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Desde Rosario
Cinco días después de la violencia desatada en Rosario, con los robos y saqueos, ayer se sumó la cuarta víctima fatal: Carina Paz, de 36 años, estaba internada desde la madrugada del viernes con un disparo de arma de fuego en la cabeza y diagnóstico desesperante. El fallecimiento fue anunciado por el juez Javier Beltramone, quien confirmó que un policía está detenido e imputado por el homicidio y hoy será citado para ampliar su declaración indagatoria. La muerte de Paz se suma a las del joven Emiliano Sánchez, quien perdió la vida el lunes, y las otras dos personas que fallecieron entre el jueves y viernes pasado durante los asaltos a los supermercados. Beltramone mantiene detenidas a 31 personas imputadas de “robo calificado en poblado y en banda”. Consultado sobre la posibilidad de que haya existido instigación en los hechos, el juez respondió: “Estamos trabajando sobre la emergencia y la coyuntura”.
Carina Paz estaba internada, agonizante, en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (HECA) desde la madrugada del viernes, tras presenciar uno de los saqueos en un supermercado chino. La mujer recibió un disparo en la cabeza y permaneció en grave estado hasta ayer.
Por la muerte de Paz –quien aparentemente había salido a la calle en busca de sus hijos cuando fue alcanzada por una bala– está detenido Carlos Aguilar, un agente policial de la Comisaría 21ª, de unos 40 años. Si bien todavía no se había realizado la autopsia de la mujer, el sospechoso reconoció que disparó su arma, aunque indicó que lo hizo “hacia el suelo”, para defenderse de gente que intentaba ingresar al local y a su departamento en la planta alta, que le alquila a los comerciantes. Según describió, su esposa lo llamó desde su casa y él acudió con el móvil policial con el que estaba de servicio. Dijo que al ver la situación como una amenaza para su esposa y su bebé de un año y siete meses, bajó del móvil para cargar sus bienes al auto particular. Al parecer, el hombre disparó desde arriba, pero no está confirmado que la bala sea la que mató a Paz.
Su esposa, en tanto, recibió un tiro en uno de los brazos, mientras tenía alzado al bebé, que resultó ileso. “Perdieron todo, y la mujer y su hijo están viviendo en un auto”, dijo ayer su abogado defensor, Marcos Cella, quien planteó que más personas habrían estado armadas en el lugar. El hombre fue citado a ampliación de indagatoria para hoy, ya que hasta ayer le achacaban dos tentativas de homicidio: la de Paz y la de otro joven herido.
El tercer muerto como consecuencias de los disturbios y saqueos es Emiliano Sánchez, quien perdió la vida el lunes en el HECA, luego de ser operado de urgencia tras recibir un disparo en el miembro inferior derecho. El director del Heca, Néstor Marchetti, indicó que en ese hospital no quedaban heridos de gravedad vinculados a los hechos de la semana pasada. En tanto, un adolescente de 16 años que recibió una herida de arma blanca en el abdomen permanecía ayer en estado crítico, aunque “mejorando”, según indicó el director del Hospital Provincial, Pietro Belletich.
Las otras víctimas fatales son Silvina Bernachea, quien murió en Quintana y Avellaneda, desangrada por una herida cortante en la femoral, y Luciano Carrizo, quien falleció el viernes por la madrugada al recibir un disparo en el tórax.
Si bien en principio las personas arrestadas durante los asaltos a supermercados eran alrededor de 137, el juez Beltramone señaló ayer que “quedaron detenidas menos de 40, a las que se les denegó la excarcelación porque fueron halladas in fraganti con elementos que estaban lejos de ser de extrema necesidad”. El magistrado explicó que muchas “poseen antecedentes” por abuso de armas, robo calificado y hasta tenían pedido de captura.
Consultado sobre la posibilidad de que haya existido instigación en los hechos, Beltramone respondió: “Estamos trabajando sobre la emergencia y la coyuntura –el juez fue puesto por la Corte Suprema santafesina para brindar apoyo al juzgado de María Luisa Pérez Vara, que estaba de turno–. No descartamos ninguna hipótesis, porque sería irresponsable. Es una cuestión que se podrá conocer después de un tiempo de investigación”.
“El delito de instigación es de muy compleja prueba y se necesitan mecanismos operativos de gobierno que hoy, bajo el colapso de lo que está pasando, quedarán para un momento posterior. Lo trabajamos como una hipótesis más”, agregó. El juez indicó que las personas liberadas no poseían antecedentes penales, “había muchas mujeres embarazadas; y la situación de imputación de estas personas es menos grave que la de los que quedaron detenidos”.
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