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Dirigentes de distintas fuerzas políticas de la oposición siguieron sumándose el día después al paro de las centrales sindicales opositoras al Gobierno. Las posturas se unifican detrás de la consideración de la “legitimidad” de los reclamos que plantearon quienes convocaron a la huelga, a la que la mayoría calificó como “masiva”. Aunque tampoco faltaron cuestionamientos a la metodología de los cortes de rutas.
“Fue un paro convocado por los trabajadores y eso lo hace muy diferente al 13S y al 8N. Lo único que une las tres manifestaciones es la soberbia del gobierno nacional que no escucha los reclamos legítimos de la sociedad”, sostuvo el presidente del Partido Socialista, Hermes Bi-nner. El ex candidato presidencial y referente del Frente Amplio Progresista (FAP) también señaló a través de un comunicado que “los trabajadores no tienen que pagar impuesto a las Ganancias” y añadió que “hoy sufren el deterioro de su poder de compra por la inflación que el Gobierno no reconoce”. “Luego cuando se jubilan deben recibir el 82 por ciento móvil como lo marca la Constitución nacional”, agregó Binner a las demandas gremiales.
El radicalismo no le fue a la zaga. “Todos los reclamos son absolutamente legítimos, pero nadie del oficialismo se mueve para solucionarlos”, expresó el diputado y dirigente ruralista Ricardo Buryaile. Aunque se diferenció cuando lo consultaron sobre las posibles motivaciones políticas del paro: “Creo que se está jugando una interna del peronismo, no cabe duda”, respondió Buryaile. Otro diputado radical, Juan Pedro Tunessi, consideró que el paro fue “una protesta generalizada e importante”, pero sostuvo que “nunca es bueno invalidar derechos ajenos por defender los propios”, al referirse críticamente a los cortes de ruta con que los sindicalistas impidieron que otros trabajadores que no adherían a la protesta llegaran a sus lugares de trabajo.
“El enojo que tiene la Presidenta lo tiene con la gente, con los trabajadores que adhieren a un paro, este estancamiento de la economía es pura y exclusivamente por las medidas que se están tomando, es una administración que no da pie con bola con las medidas económicas”, sumó el ex vicepresidente Julio Cobos.
“El acatamiento al paro fue impactante, había menos gente que un domingo”, dijo el macrista Federico Pinedo en referencia al centro porteño y opinó que el Gobierno “descalificando el hecho no hace que el hecho no exista”. Para el jefe de los diputados del bloque PRO, la huelga “representa una ruptura entre el movimiento obrero organizado y el Gobierno, y siendo un gobierno peronista es un tema complicado”.
Fernando “Pino” Solanas se mostró entusiasmado con el paro. “Apoyamos decididamente este paro saludando el espíritu de unidad y vocación de las organizaciones convocantes y nos sumamos a la legitimidad de sus reclamos y reivindicaciones”, sostuvo el diputado y dirigente de Proyecto Sur.
La diputada nacional por el GEN-FAP Margarita Stolbizer tampoco esquivó definiciones. “El paro fue una nueva muestra de la gran cantidad de manifestaciones sociales que reclaman cambios al Gobierno. Seguir por el camino de la descalificación aleja cada vez más al kirchnerismo de su legitimidad popular”, sostuvo la líder del GEN y lanzó una advertencia en tono de campaña: “Y si el Gobierno no cambia, la gente cambiará al gobierno. El año que viene será la oportunidad para comenzar ese proceso de cambio”, sentenció Stolbizer.
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