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El juez federal Daniel Rafecas se negó a apartarse de la causa Ciccone al rechazar por escrito la recusación en su contra presentada por el defensor de José María Núñez Carmona, socio y amigo del vicepresidente Amado Boudou, en la que le atribuía “falta de independencia de criterios e integridad moral” por haber adelantado opinión en el audio de una entrevista periodística y en diálogos por mensaje de texto con el abogado Ignacio Danuzzo Iturraspe para inducirlo a error. Según Rafecas, Núñez Carmona no explicó cómo “se habría materializado la pérdida de imparcialidad” y dijo que la recusación sólo refleja “su mera disconformidad con las medidas adoptadas”. Sostuvo que sus “manifestaciones” al diario Perfil fueron a título “informativo” y que los diálogos con Danuzzo eran un intercambio de “impresiones” de orden privado con un amigo que no interviene en el caso.
Ahora la Cámara Federal tendrá que decidir si Rafecas sigue con la causa, paralizada con esta discusión. Si lo confirman, tendrá que resolver la recusación contra el fiscal Carlos Rívolo. Otro frente abierto para Rafecas es el Consejo de la Magistratura, que hoy decidiría formalmente si lo investiga.
Por lo pronto, al rechazar la recusación Rafecas sostuvo que sus afirmaciones difundidas por Perfil pretendían “matizar aseveraciones que se venían haciendo en los medios”, tanto sobre Boudou como sobre Núñez Carmona y Alejandro Vandenbroele, director de The Old Fund, que entró a Ciccone para su rescate. Diego Pirota, abogado de Núñez Carmona, le endilga haber continuado la causa sobre la base de un testimonio que opinó que era inválido, el de Laura Muñoz, la ex esposa de Vandenbroele, quien dice que es “testaferro de Boudou”. Pero según Rafecas ninguna medida de la causa se basa en esos dichos.
Los mensajes con Danuzzo Iturraspe según el juez son privados. Dijo que es un amigo de hace veinte años que lo fue a ver porque que se lo mencionaba como ligado a “una sociedad que en los medios periodísticos aparecía relacionada con” la causa. Tuvieron, a su entender, un intercambio de “impresiones” y cuando advirtió que “derivó en una suerte de función de lobby”, él cortó el contacto. Aclaró que, tal como surge de la transcripción que llevó Danuzzo al Consejo, él le dijo que sus comentarios “no debían tomarse como directivas”. Rafecas aclaró que no es abogado de Núñez Carmona en la causa, por lo tanto mal podía inducirlo a “yerros procesales”. No descartó denunciarlo. También negó haber violado el secreto de la causa y filtrar datos de medidas, como el allanamiento a un departamento propiedad de Boudou.
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