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El país|Lunes, 2 de julio de 2012
Hoy vence el plazo para que Moyano haga su descargo ante Trabajo

El camino hacia la fractura

El pedido de impugnación del congreso electoral, presentado por los gremios antimoyanistas, puede ser respondido hasta hoy por el actual secretario general de la CGT. Luego, el ministerio tendrá que definir si avala o no la convocatoria.

Por Julián Bruschtein
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Después del paro de la semana pasada, Moyano continúa organizando el congreso en Ferro.

La CGT se encamina a asentar su fractura. Vence hoy el plazo administrativo que tiene el moyanismo para elevar ante el Ministerio de Trabajo su descargo por la presentación que realizó un grupo de gremios opositores que impugnaron la convocatoria al congreso para elegir autoridades. Mientras, los sindicatos que no quieren a Moyano al frente de la CGT evalúan reunirse esta semana para “analizar con profundidad el estado de la situación y los pasos a seguir”, confió un dirigente a Página/12.

“Mañana (por hoy) vence el plazo y estaremos a la espera de la presentación que realice la conducción de la CGT ante el pedido de impugnación presentado unas semanas atrás”, señaló un funcionario del Ministerio de Trabajo al explicar los tiempos legales y administrativos de una posible resolución. Se cumplen así los diez días que establece el procedimiento para “continuar con el trámite y avanzar en el de-sarrollo del análisis de la viabilidad de la impugnación”, agregó el funcionario, y anticipó que “los pasos a seguir se evaluarán durante el día”.

La definición del trámite puede ser clave, ya que los gremios que impulsan un cambio en la cabeza de la cúpula sindical se encuentran a la espera para que “el Consejo Directivo se reúna con quórum como tiene que ser, convoque al Comité Central Confederal y por último convoque al Congreso”, como anticipó ayer a este diario el secretario general de la Unión del Personal Civil de la Nación, Andrés Rodríguez.

El 12 de junio, cuatro gremios presentaron formalmente ante la Dirección de Asuntos Sindicales de la cartera laboral el pedido de impugnación por las irregularidades cometidas en el proceso de convocatoria. Los dirigentes objetaron que “no había presentes la cantidad de integrantes del Consejo Directivo para efectivizar el llamado al Comité Central Confederal”, explicó a Página/12 uno de los dirigentes que decidieron no participar del proceso. El encuentro fue vaciado por los gremialistas en desacuerdo con la candidatura de Moyano para continuar por un nuevo período en la secretaría general de la CGT. Ese mismo día, en medio de la reunión, el camionero oficializó su propia candidatura.

El sector que se opone a Moyano está integrado por los gremios conocidos como los Gordos –que integran los sindicatos grandes, vinculados con la CGT de los ’90, como Comercio, de Armando Cavalieri–, los Independientes (entre los que se encuentran Rodríguez, Gerardo Martínez de la Uocra, José Luis Lingieri de Obras Sanitarias, y al que se agregaron en los últimos tiempos Antonio Caló de la UOM y Ricardo Pignanelli de Smata). Las diferencias de Moyano con el gobierno nacional, con el que mantuvo una alianza durante ocho años, alejaron también a algunos de los gremios que rodeaban al camionero. El taxista Omar Viviani –antiguo integrante del riñón del moyanismo– pegó el salto a la oposición, tal como el ferroviario de La Fraternidad, Omar Maturano, y Omar Suárez, del SOMU.

El paro y movilización que realizó Moyano la semana pasada agrietó aún más la relación con quienes se encontraban dudando. Una movilización pobre para la capacidad que supo tener el camionero, a pesar de haber llevado casi 30 mil trabajadores a la Plaza de Mayo, fue el punto de inflexión para los sectores que se enfrentaron al líder de la CGT y que vieron “debilidad y aislamiento” en la medida. “Somos mayoría, de 35 miembros del Consejo Directivo somos 19, incluyendo al secretario adjunto”, detalló un integrante de la cúpula sindical, que confió a su vez que “los que estaban temerosos de quedarse afuera ya empezaron a acercarse a este lado”.

Mientras los opositores esperan una resolución del ministerio y anticipan una CGT fracturada, Moyano hace su apuesta y continúa organizando el congreso convocado para el 12 de julio en el microestadio de Ferro, cuando hará también un acto, en el que anunció que piensa reunir a más de 30 mil trabajadores.

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