El ministro del Interior, Aníbal Fernández, salió ayer al cruce de las declaraciones del candidato a jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien había pedido al presidente Néstor Kirchner que “no se deje influenciar por quienes le piden que apoye a un determinado sector político” en las elecciones del 24 de agosto en la Capital. Fernández consideró que es “inevitable” que Kirchner tenga “su corazoncito” por algún candidato y “lo exprese”, pero negó desde que el Gobierno se esté trabajando “para que a tal o cual candidato le vaya mal”. “Siendo yo ministro del Interior y ministro político de este gobierno, nunca participé de una reunión en la cual se haya mencionado las cosas en esos términos”, aseguró. Macri había dicho que los porteños desean “que el Presidente de la Nación siga siendo prescindente de las elecciones para renovar autoridades en la Ciudad de Buenos Aires, cuya autonomía se reafirma en la libre expresión de la ciudadanía, a través de las urnas”. El actual presidente de Boca Juniors y candidato de Compromiso para el Cambio comprometió, en caso de que “el pueblo de la Ciudad lo honre con su voto”, su “apoyo activo” al presidente Kirchner, quien, dijo, “goza de toda la legitimidad para dirigir el país en representación de todos”.
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