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“Nosotros aceptamos sentarnos a dialogar de acuerdo con el mandato de la ONU. El gobierno argentino no recibe órdenes, ni acata ultimátum de gobiernos extranjeros”, sostuvo el canciller Héctor Timerman al arribar ayer a Londres con la intención de abrir un canal de diálogo con el Reino Unido sobre Malvinas, y agregó que el principio de autodeterminación “es una bandera” argentina que “jamás se dejará que sea utilizada por quienes fueron la base del imperio más grande que hubo en la historia”. Timerman desechó así la propuesta de su par inglés, William Hague, quien insistió en realizar una reunión “tripartita” con los kelpers como protagonistas de cualquier negociación. La embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, respondió a Hague con el pedido de un encuentro bilateral y reiteró que las Naciones Unidas no reconocen “una tercera parte en la negociación” por la soberanía en el archipiélago del Atlántico Sur, y acusó al gobierno británico de montar una “campaña mediática” para intentar mostrar que Argentina “es quien se rehúsa al diálogo”.
Timerman llegó a Inglaterra junto a los presidentes de las comisiones de Relaciones Exteriores del Senado, Daniel Filmus, y de la Cámara de Diputados, Guillermo Carmona, y con una agenda propia enmarcada en el 180º aniversario de la usurpación británica de Malvinas. La actividad oficial comenzará hoy con la visita a la Organización Marítima Internacional (OMI), donde será recibido por el secretario general de ese organismo, el japonés Koji Sekimizu. Más tarde visitará el Parlamento, donde se reunirá con el Grupo Multipartidario Argentina-Reino Unido, un cuerpo parlamentario compuesto por miembros de las cámaras de los Lores y de los Comunes, presidido por el conservador Robin Walker, que apoya las relaciones entre ambos países. En la misma jornada, el canciller participará y hablará junto a la embajadora Castro en una recepción de bienvenida para los representantes del encuentro de los 18 Grupos Europeos pro Diálogo sobre la Cuestión Malvinas.
La posibilidad de un futuro encuentro entre los cancilleres de ambos países se diluyó con las exigencias británicas. “Para el señor Timerman, la oferta de una reunión sigue abierta, pero por supuesto, en cualquier discusión sobre los habitantes de las islas Falklands (Malvinas), es muy importante que éstos estén presentes”, sostuvo el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, desde Brasil, donde está en visita oficial.
La exigencia británica de sentar a los habitantes de las islas en cualquier mesa de negociación provocó la rápida respuesta argentina. “Las Naciones Unidas han sido tajantes: se trata de una colonia de habitantes implantada por una potencia colonial. Por eso, las Naciones Unidas han rechazado cualquier planteo de autodeterminación. A esto le agrego que ahora van a hacer un referéndum que no es válido. Lo desconocemos”, dijo Timerman a poco de llegar a Londres, donde recordó que “la propuesta (de una reunión bilateral) fue nuestra y ellos intentaron ponernos condiciones”.
“Reconocer lo que plantean Naciones Unidas es un punto fundamental para Argentina”, sostuvo el senador Filmus desde Londres. Para el ex ministro, tal como dice la ONU, Malvinas “no es una colonización o una población sino un territorio”, y los kelpers “son un pueblo trasplantado”.
Filmus también planteó los temas centrales que la comisión argentina planteará en todas las entrevistas y encuentros acordados para la visita al Reino Unido: “La no militarización británica del Atlántico Sur, la explotación ilegal de los recursos naturales en las islas y su zona marítima, y la intervención en la Antártida en base a su proyección territorial desde Malvinas”.
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