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El país|Viernes, 30 de mayo de 2003

Nazareno y Vázquez también en la mira, junto con el supremo Fayt

Como se esperaba, la Comisión de Juicio Político de Diputados eligió a Falú en reemplazo de Acevedo. Hay un cambio de táctica: reflotar el juicio del año pasado, junto al de Fayt.

Por Felipe Yapur
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La idea de retomar los juicios del 2002 fue de Carrió, que encuentra “endeble” el caso contra Fayt.
Hay un cambio de estrategia en la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados. Si bien el proceso contra Carlos Fayt continuará, a partir de ayer se decidió también incluir al titular de la Corte, Julio Nazareno, y a otro de los integrantes de la denominada mayoría automática, Adolfo Vázquez. Con estos últimos la intención es reflotar las causales del fracasado juicio del año pasado, ya que los integrantes de la comisión consideran que esas causas no están archivadas porque no fueron rechazadas por la Cámara baja sino que no obtuvieron los votos que exige la Constitución. De ser así, es probable que Nazareno y Vázquez enfrenten un juicio político en los próximos quince días.
La comisión se reunió ayer con el objetivo de elegir el reemplazante del ahora jefe de los espías vernáculos, Sergio Acevedo. Como estaba previsto, el tucumano Ricardo Falú (PJ) quedó al frente de la comisión. Inmediatamente se pasó al tema de los procesos contra los supremos. Falú, impulsor del nuevo juicio contra Fayt, consideró que era necesario comenzar a evaluar los elementos que existen contra el magistrado para emitir dictamen lo más pronto posible. Los que acompañaron la posición del tucumano fueron sus colegas justicialistas.
Sin embargo, los diputados de los otros bloques mostraron sus dudas respecto de los argumentos que existen contra el supremo. Elisa Carrió fue la más contundente. Los calificó como “endebles” y tiró sobre la mesa la posibilidad de reflotar las causas que en 2002 presentaron contra Nazareno. Las razones esgrimidas por la chaqueña son sencillas. Ella dijo que el juicio que se instruyó el año pasado no quedó archivado porque no fue rechazado por la Cámara acusadora, esto es, el Senado. “Las causas contra Nazareno fueron aprobadas por los diputados, lo que no obtuvimos fue la mayoría especial que exige la Constitución”, indicó la presidenta del bloque del ARI mientras sus colegas radicales abrían la boca y a Falú, como al resto de los peronistas, le brillaban los ojos.
El entusiasmo del tucumano y de sus pares justicialistas se sustenta en la posibilidad de provocar un hecho político mucho más importante que el que pretendía producir con el juicio a Fayt que, comparado con los integrantes de la “mayoría automática”, es lo más parecido a un abuelo bueno. Es bueno recordar que hace un par de días se conoció el acuerdo alcanzado entre las más altas esferas del bloque del PJ y del gobierno central que pretendían avanzar contra Fayt y, rompiendo con la tradición, suspender al juez con la intención de provocar renuncias anticipadas en el resto del cuerpo. La estrategia no fue bien recibida por el resto de los legisladores de la comisión. Ahora todo cambió.
Igual, con Nazareno no se repetirían las 45 causas por las que intentaron enjuiciarlo antes, sino que se incorporarían al menos un par de causas más que Carrió tendrá listas la semana próxima.
La iniciativa de la chaqueña provocó que Falú propusiera incorporar también a Vázquez, algo que aceptó el resto de los miembros de la comisión. De concretarse esta nueva estrategia es posible que en poco menos de un mes el amigo de Carlos Menem y ex socio del senador Eduardo Menem enfrente un juicio político.
De todas formas, y más allá de que este nuevo intento prospere en el recinto de la Cámara baja a partir de los acuerdos que teja el oficialismo –dicho sea de paso, el grupo que el año pasado les garantizó la impunidad a los cortesanos– la tarea de los justicialistas será convencer a sus propios senadores en una bancada donde el menemismo todavía mantiene cierta influencia. Ya lo dijo en su oportunidad Acevedo cuando todavía era diputado: “No podemos avanzar sin la seguridad de que el Senado acompañe porque un fracaso en la Cámara alta se podría leer como la primera derrota del gobierno de Kirchner”. Pero hasta que llegue ese momento, el PJ de Diputados deberá dar muestras al resto de las bancadas de que esta vez no se cambiará el rumbo. Tanto el radicalismo como el ARI y los socialistas mantienen ciertos reparos por aquella anterior “traición”. Los justicialistas juran que esta vez la decisión política está y es una sola: “El bloque está encolumnado detrás del nuevo gobierno que se mostró decidido a generar un cambio”, repiten los kirchneristas históricos y los que ahora en sorna se conocen como “agrupación 28 de abril”.

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