiene.

–¿Cuál es su relación con Alejandro Vandenbroele?

–No lo conozco a Alejandro Vandenbroele, no es mi amigo.

-¿Nunca lo vio?

–Yo no lo recuerdo, no lo conozco. Así que hablar de amigo...

–En cambio sí conoce a José María Nuñez Carmona.

–Nuñez es mi amigo desde los 7 años. Además es mi socio, tal cual se desprende de lo que he presentado en la Oficina Anticorrupción todos los años, no es algo que alguien tenga que investigar para conocerlo.

–¿Usted sabía que Vandenbroele y Nuñez Carmona tienen o tuvieron una relación profesional?

–No, la verdad que no. Si todas las personas que yo conozco no pudieran moverse más sería muy difícil, sería algo muy extraño.

–¿Por qué cree que la ex mujer de Vandenbroele denuncia que él es su testaferro y que tiene conversaciones que lo probarían?

–No tengo ni idea.

–¿Cómo ve la operación que involucró a Ciccone Calcográfica, en la que la AFIP había pedido su quiebra y luego se levantó para que la adquiriera el grupo The Old Fund?

–Es una operación en la que no influí ni tuve ninguna participación directa. Además, hay un juez comercial interviniendo –que no conozco tampoco– y que habrá tomado resoluciones conforme a derecho. Por lo que he leído del caso tengo entendido que incluso hubo resoluciones que fueron recurridas a tribunales superiores y han tenido su avance en la causa.

–¿Por lo que sabe del tema le parece una operación transparente o puede haber irregularidades?

–Es una operación con trámite judicial donde se define una cuestión comercial. Yo desconozco el expediente, no lo he seguido, pero debe tener un trámite normal, no tengo por qué pensar una cosa distinta.

–¿Sabe si su amigo Nuñez Carmona realizó gestiones con los acreedores de Ciccone para pedir que acepten el ingreso de The Old Fund?

–Lo desconozco, pero la verdad es que todo lo que se dice es una gran mentira. Hasta ahora no había hablado porque es tal la sarta de mentiras que es muy difícil ponerse a desmentir afirmaciones que, de lo propio que uno va leyendo en el tiempo, confunden funcionarios con socios de una empresa, dueños con empleados. Toda una operación construida alrededor de mentiras. Lo importante es que ahora también tiene un trámite judicial que va a permitir dilucidar las cosas tal como son, que es que yo no tengo nada que ver.

–¿Irá a declarar al juzgado si lo citan?

–Debe haber pocos funcionarios como yo que han participado cada vez que lo han llamado. En un juzgado, en la Cámara de Diputados, en la Cámara de Senadores, con los medios periodísticos, para poner la cara. Pongo la cara siempre y en todo lugar porque estoy convencido de por qué y para qué estoy en la política, que es para acompañar a este proyecto. Muchas veces peleamos contra poderes ocultos, poderes que se esconden atrás de sectores de la prensa, del trabajo que hace el Grupo Clarín y el diario La Nación utilizándolos a veces para hacer trastadas políticas –por ejemplo, el duhaldismo y el duhaldismo residual–, a veces para hacer negocios y negociados. Y me estoy refiriendo al grupo Boldt, que está detrás de todo esto, y que tienen un camino recorrido en común por lo menos desde 1993.

–¿Usted sostiene que el grupo Boldt está detrás de las denuncias que le vienen haciendo?

–Sin dudas. Hay que dejar en claro que el señor (Antonio) Tavanelli y el señor (Guillermo) Gabella, que es su operador, tienen un nivel de operación dentro de la política y de los medios permanente. Son los mismos periodistas que están diciendo que la empresa Boldt sería la damnificada de todo esto. ¿Qué tiene que ver Boldt si no tiene ninguna participación en el expediente?

–¿Y dónde entrarían Boldt y Tavanelli con esto que usted llama una operación?

–Esto tiene varios ejes interesantes. El más novedoso es que nosotros hemos hecho un gran esfuerzo para poner la Casa de Moneda en valor. La Casa de Moneda es un organismo que venía perdiendo dinero y trabajando con mucha dificultad, lo que no es casualidad, sino que tiene que ver con algunas decisiones que se habían tomado. Por ejemplo, desde el Banco Central durante la presidencia de Martín Redrado buscando que los billetes se produjeran en el exterior, o en su intento por comprar máquinas por valores sobre los 150 millones de dólares. La verdad es que el deterioro de la Casa de Moneda tenía que ver con que desde el grupo Boldt se habían ido captando tareas que la Casa de Moneda le son propias como la impresión de los cartones de lotería y de bingo, los padrones electorales, los pasaportes. Hemos trabajado para recuperar el rol del Estado y el valor de la Casa de Moneda, igual que pasó en la Anses con las AFJP. Este es un caso en algún sentido parecido, lo que pasa es que aquí pelean desde las sombras Tavanelli, Gabella y sus socios políticos, que le fueron permitiendo un crecimiento impresionante a esta empresa desde el año ’93.

–¿Quiénes son sus socios políticos?

–Hay que mirar con mucha atención al sistema del duhaldismo y al posduhaldismo, y como ellos operan en conjunto con estos personajes que trabajan en las sombras, nunca ponen la cara, no los conoce nadie, y son los que sacan ventaja cuando el que pierde es el Estado, que en definitiva es el conjunto de los argentinos.

–¿Habla del duhaldismo o del propio Eduardo Duhalde como quien estaría detrás de esta empresa?

–Si uno mira lo que ocurrió, por ejemplo el 8 de octubre de 2010, cuando el diario Clarín publica que podrían faltar billetes de 50 y 100 pesos, verá que el día 16 Clarín pone “sube la tasa de interés por la falta de billetes”, cosa que en principio no tendría que tener mucho que ver porque la tasa de interés no se define sólo por la falta de billetes sino por la situación de todo el sistema financiero. Esto quiere decir que estaban preparando un terreno –como esas operaciones que han hecho con el azúcar o la nafta– para la famosa profecía autocumplida. Decimos que falta algo para que termine faltando. El grupo de (Héctor) Magnetto es especialista en este tipo de operaciones y ha trabajado en otras etapas con Duhalde. Duhalde llegó a ser presidente de una manera muy parecida a ésta, llegó a intendente de Lomas de Zamora también de una forma parecida luego de ser electo segundo concejal: trabajó para que destituyeran al intendente, al primer concejal y él se quedó con la intendencia. Hay un modus operandi. Si uno piensa, además, que Redrado estaba en el Banco Central –y termina siendo cabeza de la lista de Duhalde, que afortunadamente no fue acompañada por el pueblo argentino– cuando se preparó un clima para que hubiera faltante de billetes. Redrado todos los años solicitaba a la Casa de Moneda cantidades menores a las necesarias para sostener el stock en un país que estaba creciendo, por lo que iba cayendo el circulante. Una situación que se empieza a corregir cuando Mercedes Marcó del Pont llega al Banco Central y se empieza a trabajar articuladamente con la Casa de Moneda. Acá había una operación política, mediática y un intento de perjudicar al gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la etapa que más hacen falta billetes que es el verano. Buscaron que se produjera una situación de caos, que por la capacidad de gestión que tiene este gobierno logramos solucionar haciendo una UTE con Brasil. Desde Clarín fue muy criticada la UTE con Brasil y se decía que los billetes los podía hacer Boldt en la Argentina. El punto es que Boldt no tenía una planta para hacerlo, tenía un alquiler por sobre la planta de Ciccone por sólo doce meses. La Casa de Moneda perdió plata durante un montón de años hasta que nosotros la recuperamos con tareas que son propias y hacía Boldt, al punto de que en 2011 la Casa de Moneda ganó 58 millones de pesos. Por eso digo que hay que pegarle al chancho para que salte Boldt.

–Uno de los cuestionamientos que se viene haciendo es que este año se imprimirán billetes de 100 pesos por valor de 50 millones de dólares en Ciccone Calcográfica y que no se hizo licitación.

–Los billetes en la República Argentina los debe hacer solamente la Casa de Moneda. Esto es muy importante porque antes era así legalmente, hasta que en 2003 el ex presidente interino Duhalde saca el decreto 777 por el cual cambia el objeto de la Casa de Moneda y entonces deja de ser obligatorio para el Estado requerir las impresiones de seguridad allí. Por un pequeño cambio legal sólo debe hacerse lo que es requerido a la Casa de Moneda. Este cambio, que pasó inadvertido porque en apariencia se estaba aumentando las atribuciones de la Casa de Moneda, en realidad abría la puerta a que tuviera que competir con empresas privadas que podían sacar ventajas, con un gobierno en ese momento que tenía una tradición de trabajar para Boldt con contrataciones directas en temas tan sensibles como el juego de la provincia de Buenos Aires.

–También se cuestionó que la Casa de Moneda enviara a Ciccone el papel y la tinta especiales para hacer billetes antes de que se le adjudicara el trabajo.

–Es que en cualquier cuestión preparatoria hay que hacer pruebas. Sería una irresponsabilidad avanzar sin saber fehacientemente que técnicamente se puede hacer algo. Pero, repito, para nosotros la única entidad que debe imprimir y hacer el acabado de la moneda en la Argentina es la Casa de Moneda.

–¿Entonces Ciccone no va a imprimir los billetes de 100 pesos este año?

–Los billetes los va a hacer y los va a poner en circulación la Casa de Moneda a través del Banco Central.

–¿Cuál es el sentido de las pruebas que se hicieron en Ciccone entonces?

–Si hubiera alguna tarea parcial que se pudiera realizar, que estuviera en condiciones de hacerla.

–¿La salida de Benigno Vélez del directorio del Banco Central tuvo relación con la impresión de los billetes?

–No, tiene que ver con el cumplimiento de una etapa de un funcionario que había ingresado al Banco Central justamente en la crisis que provocó Martín Redrado. Fue un funcionario que en un momento muy difícil, y sin ser especialista en temas monetarios, tomó esa responsabilidad. Esa etapa se cumplió. Seguramente va a tener nuevas tareas con nosotros.

–¿Por qué dejó pasar tanto tiempo sin responder sobre las acusaciones que se le hicieron sobre este tema?

–Esto es un montaje que realizó el diario Clarín junto con La Nación y la colaboración de Perfil también. Yo no suelo prestarme a la agenda que plantean estos medios, que es una agenda claramente intencionada contra el Gobierno como jefes de una oposición que no está planteada desde la política, sino desde un grupo económico concentrado. Pero viendo todo lo que fue saliendo y que ya hay una causa, creo que es el momento adecuado para salir a contar estas cosas. Que el pueblo argentino sepa que se están moviendo intereses muy oscuros por detrás de toda esta trama, que siempre encuentran la forma de no poner la cara.

–¿Habló con la Presidenta de este tema? Hay versiones que dicen que su relación personal se enfrió.

–Soy el vicepresidente de Cristina Fernández de Kirchner, o sea, el vicepresidente de los argentinos acompañando a Cristina, esto es un orgullo tremendo. La historia de los vicepresidentes en general ha sido bastante triste y yo voy a ser el mejor vicepresidente que ha habido porque voy a estar acompañándola hasta el último día y formando parte de este proyecto político. Nací en la política dentro de este proyecto político y hasta el último día voy a seguir llevando adelante esta tarea con el máximo de responsabilidad y con la interpretación clara de cuál es el lugar: la fórmula presidencial es una y soy el vice de esta Presidenta.

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