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El país|Jueves, 25 de octubre de 2012
Las condenas a Menéndez y otros cinco represores

Sentencias confirmadas

La Cámara de Casación ratificó las condenas a prisión perpetua por el crimen del subcomisario Ricardo Albareda y revocó la absolución del ex policía Calixto Flores.

Por Diego Martínez
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Luciano Benjamín Menéndez, al lado de Calixto Flores, condenado a seis años de prisión.

La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó la sentencia que condenó a Luciano Benjamín Menéndez y otros cuatro represores por el asesinato del subcomisario Ricardo Fermín Albareda en 1979, y revocó la absolución dictada hace tres años por el Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba en beneficio del ex policía Calixto Luis Flores. Con el voto mayoritario de los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, Casación decidió condenar también al ex miembro del Departamento de Informaciones (D-2) de la policía de Córdoba a seis años de prisión. El Chato Flores está preso en la cárcel de Bouwer desde diciembre de 2010, cuando el mismo tribunal que lo había absuelto por el secuestro de Albareda lo sentenció a prisión perpetua en la causa por los fusilamientos de presos políticos en la Unidad Penitenciaria 1.

El asesinato de Albareda, militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), es de los más brutales que se conocen. El subcomisario de la policía provincial fue secuestrado el 25 de septiembre de 1979 a la noche, mientras se trasladaba en su Peugeot 404, que quedó abandonado en la calle. Los miembros de la brigada del D-2, que se trasladaban en dos vehículos, lo llevaron al centro clandestino Chalet Hidráulica o Embudo, en una de las márgenes del lago San Roque, en Villa Carlos Paz. Luego de someterlo a sesiones de torturas físicas y psíquicas, los subordinados del general Menéndez, entonces comandante del Tercer Cuerpo de Ejército, le seccionaron los testículos y lo dejaron desangrar hasta la muerte. El operativo fue encabezado por los comisarios Raúl Pedro Telleldín y Américo Pedro Romano, que murieron impunes.

El caso Albareda llegó a juicio en 2009. El 11 de diciembre el TOF1 de Córdoba condenó a prisión perpetua a Menéndez, al jefe de la policía de Córdoba, coronel retirado Rodolfo Aníbal Campos, al subdirector de la Dirección General de Inteligencia de la Policía, comisario César Armando Cejas, y al ex agente Hugo Cayetano Britos; a 16 años de prisión fue condenado el ex cabo de policía Miguel Angel Gómez. Los últimos dos integraban el grupo operativo que encabezaba Cejas. El tribunal los responsabilizó por los delitos de secuestro, torturas y homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y pluralidad de partícipes. En el mismo fallo, los jueces Jaime Díaz Gavier, Sergio Grimaux y José Quiroga Uriburu absolvieron a Flores, que había llegado al juicio acusado sólo por la privación ilegítima de la libertad de Albareda.

El fiscal general Carlos Gonella, al apelar la absolución, consideró que no estaba bien fundamentada, cuestionó al tribunal por relativizar los fragmentos del testimonio del sobreviviente Carlos Raimundo Moore, que aludían a Flores como uno de los integrantes “estables” de las brigadas que operaron en el Chalet de Hidráulica con activa participación en secuestros, enumeró las pruebas que respaldaban la acusación y solicitó que se condenara al ex policía a seis años de prisión.

El juez de Casación Juan Carlos Gemignani, que votó en primer turno, respaldó la decisión de absolver a Flores. Borisnky y Hornos, en cambio, consideraron que “corresponde descalificar” la absolución por ser “el resultado de un análisis aislado y fragmentario de un único elemento de prueba”, en referencia al testimonio de Moore. Ambos magistrados tomaron nota de que Flores se desempeñó en la sección “contrainteligencia” de la Dirección de Informaciones, donde era calificado por Cejas; destacaron que fue reconocido por testigos como integrante de las brigadas operativas y de una de las guardias del centro clandestino Chalet de Hidráulica, y que en su propio descargo se definió como “un veterano de la guerra antisubversiva”. El conjunto de pruebas documentales “le otorgan credibilidad a la información suministrada por Moore”, concluyeron los jueces, que con su voto mayoritario dieron vuelta la absolución.

Es la tercera vez que la Sala IV de Casación condena a un represor absuelto durante un juicio oral por delitos de lesa humanidad. En fallos anteriores habían revocado las absoluciones del ex jefe de la Policía Federal de Neuquén Jorge Alberto Soza, y de los ex jefes del área militar que operaron en la ciudad de Buenos Aires bajo jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército.

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