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El país|Martes, 19 de marzo de 2013
¡Dios mío! > Miles de personas esperaron desde anoche para seguir la ceremonia de asunción del Papa

Noche de vigilia frente a la Catedral

En su mayoría jóvenes y familias, asistieron anoche a Plaza de Mayo, para seguir por pantalla gigante la entronización de Bergoglio. Se vendían gorros, vinchas, fotos del Papa y banderas. Un grupo de rock católico le puso música a la espera.

Por Carlos Rodríguez
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Las personas llegaron desde distintos puntos y se concentraron frente a la Catedral.

Los festejos por la asunción de Jorge Bergoglio como el papa Francisco comenzaron anoche en Buenos Aires, con una concentración frente a la Catedral Metropolitana que reunió a miles de personas. “Lo que venimos a celebrar es que el Papa es nuestro, es argentino, y que es una persona humilde que viene a pedir por los pobres”, le dijo a Página/12 María Eugenia, una mujer de 47 años que llegó sola desde la localidad bonaerense de Virreyes. “Vengo por mí, por mi marido y por mis hijos, que trabajan y no pueden hacerlo. Mi marido me dijo que tenga cuidado, pero veo que no hay ningún problema, que todo está en paz, como deseamos todos.” La mujer, cubierta su espalda por una gran bandera argentina y otra del Vaticano, bastante más pequeña (“a la más grande me la querían cobrar 50 pesos”), expresaba su “felicidad” y su esperanza de que el nuevo papa “nos va a ayudar a zanjar diferencias, a crecer desde el amor”. Las palabras de María Eugenia resumían, a grandes rasgos, lo que expresaban la mayoría de los asistentes a la cita frente a la Catedral Metropolitana, que se aprestaban a seguir la ceremonia de asunción de Francisco por tres pantallas gigantes, dos sobre la principal sede de la Iglesia Católica argentina, y la tercera sobre la Plaza de Mayo, al pie de la Pirámide.

“Lo dice el Papa, lo dicen los obispos, la juventud es lo mejor que tiene Cristo.” Con cánticos, banderas, vinchas y hasta colores futboleros, un grupo llegado desde Don Orione también cantaba su alegría “porque tenemos un papa de estas tierras, un argentino, un latinoamericano, alguien que nos comprende y que nos escucha”, dijeron los manifestantes casi a coro, sin esperar preguntas. Fueron los más ruidosos de la vigilia. Cerca de ellos, el matrimonio compuesto por Marta y Ulises no hacía más que sonreír. “Estamos felices, ¿se nota?”, preguntó Marta.

Ulises contó que los dos estaban en Uruguayana, en Brasil, adonde habían pasado desde Paso de los Libres, cuando se enteraron del nombramiento de Bergoglio como papa. “Nos pusimos muy contentos, porque lo conocemos a Bergoglio. Nosotros vivimos en Chacabuco al 100, a tres cuadras de donde vive él. Lo hemos visto muchas veces en una peluquería del barrio, siempre solito, modesto, sin hacer alardes. Lo hemos visto viajando en el subte o en el colectivo. No de muchos papas se puede decir lo mismo. Lo hemos visto en marchas, en el vía crucis, mezclado con la gente, sin decir nada, sin hacer alardes.”

Abrazados y envueltos en banderas con los colores del Vaticano, Marta y Ulises hablan sin interrupciones del papa Francisco: “Siempre nos encontrábamos con él en Luis Sáenz Peña y Avenida de Mayo, siempre nos pedía que rezáramos por él, que él iba a rezar por nosotros. Cuando un brasileño se acercó a nosotros y nos dijo que el nuevo papa era argentino, no podíamos creerlo y cuando nos enteramos que era Bergoglio, yo casi me desmayo de la emoción”, afirma Marta. Como cierre, Ulises lanza el único dardo político de la breve charla: “Bergoglio ya hizo su primer milagro: Cristina (Kirchner) dijo hoy (por ayer) que ella es humilde”.

En medio de tanta expresión de fe, llamó la atención la presencia de un grupo que promocionaba al ex policía devenido en “pastor” Walter Nicolás Di Nucci, quien se presenta como candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires por el Partido de Dios. Dice de sí mismo que es el “profeta de Dios” y entrega tarjetas en las que ya se presenta como “diputado”. En la Plaza de Mayo realizaba anoche una campaña bajo el slogan “Basta de inseguridad”, en la que aseguraba que “el 80 por ciento de los delitos son cometidos por delincuentes reincidentes”.

Por ese motivo reúne firmas para que el Congreso apruebe una ley que aplique la “prisión perpetua” a los reincidentes. Di Nucci, que había logrado reunir a un grupito de personas y a un par de periodistas, afirma que Argentina “necesita hombres temerosos de Dios, no que simplemente digan ser cristianos, y que con sus actos demuestren lo contrario, sino que vivan como verdaderos hijos de Dios”.

La ceremonia en el Vaticano iba a ser seguida a través de dos pantallas ubicadas en los laterales de la Catedral. En el medio se levantó un escenario con la imagen de Bergoglio y dos frases: “Despedimos al obispo y recibimos al Papa” y “Rezamos por vos santo padre Francisco”. En el escenario se produjo la esperada actuación del cantante Axel, quien fue precedido por varios grupos de música católica, incluyendo al grupo de rock and roll del Padre César y Los Pecadores. Algunos de los asistentes, además de mostrar casi igual expectativa por la actuación de Axel como por la asunción de Francisco, llevaron alimentos no perecederos “para donar a los pobres”, siguiendo una sugerencia de Juan Carr, el titular de la Red Solidaria.

Desde las 20 todo el entorno de la Plaza de Mayo se llenó de símbolos vaticanos (se vendían desde fotos y remeras hasta gorros y banderas, a precios que iban de 10 a 70 pesos). Una imagen gigante de la Virgen de Luján le hacía “el aguante al Papa”, repetían una y otra vez sacerdotes que se iban turnando, mientras en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad flameaba también una gran bandera amarilla y blanca.

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