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En la sesión de ayer, los diputados hicieron un homenaje a siete legisladores asesinados entre 1974 y 1979 por la Triple A y el terrorismo de Estado. Rodolfo Ortega Peña, Diego Muñiz Barreto, Miguel Zavala Rodríguez, Leonardo Bettanin, Mario Abel Amaya, Armando Croatto y Bernardo Villalba fueron recordados con la proyección de un video con testimonios de sus familiares y compañeros; después, una decena de diputados hicieron uso de la palabra para reconocer sus luchas y trayectorias políticas.
“Me gustó mucho, especialmente que se hiciera en el pleno de la Cámara. Fue bueno ver que tantos diputados querían hablar”, contó Juana Muñiz Barreto, hija del diputado Diego Muñiz Barreto, secuestrado y asesinado en 1977. Por este caso, entre otros, en abril de 2011 el ex subcomisario Luis Patti fue condenado a prisión perpetua.
“Yo había visto a mi papá en su banca en el ’73, una tarde que me llevaron con mis hermanos a conocer el lugar donde trabajaba. Después, nos tocó muchas veces volver al Congreso, pero para reclamar: cuando Patti fue electo diputado, para exponer en la Comisión de Poderes, Peticiones y Reglamentos, para reclamar por la causa judicial. Ahora que ya hay una sentencia, volver al Congreso pero para un homenaje fue una especie de cierre. Sentí que la Justicia había ordenado las cosas, dejás de cargar con el tema de la persecución y la muerte y pasás a pensar en tu familiar en otros términos: era una buena persona, merece este reconocimiento.”
Durante la sesión, antes del homenaje, había asumido como diputado en reemplazo de Agustín Rossi el santafesino Juan Carlos Bettanin, primo de otro de los asesinados por la dictadura, Leonardo Bettanin. “Por los 30 mil compañeros desaparecidos, juro”, fue la fórmula elegida por el nuevo diputado del Frente para la Victoria.
Ante el pleno de la Cámara, Remo Carlotto (FpV) reseñó algunos de los proyectos de ley presentados por los siete ex diputados, a los que recordó como “abogados que defendían presos políticos, combatientes en los momentos más difíciles de la Argentina”. “Están con nosotros, presentes, eternos, inalterables y son nuestra bandera de inspiración en nuestra lucha.”
También habló el dirigente tucumano de La Cámpora Marcelo Santillán, hijo del dirigente de la Fotia Atilio Santillán, asesinado en 1976. Remarcó que los legisladores recordados fueron víctimas de “los sicarios del poder económico e industrial del momento, que sólo buscaba beneficios propios”.
Antonio Riestra, legislador de Unidad Popular (UP), remarcó que las víctimas del terrorismo de Estado “honraron al recinto cuando (como diputados) aprobaron por unanimidad la amnistía a los presos políticos”.
Eduardo de Pedro (FpV) remarcó que los homenajeados “dieron su vida por sus convicciones” y recordó que “Néstor (Kirchner) enseñó que quien llega a la Casa Rosada puede gobernar a favor del pueblo sin responder a las presiones de las corporaciones”.
“Con este proceso la política recuperó la dignidad: hoy los políticos pueden volver a caminar por la calle; en el 2001 nosotros perseguíamos a los políticos porque habían gobernado para las corporaciones”, agregó De Pedro, que llamó además a las fuerzas políticas a que “lleven jóvenes a sus bancas”.
La Cámara entregó a los familiares de los diputados asesinados réplicas de las llaves con las que se votaba en la época en la que ejercieron sus funciones. En el edificio quedó instalada una muestra fotográfica y en el página web del Congreso se agregó una entrada en la que se pueden ver los retratos y leer sobre sus vidas.
A modo de cierre, el pleno del cuerpo aplaudió de pie la mención de los siete nombres. También hubo un reconocimiento del kirchnerismo al diputado Carlos Kunkel, preso durante la dictadura y uno de los impulsores de la actividad.
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