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El país|Viernes, 18 de abril de 2003
DUHALDE VOLVIO A CRITICAR EN FORMA MUY DURA A ESTADOS UNIDOS Y LA INVASION DE IRAK

No hay como darse los gustos antes de irse

El Presidente habló de “hipocresía” de Estados Unidos e Inglaterra y denunció “violaciones a los derechos humanos” en Irak. Duhalde ratifica y ahonda el cambio de discurso del gobierno argentino tras más de una década de relaciones carnales. La jugada busca consolidar la relación con Brasil. Y también tiene puesto un ojo en el tópico electoral: diferenciarse de Carlos Menem y fortalecer el perfil crítico de su aliado Kirchner.

Por Fernando Cibeira
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Eduardo Duhalde fue sacado de la cama por un programa de radio, pero no bien se despertó produjo declaraciones ruidosas.
A miles de kilómetros de Ginebra, en donde después de doce años el representante argentino en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU cambió el voto de condena a Cuba por la abstención, el presidente Eduardo Duhalde profundizó su distanciamiento con Estados Unidos y su aliado Inglaterra. “Es una hipocresía lo que estamos viendo, que una potencia avasalla países, los amonesta públicamente, este último disparate del premier inglés que tienen que demostrar que no tienen armas químicas, todo ese atropello al derecho internacional, violación sistemática de los derechos humanos de miles y miles de personas indefensas”, insistió ayer el Presidente al explicar la nueva postura argentina frente al gobierno de Fidel Castro. Con este discurso tan alejado de lo que acostumbraban los últimos presidentes argentinos, Duhalde no sólo quiere darse un gusto antes de entregar la banda, sino también amplificar sus diferencias con Carlos Menem en un tema en el que cree que las simpatías de la gente están de su lado.
Suena cuanto menos raro escuchar al Presidente referirse en términos tan duros respecto de Estados Unidos luego de más de una década de alineamiento automático, mantenido aun a despecho de lo que opinaran los otros países de la región. Duhalde insistió ayer en la sintonía mantenida con Brasil en el debate sobre Fidel. “Me pregunto, y nos preguntamos, y también está en el planteo que hicimos con Lula conjuntamente, cuánto tiene que ver el bloqueo en que Cuba no pueda avanzar también en derechos humanos”, sostuvo. Argentina y Brasil fueron dos de los nueve países que ayer se abstuvieron en la votación en la ONU. El gobierno norteamericano, a través de su embajada en Buenos Aires, ya había manifestado su decepción por el viraje argentino. Finalmente, la comisión aprobó ayer una condena moderada contra Cuba por 24 votos contra 20 (ver página dos).
La postura de Duhalde tiene mucho de apuesta personal, porque ni siquiera todo su entorno la considera perspicaz, justo ahora que Estados Unidos se erige como la única superpotencia mundial sin que se distingan cuáles son sus límites. El propio Duhalde reconoció ayer que el canciller Carlos Ruckauf no pensaba igual que él. Se sabe que Ruckauf bregó hasta último momento por que Duhalde reiterara la condena a Cuba y que pugna por un nuevo acercamiento con Estados Unidos como principal lineamiento de su política exterior. También son partidarios de moderar las críticas el embajador en Washington, Eduardo Amadeo, el secretario de la Presidencia, José Pampuro, y hasta se menciona al ministro Roberto Lavagna, aunque Duhalde dijo que con él nunca había hablado a fondo del tema.
El Presidente aclaró que el Gobierno estaba en contra “de todas las violaciones” a los derechos humanos y que en Cuba también se producían, como las recientes ejecuciones y encarcelamientos de disidentes decididos por el gobierno de la isla. Pero Duhalde remarcó que, a su entender, lo que pasará a la historia y será recordado dentro de algunos años serán los ataques de Estados Unidos contra países notoriamente más débiles, incluyendo un gran número de víctimas civiles. “Ya sabemos que la concepción de los derechos cubana no incorpora los derechos políticos y civiles, ellos fuertemente actúan sobre los derechos humanos básicos, los sociales”, puntualizó.
El Presidente habló ayer desde su casa de Pinamar con el programa “El Exprimidor”, de Radioshow. El teléfono lo atendió su mujer Chiche y se lo tuvo hasta que llegó. La postura independiente que mostró respecto de Estados Unidos el Presidente la alargó al FMI, otro de los odios nacionales. “Al primer planteo del Fondo, que fue más o menos para el mes de marzo, directamente le dijimos que no e inclusive estuvimos a punto de decirle que no vuelvan. Después fuimos a una pulseada durante mucho tiempo porque en medio de una catástrofe en la Argentina pretendían ir resolviéndola con más ajuste. Recuerdo la que más me impactó: 400 mil empleados públicos de golpe a la calle. Un disparate absoluto, en ese momento era incendiar al país”, recordó en diálogo con el conductor Ari Paluch. Pero si esta posición de Duhalde no cuenta con el respaldo total de su gabinete es cierto que la mayoría de los candidatos presidenciales lo apoyaron. Salvo Menem y Ricardo López Murphy, los demás se mostraron de acuerdo con la abstención en la votación por Cuba, empezando por el oficialista Néstor Kirchner, quien ya había hecho pública su posición. Las encuestas muestran que las imágenes del ataque a Irak produjeron entre los argentinos niveles altísimos de rechazo a todo lo norteamericano, que los candidatos, en el último tramo de campaña, sueñan capitalizar. Menem y López Murphy, en cambio, entienden el alineamiento con Norteamérica como algo medular de su propuesta. Puesto en esa situación, a Menem no le quedó otra que redoblar la apuesta: calificó a Fidel como un dictador genocida.

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